El comisionado presidencial para Relaciones Exteriores, Julio Borges, afirmó que el asesinato del capitán Acosta Arévalo, a manos de la dictadura de Nicolás Maduro, debe ser un testimonio que mueva la conciencia de la familia militar.

“Murió prácticamente frente a un juzgado, luego de recibir golpes por parte de esbirros de la dictadura”, precisó Borges en un mensaje divulgado a través de su cuenta de Twitter.

El jefe de la diplomacia del Gobierno Legítimo citó el informe de la Misión de Determinación de Hechos de la ONU que detalla como Acosta Arévalo fue presentado en silla de ruedas en el tribunal, no podía hablar, no movía sus manos ni piernas estaba sangrando.

“Las torturas cometidas por los funcionarios al servicio del régimen ocasionaron: Traumatismo en el tórax, nariz, dedos y tobillos, deshidratación moderada, infección en la piel, quemaduras en la muñeca, y moretones en todo el cuerpo”, acotó.

Acosta Arévalo Llego al hospital militar sin signos vitales. Según su esposa, Waleswka Pérez, murió ante el juez, sin embargo, el informe arroja que no hay certeza ni de la hora ni lugar exacto de su muerte.

“Luchamos para lograr la justicia en este caso y el de todas las víctimas”, concluyó Borges.

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