El supertifón Neoguri azota la isla de Okinawa con lluvias torrenciales, vientos de hasta 250 kilómetros por hora y olas de gran altura.
El tifón ha dejado al menos un muerto, según la agencia Reuters y medio millón de personas han sido puestas en alerta para una posible evacuación para evitar las peligrosas consecuencias que arrastra el paso del que puede ser el peor tifón de la temporada.
Neoguri ha obligado al cierre de colegios, negocios y transportes. Muchos turistas están atrapados por el cierre del aeropuerto de Okinawa. Los daños de supertifón empiezan a ser visibles. Está previsto que el viernes llegue al corazón de Tokio con menor intensidad y en forma de tormenta tropial.
El País