Alemania acogió hoy a un primer grupo de 107 refugiados sirios, del contingente de 5.000 que admitirá, en medio de críticas de las ONG y la oposición, que lo tachan de insuficiente, y reclamaciones a los socios de la UE a reforzar la ayuda humanitaria a las víctimas del conflicto.
El primer contingente de refugiados -38 niños y 69 adultos- llegó al aeropuerto de Hannover (centro del país) a bordo de un vuelo chárter procedente de Beirut y fue recibido por el ministro de Interior, Hans-Peter Friedrich.
Mientras, el portavoz del Gobierno, Steffen Seibert, insistía en que Alemania no ampliará el contingente de refugiados más allá de los 5.000 a que se ha comprometido, al tiempo que apremiaba a los socios de la UE a mostrar un mayor compromiso con la ayuda a los refugiados.
Seibert recordó que, desde 2011, Alemania ha acogido a 18.000 peticionarios de asilo sirios y ha destinado 350 millones de euros a la ayuda humanitaria sobre el terreno.
Tras su llegada a Hannover, capital del Land de Baja Sajonia, los refugiados sirios serán distribuidos entre distintos centros de acogida del país.
El emplazamiento de algunos de esos centros topa con el rechazo de parte de la ciudadanía y ha sido utilizado asimismo por grupos de ultraderecha para reforzar sus campañas xenófobas.
Posiciones en contra
La ONG Pro Asyl advirtió que la cifra de 5.000 refugiados es a todas luces insuficiente y recordó que Alemania llegó a acoger a 15.000 kosovares y hasta 300.000 bosnios en los correspondientes conflictos de los Balcanes.
El líder del opositor partido los Verdes, Jürgen Trittin, cifró en 50.000 el número de sirios que el país debería estar dispuesta a acoger, vista la magnitud de la tragedia humanitaria derivada del conflicto civil y las capacidades de Alemania.
Desde La Izquierda, asimismo en la oposición, se criticó la política de asilo de los sucesivos gobiernos alemanes, fueran bajo liderazgo conservador o socialdemócrata.
El Gobierno alemán ha descartado hasta ahora participar en toda intervención en Siria, aunque ha expresado su apoyo a las iniciativas lanzadas por Estados Unidos para castigar con un ataque puntual a Damasco por el presunto empleo de armas químicas contra civiles, que EEUU considera demostrado.
El propio Seibert indicó que el Ejecutivo de Angela Merkel ve una «pequeña luz de esperanza» para llegar a una solución en el conflicto sirio después de que Damasco se comprometiese a entregar sus armas químicas siguiendo una propuesta rusa.
El primer paso que debe dar el régimen sirio de Bachar al Asad es firmar de manera inmediata la Convención sobre armas químicas, añadió el portavoz.
Siria, uno de los cinco países que todavía no han firmado la convención de 1997, se mostró ayer dispuesta a firmar este documento, según declaró en Moscú su ministro de Exteriores, Walid Muallen.
«Si vemos ahora una pequeña oportunidad para la diplomacia, eso no quiere decir que olvidemos los crímenes de los que es responsable el régimen de Al Asad», afirmó Seibert.
Berlín ha descartado la presencia de soldados alemanes en una eventual misión de cascos azules de la ONU para la destrucción del arsenal químico sirio, aunque ha expresado su disposición a aportar su experiencia en la destrucción de armas químicas en la desaparecida Unión Soviética.
Rusia propuso -articulando una idea de EEUU- que Damasco entregue su arsenal químico para evitar una intervención militar extranjera en su territorio, algo a lo que ha accedido Al Asad, según declaraciones oficiales del Gobierno de Damasco.
Fuente: Agencias
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