La presidente se reunirá este mismo lunes con militantes del movimiento que lidera las protestas que han sacudido a su país las dos últimas semanas. Los indignados ocupan las calles con nuevas consignas a favor de las minorías y contra la corrupción
El encuentro con los militantes de la organización social será previo a la reunión que Dilma Rousseff tendrá con gobernadores y alcaldes de todo el país para discutir el Pacto Nacional por la mejoría de los servicios públicos que propuso el viernes pasado en respuesta a las manifestaciones.
La mandataria, que se comprometió a «escuchar el grito de las calles», pretende conocer las reivindicaciones del grupo que impulsó las protestas y que tiene el mayor poder de convocatoria en las redes sociales.
El Movimiento Passe Livre, una organización nacida en las universidades públicas de Sao Paulo, defiende la adopción de un sistema de transporte público gratuito.
Aunque tras conseguir que los alcaldes de las principales ciudades del país revocaran los decretos con los que habían reajustado los pasajes de autobús, metro y tren urbano, Passe Livre dijo que no se tomarían más las calles, la protesta sigue con menos intensidad y participación.
Esta semana se preparan protestas contra un proyecto que pretende “curar” a los homosexuales y contra otro que concederá subsidios a las mujeres violadas que declaren su intención de no abortar.
También en Facebook se ha convocado una huelga general para el próximo lunes 1 de julio que cuenta ya con más de 700.000 adhesiones. “Vamos a demostrar al Gobierno que quien hace un país es el pueblo, no los políticos. (…) Basta de impunidad, basta de dinero del pueblo siendo usado por los gobernantes de las formas más absurdas. ¡O el Gobierno nos escucha o todo para!”, señala su página.
Passe Livre ha manifestado apoyo a otros grupos, como el que lucha contra la violencia policial en la periferia de Sao Paulo y el que defiende una reforma urbana que garantice vivienda para quienes viven en la calle o en habitaciones precarias.
Pese a que los brasileños continúan saliendo a las calles para protestar y a que las manifestaciones son apoyadas por el 75 % de la población, las movilizaciones perdieron vigor desde el jueves, cuando movilizaron a cerca de 1,2 millones de personas en un centenar de ciudades.
Fuente: Infobae