Entre avisos publicitarios y alfombras rojas, los jóvenes de hoy en día ven cuerpos perfectos casi todos los días. Y pese que se les sigue recordando que esas imágenes son simplemente ilusiones fabricadas por el marketing, la juventud continúa queriendo acercarse a la imagen de perfección presentada en los medios, incluso considerando medidas radicales para lograrlo.
En Alemania parecen haber notado esto. En octubre, Bausparkasse LBS reveló los resultados de una encuesta realizada a diez mil niños entre nueve y catorce años, la cual mostró que uno de cada siete había pensado en la opción de recurrir a una cirugía estética para mejorar su apariencia.
Las autoridades también han tomado cuenta de esta tendencia y, según el periódico Frankfurter Rundschau, han decidido tomar cartas en el asunto.
De acuerdo con la publicación, el futuro gobierno de coalición formado por los Social Demócratas y el bloque conservador, liderado por la Canciller Angela Merkel, han llegado a un acuerdo para ingresar un proyecto de ley que prohibiría las cirugías estéticas en menores de 18 años a partir del 2014.
Esta iniciativa prohibiría las intervenciones quirúrgicas de este tipo en menores de edad, a menos que se solicite por necesidad médica, como en el caso cirugía reconstructiva facial o los implantes mamarios en supervivientes del cáncer de mama.
En declaraciones a la revista Spiegel, el portavoz de Salud de la Unión Demócrata Cristiana, Jens Spahn se mostró a favor de limitar las intervenciones no médicas hechas en menores. “La protección al menor también incluye proteger a la gente joven de las consecuencias de una mal dirigida manía por la belleza”, afirmó.
También declaró que considera “completamente inaceptable ofrecer un implante mamario como regalo de navidad a una chica de 15 años. Someter a un cuerpo joven, que aún está en desarrollo, a un procedimiento innecesario puede tener graves consecuencias, tanto físicas como mentales”.
La autoestima es lo que está en juego
Algunos estudios sugieren que el origen esta obsesión por la apariencia física puede ser encontrado en el impacto que los medios de comunicación tienen en los jóvenes, especialmente en las mujeres.
En Inglaterra, un estudio hecho por la fundación caritativa Girlguiding en 1200 mujeres de edad escolar y universitaria dio cuenta de la forma en que los medios afectan la forma en que las jóvenes se ven a sí mismas y esto llegaba a plasmarse en sus hábitos de vestir.
Por ejemplo, siete de cada diez jóvenes de entre 11 y 21 años declaró que cada vez que las imágenes que “avergonzaban” a celebridades las hacían sentirse ansiosas por su propia apariencia y un 75% dice sentir que a los hombres les gustaría que se vieran “como las mujeres que aparecen en TV”.
El estudio también sugiere que esta inseguridad parece haberse plasmado en sus hábitos de consumo, puesto que un 41% declaró haberse alejado de los deportes por “vergüenza de usar uniformes”, y un quinto del tramo entre 11 y 16 años declaró usar “ropa reveladora o de moda que les resulta incómoda” para mejorar su apariencia.
La psiquiatra Andrea Molina Aranda responsabiliza a la publicidad de estas conductas. “Si lo que se muestra y se bombardea es una imagen de un fenotipo que dista mucho de la realidad, las personas por supuesto que van a ver afectada su autoestima, puesto que ya tienen internalizado el modelo como lo ideal. Ellos creen que no dan para lo que la sociedad espera de ellos”, afirma.
Aunque también admite que los problemas de autoestima a que los jóvenes se enfrentan hoy en día podrían tener otro catalizador, la depresión. “Las personas con trastornos depresivos siempre tienen problemas de autoestima. La depresión causa una distorsión en la forma en que se ve la vida, se ve todo gris. Y uno puede relacionar el aumento general de los casos de depresión con el deseo creciente de sentirse a la altura del estándar establecido con los medios”, concluye.
Fuente http://www.emol.com/t
