De fácil sonrisa y trato, así fue la gestión apostólica del papa Francisco como jefe de la iglesia católica porque su paso por este pontificado dejo una huella profunda no solo en las medidas que tomó sino en la forma de expresarse y tratar al mundo.
Francisco fue un hombre sencillo, muy humano que trascendió, y dejó dentro de la historia milenaria de la iglesia una huella profunda y será recordado como uno de los grandes pontífices que ayudaron a reimpulsar la fe católica.
¡Únete al club ahora! Suscríbete al boletín más importante de VenezuelaEl papa Francisco fue el primer pontífice latinoamericano y el primer jesuita en ser papa. Para muchos su imagen quedará grabada con su estilo sencillo, que vivía en una residencia modesta y hablaba en un tono humilde.
Pero más allá de su cercanía y humanidad es su valentía de enfrentar y de apalancar las profundas transformaciones de una institución milenaria sin romper nunca la unidad de la iglesia.
Sencillo y humilde tenía la paciencia como un aliado y el pragmatismo como una guía.
El sufrido pueblo de Venezuela recordará a Francisco cuando anunció la santificación del doctor José Gregorio Hernández el llamado “médico de los pobres” y de la madre Carmen Rendiles fundadora de la Congregación de las Siervas de Jesús recordando a estas personas de carne y hueso que vivieron una vida de santidad y de ejemplo cristiano.
Su estilo recuerda a Juan XXIII quien impulsó el Concilio Vaticano II que abrió las puertas de la iglesia para acercarla a la gente.
Con Francisco se iniciaron en la iglesia católica grandes transformaciones significativas y discretas.
El papa Francisco sabía que en toda organización humana hay trigo y cizaña incluso en el Vaticano y a pesar de la resistencia supo impulsar cambios en asuntos que afectaban a la iglesia y chocaban con la sabía doctrina católica de los santos padres y del evangelio.
Reformó el Derecho Canónico de manera radical lo que ha sido considerado “un paso valiente que devolvió el sentido de confianza a la iglesia católica y su liderazgo en el mundo”.
Otra transformación importante fue darle a la mujer presencia y las incorporó a las autoridades del Vaticano como la hermana Rafaella Petrini, religiosa católica italiana como presidenta de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, y al mismo tiempo nombró a Simona Brambilla hermana Misionera de la Consolata como prefecta en el Vaticano y en el Discasterio convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo.
También Francisco fue un hombre de diálogo interreligioso y tuvo encuentros históricos con líderes religiosos del islam y del judaísmo.
Viajó a Irak y se reunió con el líder chiita musulmán Alí Al Sistani y dejó claro que la paz solo es posible con el respeto mutuo y la colaboración de todas las religiones.
Un legado importante que dejó en la historia de la iglesia para el mundo fue su visión transformadora y participativa en el Sínodo de Sinodalidad, una gran consulta dentro de la iglesia, no solo con obispos, sino con laicos, grupos de apostolado dando protagonismo y haciendo una iglesia comprometida con la gente común y corriente sobretodo con los más humildes.
El papá Francisco entendió que es necesario escuchar y que reformar no es destruir sino construir desde adentro.
Hoy en estos tiempos tan difíciles y complicados tenemos que agradecer a Dios y al papa Francisco que iluminado por el Espíritu Santo deja al mundo una iglesia católica abierta y comprometida con los más pobres y con los que sufren.
Su vida y su obra trasciende y nos demuestra que se puede transformar sin destruir y sin dejar de ser humildes.
@angelmontielp
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