Alexander Cambero: Regresa con la libertad  

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Alexander Cambero: Regresa con la libertad  

El mundo fijó sus ojos en Oslo. El Premio Nobel hecho mujer en la arquitectura de un país. Millones de ciudadanos recibieron simbólicamente el galardón que rinde culto a su ardiente lucha por la libertad. Su hija Ana Corina Sosa leyó un magistral discurso, escrito por su madre, en donde en cada párrafo se refleja el compromiso con la suerte de la nación. No es la suntuosidad de una ceremonia con el esplendor de la nobleza europea. Es la dimensión de un proceso cocido con el sacrificio en el que las lágrimas abonaron el camino hacia la democracia. Como un océano alzado sobre sus procelosas aguas en la mayor de las gestas del último tiempo. Con ella la República encontró un escudo a prueba de argucias. La comunidad internacional honra su titánico esfuerzo. En este tránsito, la experiencia de miles de caídos. Rehenes en su propia tierra tras los barrotes de una celda donde los sueños no murieron. Voces en el silencio de desaparecidos que no tienen una marca en la tierra en donde el recuerdo posea una lápida. La vileza como ejercicio predilecto de una conducta de seres desdichados nacidos del estiércol del averno. El esplendor del fuego patrio guillotinando a las sombras de la maldad alimentada por la mayor de las felonías.

En la fría madrugada noruega se apareció en el balcón del gran hotel de Oslo. Una peligrosa travesía venciendo un sinfín de dificultades que puso en riesgo su seguridad. Un episodio tan espectacular que parece un guion cinematográfico ideado por la genialidad de esos monstruos sagrados del celuloide. Como lo hizo siempre, llegó hasta donde la esperaba un grupo de venezolanos. Saltó una valla para reencontrarse con su pueblo. En los saludos volvió a vibrar con la fuerza que emana del ciudadano. El frenesí de la gente cantando nuestro Himno Nacional es algo que se recordará por décadas. Un país que madrugó para observar cómo se honraba a su líder con la mayor distinción del planeta.

Volverá con la fuerza estremecedora de un pueblo que la acompaña en la mayor de las epopeyas. Un largo camino sembrado de desesperanza que encontró en María Corina Machado una vía que trajo consigo el despertar ciudadano. Se convirtió en la voz de millones. Es la esperanza que por décadas buscaba la gente al interpretar como nadie sus desvelos. El venezolano sintió que solo con ella podrían regresar sus hijos. Que garantiza un cambio absoluto al saberse que es una persona confiable. Su coherencia y principios son el soporte en donde descansa la enorme credibilidad que tiene. Jamás se rindió o vendió a la dictadura. Su vida pública y privada es intachable. Para entender el fenómeno de María Corina Machado, tenemos que comenzar por decir que es alguien que predica con el ejemplo. Que transmite un alto grado de fiabilidad. La gente la percibe como una dirigente que no engaña como otros. Que en medio de tanta falsedad ella escapa de esa maligna estadística. El régimen había inoculado en el alma popular una endémica forma de inducirnos hacia la mentira utilizando al falso patriotismo como estrategia para engañar a millones de venezolanos. Esa pestilencia ideológica ha querido ser una patología crónica que nos condene al desiderátum de estar atrapados en la telaraña de una dictadura atroz.

Regresa con la grandeza de quien ofrece un discurrir honesto en virulento espectro político. Es la probidad demostrándonos cómo debemos construir nación. Toda su peripecia para poder salir de Venezuela es muy parecida a la que hemos tenido que soportar en estos años de secuestro colectivo.

La libertad enarbolada por este largo camino de sacrificios. Con dignidad cruzamos el desierto para conseguirnos con la patria extraviada.

Tiempo de valientes, de los héroes anónimos contendiendo sus propias batallas, construyendo el futuro que nos merecemos. Ya no hay regreso para la maldad. Solo existe el comienzo de la vida. El principio del fin para el oprobio, el nacimiento de la libertad para que termine de romper las cadenas.

El Premio Nobel entregado a un país que no claudicó en su lucha. Y sobre el aura de un galardón inmortal, la mujer que cambió la historia y le dio sentido al sueño de volver a la democracia. María Corina regresará con la emancipación definitiva. Dios .encabeza la jornada

NORWAY-VENEZUELA-NOBEL-PEACE-PRIZE

 

 

Alexander Cambero    

 @alecambero

 

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