Analistas estiman que influencia de Maduro será reducida en Latinoamérica

Analistas estiman que influencia de Maduro será reducida en Latinoamérica

América Latina apoyó a Nicolás Maduro tras su reñida y cuestionada elección en Venezuela, pero sus desafíos internos son de tal magnitud que analistas consideran improbable que pueda continuar con el liderazgo regional que impuso su antecesor Hugo Chávez.

 

Desde Brasil hasta Uruguay, pasando por Costa Rica, México, Colombia, Chile y Perú, saludaron el triunfo de Maduro apoyándose en el veredicto de la autoridad electoral, aunque Estados Unidos, la Organización de Estados Americanos (OEA) y Paraguay optaron por respaldar el pedido de la oposición venezolana a favor de un recuento de votos, mencionó AFP.

 

Washington consideró «necesario y prudente» la solicitud del opositor Henrique Capriles, quien rehusó reconocer su derrota y denunció miles de incidentes durante el proceso electoral del domingo que según él pudieron alterar el resultado.

 

Maduro, quien ejerce el poder de forma interina tras el fallecimiento de Chávez el 5 de marzo, tras una larga batalla contra el cáncer, venció a Capriles por 275.000 votos, lo que equivale a 1,8 puntos porcentuales de diferencia, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

 

Lejos de las holgadas victorias de Chávez, el resultado fue un duro golpe para el oficialismo y atizó peligrosamente la división política en Venezuela. Chavistas y opositores se tomaron las calles para defender sus votos, y el lunes hubo protestas que dejaron al menos 7 muertos y 61 heridos, según la fiscal venezolana, Luisa Ortega.

 

«Es un triunfo apretado, pero triunfo al fin y al cabo, y la mayoría de países latinoamericanos así lo entendieron. Ahora bien: es tan delicada la situación interna de Venezuela que ese apoyo le sirve pero no le basta», dijo Alcides Costa Vaz, profesor y analista del Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad de Brasilia.

 

Ya proclamado presidente por el CNE, Maduro deberá ocuparse de hacer frente a la inseguridad, la inflación, el desabastecimiento y la caída de la producción petrolera -su gran fuente de recursos- por lo que su «agenda será doméstica, y su margen de influencia y acción internacional reducidos», agregó Costa Vaz.

 

Otros analistas consultados coinciden en que el respaldo latinoamericano ofrecido a Maduro le da legitimidad externa, pero no será decisivo para apaciguar las aguas internas. Al mismo tiempo, la oposición ganó un espacio que no tuvo con Chávez, y su voz deberá ser tenida en cuenta.

 

«No hay espacio ni recursos para que Maduro pueda continuar con el activismo internacional de Chávez. Venezuela no está al borde del abismo como dicen muchos, pero es un país con problemas serios de gestión petrolera que exigen la mayor dedicación interna», dijo Luis Fernando Ayerbe, coordinador del Instituto de Estudios Económicos e Internacionales de la Universidad Estatal Paulista (Unesp).

 

Además, «Maduro no es Chávez, no tiene su liderazgo y a diferencia de él, tendrá que tener en cuenta a la oposición, que logró en esta campaña poner en agenda temas como la ayuda venezolana a otros países cuando la situación interna es complicada», agregó.

 

Chávez logró ser reconocido como un líder regional por iniciativas de integración como el ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América) que apuntalaron a gobiernos de izquierda y debilitaron la influencia de Estados Unidos.

 

Los gobiernos latinoamericanos y organizaciones como el Mercosur y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) le dieron un voto de confianza a Maduro, sin fisuras en lo que respecta a sus aliados más estrechos como Argentina, Bolivia y Ecuador, aunque más prudente en el caso de Chile y Colombia, que saludaron o tomaron nota del pedido de revisión de votos apoyado en principio por el heredero de Chávez.

 

Brasil, cuyo apoyo es considerado estratégico, felicitó a Maduro y destacó el clima de normalidad de las votaciones, según un mensaje de la presidenta Dilma Rousseff.

 

A Maduro «lo conocemos, es una figura esencialmente conciliadora, capaz de llevar adelante el país», dijo Tovar Nunes, portavoz de la Cancillería brasileña, y anticipó que no habrá un pronunciamiento sobre la revisión de votos por tratarse de una cuestión interna.

 

El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, uno de los principales aliados de Chávez, saludó la elección de Maduro y pidió a Estados Unidos que se preocupe de sus asuntos y deje que «nosotros decidamos nuestro destino».

 

Fuente: EU

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