Analfabetismo

En una recordada entrevista con César Miguel Rondón, la docente Olga Ramos -coordinadora del Observatorio Educativo de Venezuela-, y Gustavo Méndez, periodista de la fuente de educación, pusieron al descubierto una de las tantas patrañas de un gobierno signado por las mentiras continuadas como fundamento de sus políticas educativas e informativas.

 

De acuerdo con las investigaciones adelantadas por ambos, las cifras del Minpopo de Educación en materia de alfabetización fueron adulteradas para que nos calificaran como un país “libre de analfabetismo”, status al que se accede cuando apenas un máximo del 4% de la población mayor de 15 años no sabe leer ni escribir.

 

El 28 de diciembre de 2005, el entonces jefe de la cartera de Educación, Aristóbulo Istúriz, declaraba que, gracias al arrojo de las fuerzas alfabetizadoras bolivarianas, Venezuela había alcanzado lo que para el gobierno constituía, más que una meta, un argumento para “demostrar” la eficiencia socialista.

 

La Unesco, que es el organismo internacional con autoridad para discernir al respecto, lo hace sobre las cifras que le entregan los gobiernos, pues carece de mecanismos de inspección y verificación que le permitan levantar un censo independiente y veraz.

 

Sin duda se hizo un esfuerzo de alfabetización, más propagandístico que otra cosa, y hasta se patrocinó una millonaria edición del Quijote, para la cual por cierto se prescindió del prólogo de Mario Vargas Llosa y se lo encargaron a José Saramago, por el simple hecho de ser un comunista confeso. Se hizo un esfuerzo, repetimos, y se enseñó a leer y escribir a unas 250.000 personas, cifra respetable pero insuficiente según la opinión de los expertos, quienes estiman como improbable, si no imposible, que se haya capacitado a 11.500 personas al día en el ejercicio de la escritura y la lectura, como sugerían los números manejados por los educadores rojitos.

 

Lo cierto es que una revisión de las cifras hecha este año revela que el porcentaje de analfabetismo en el país es de 5,23 %, lo cual quiere decir que hay un retroceso o que se mintió, como siempre, con fines electoreros y publicitarios.

 

Hay estados del país donde se alcanzó la meta fijada por la Unesco, pero muchas son las regiones donde el índice de analfabetismo es francamente preocupante: Bolívar, Apure, Delta Amacuro y algunas zonas de la Costa Occidental del lago de Maracaibo.

 

Se estima en millón y medio de personas la población de iletrados de la nación. Son analfabetos absolutos, a lo que habría que sumar una millonaria cifra de analfabetos funcionales que, a duras penas, pueden desentrañar el nombre de una calle o garabatear su nombre, y deben resignarse a vivir al margen del saber, la educación y las comunicaciones.

 

Lo denunciado por Ramos y Méndez es de suma gravedad porque pone al desnudo la verdadera naturaleza de un gobierno para el cual la verdad es materia secundaria.

 

Editorial de El Nacional

Comparte esta noticia: