Alberto J. Vollmer es el patriarca sobreviviente de una de las estirpes empresariales más reconocidas y relevantes del país. En sus memorias cuenta vivencias personales y una historia de lucha constante por el desarrollo económico y social del país.
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A unos meses de cumplir los cien años, Alberto J. Vollmer, miembro de la cuarta generación de la familia Vollmer en Venezuela y primer presidente (1955) de CARST, Compañía Anónima Ron Santa Teresa, presenta este 13 de diciembre, en la Capilla de la Universidad Católica Andrés Bello, el libro de sus “Memorias”, un testamento de lealtad, resiliencia empresarial y compromiso con Venezuela.
Editada por AB Ediciones, la editorial de la Universidad Católica Andrés Bello, el empresario y filántropo venezolano Alberto J. Vollmer presenta sus “Memorias”, una obra que, más allá de la biografía o el relato histórico, ofrece un conjunto de recuerdos y vivencias destinadas a contribuir con su fragmento personal y familiar al mosaico documental del acontecer venezolano.
El autor y protagonista, brinda en sus evocaciones el compendio de una existencia de diez décadas, con la intención de transmitir un legado familiar cimentado en la perseverancia y el inquebrantable compromiso con la tierra de sus desvelos, se señala en una nota de prensa.
Perteneciente a una familia arraigada a Venezuela desde sus hitos fundacionales, resume su filosofía de vida en una premisa fundamental: «somos codepositarios de nuestra nacionalidad». Por lo que sus memorias no eluden los momentos difíciles, al asumir que los reveses son tan valiosos como las conquistas, y que, en aras del aprendizaje, las derrotas son tan importantes como las victorias.
El relato parte de sus raíces, de la figura fundacional de Francisca Ribas Palacios, «Panchita», prima de Simón Bolívar, considerada la “simiente de nuestra venezolanidad”, sobreviviente de 1814, “el año terrible” de la Guerra de Independencia, y de su esposo, Gustav Julius Vollmer Bösenberg, viajero proveniente de Hamburgo en los albores del siglo XIX.
Las memorias de Alberto J. Vollmer ofrecen una perspectiva única del desarrollo económico y cívico de Venezuela. La innovación ha sido una constante en su linaje: su abuelo, Gustavo Julio Vollmer Ribas, introdujo el primer alambique de cobre importado de Alemania a Santa Teresa y fue el artífice de la llegada del primer camión a la hacienda antes de la Primera Guerra Mundial, un evento que aterrorizó a la población local que creyó que era halado por fantasmas, al avanzar sin caballos.
Las memorias alcanzan su cúspide emocional en el relato de su séptimo hijo, Leopoldo. Nacido con graves problemas neurológicos. Leopoldo se convirtió en “el profesor del amor”, sobrenombre que le fue dado por la Madre Teresa de Calcuta. El autor describe cómo el arduo programa de estimulación, asumido por su esposa Christine y apoyado por el resto de sus hijos, transformó el ambiente familiar.
Al narrar su historia, Alberto J. Vollmer contextualiza cada suceso en la Venezuela del momento, dejando a la contemporaneidad y a las generaciones que lo han de suceder, un valioso testimonio de lo que ha sido un ejemplo de valores y construcción de ciudadanía.
