Con un espectáculo de luces, sincronizadas coreografías y una presentación musical llena de funk, pop y rock, el varias veces ganador del Grammy Bruno Mars conquistó hoy con su magia a Bogotá.
El estadio El Campín de la capital colombiana fue la séptima escala de la estrella estadounidense en su periplo por Latinoamérica como parte de la gira mundial 24K Magic. La noche comenzó con presentación de la agrupación de dance-rock DNCE, que bajo el liderazgo de Joe Jonas emocionó a la multitud capitalina y encendió su chispa con canciones como “Kissing strangers” o “Cake by the ocean”, con la que terminó su espectáculo en medio de los gritos y aplausos de los asistentes.
Con el paso de los minutos, la ansiedad de los fanáticos creció y en el momento en el que la música de fondo se detuvo y comenzó a sonar la voz de Bruno Mars diciendo “C’mon, let me hear you scream”, el público enloqueció y celebró con júbilo el inicio del esperado concierto, cuyas entradas se vendieron en cuestión de horas.
Cuando el telón blanco que cubría el escenario se abrió, Mars apareció en la tarima vestido con una camiseta roja marcada con la palabra Hooligans junto a su banda y al grito de Colombia, los fanáticos, con globos rojos en las manos, cantaron con él “Finesse”, un tema del álbum 24K Magic con el que han iniciado todos los conciertos de esta gira.
Para animar la velada, el artista interpretó canciones de su última producción como 24K Magic, Perm y Chunky a los que el público respondió eufórico y sin parar de corear las letras, así como ocurrió con Treasure, en la que sorprendió al estadio con un espectáculo de juegos artificiales. Envuelto por las notas de “Versace on the floor”, El Campín se iluminó con las pantallas de los móviles de las más de 30.000 almas que cantaron emocionadas la letra de uno de sus últimos sencillos.
El espectáculo, que estuvo acompañado por la luna llena y un cielo despejado y estrellado, concluyó con la icónica “Uptown Funk” y un despliegue de fuegos artificiales con la que el mago Bruno Mars despidió a unos hipnotizados asistentes.
EFE/UR