Hoy se cumplen 56 años del derrocamiento del dictador Marcos Pérez Jiménez y la parroquia 23 de Enero que evoca ese momento histórico, se convirtió una vez más en escenario de un hecho violento, cuando la madrugada de este miércoles fue asesinado William Alexander García (38), escolta del presidente de la Misión Negra Hipólita, Walter Gaviria.
Se conoció de manera extraoficial que el funcionario salió de su trabajo y a la altura de la Calle Real de Sierra Maestra, fue interceptado por varios sujetos para despojarlo de su moto Kawasaki y de su arma.
García no dudó en desenfundar su pistola y la accionó en contra de los antisociales para evitar el robo. Se produjo un intercambio de disparos. El portaba chaleco antibalas, pero los hombres le propinaron múltiples tiros en la cara y murió en el lugar. Luego de cometer el crimen los sujetos se dieron a la fuga y se llevaron la moto y el arma de la víctima: una pistola Glock, calibre 9mm. El guardaespaldas era miembro del grupo colectivo José Leonardo Pirela.
En el lugar se presentaron funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes hicieron el levantamiento planimétrico. Colectaron siete conchas de bala. Posteriormente trasladaron el cadáver a la medicatura forense de Bello Monte.
Los investigadores están desplegados por la parroquia y sus alrededores para dar con el paradero de los responsables. Han realizado recorridos por Los Flores de Catia, Los Magallanes, El lídice en búsqueda de los homicidas.
Antecedentes
En entre diciembre de 2013 y enero de 2014, dos escoltas han sido asesinados en la Gran Caracas. El pasado 12 de enero, resultó abatido José Luis Gil Mujica (36), quien fungía como guardaespaldas en la Vicepresidencia de la República, encabezada por Jorge Arreaza.
La víctima se encontraba en una fiesta de 15 años en el bloque 16 de la Urbanización Oropeza Castillo de Guarenas, cuando se produjo una discusión entre varios de los invitados. El intervino como mediador y uno de los hombres que participó en la disputa, le propinó un tiro en la cabeza.
El 23 de diciembre también perdió la vida, Jesús Castro (36). Se encargaba de la custodia de un empresario y fue asesinado por un grupo de hombres armados que le dispararon en el pecho y posteriormente le quitaron una cadena de oro, la víctima conversaba con el encargado de una cauchera en San Agustín del Norte.
Javier Gorriño, criminólogo, manifestó que el auge que ha cobrado el asesinato a efectivos pertenecientes a cuerpos de seguridad y escoltas, obedece a la impunidad.
«En los años 80 y principios de los 90 los casos se resolvían rápidamente, sobretodo si se trataba de un guardaespaldas o un policía. Solo pasaban horas a lo sumo días para que los pesquisas capturaran a los homicidas o los abatieran en enfrentamientos. Hoy en día tardan meses e incluso años en aprehender a los responsables por esta causa».
Además de ello, a los delincuentes, según el experto, les resulta fácil la obtención de armas de fuego por esta vía. «Por lo general, el funcionario reside en la zona donde operan, le tienden una emboscada a la salida del trabajo, le disparan, se la llevan y huyen».
El Universal