El pronunciado descenso que registró la industria el año pasado obedece a los escasos inventarios de materiales lo que obligó a las empresas, en varias oportunidades, a detener la producción debido a la carencia de insumos. Hoy día el sector opera, en promedio, a 30% de su capacidad instalada. Varias marcas han admitido que las filiales venezolanas generan pérdidas para las casas matrices.
Esta situación genera incertidumbre entre los trabajadores. Christian Pereira, presidente del Sindicato de Trabajadores de Chrysler, señaló que actualmente están ensamblando 20 unidades diarias, pero a partir de mañana solo operarán de lunes a jueves. “Las ensambladoras tienen que estirar la producción para evitar paralizarse”, dijo.
Por la caída en las operaciones de la industria, están en peligro de ser despedidos 506 trabajadores de General Motors y 267 de Ford, afirmó el también presidente la Federación Unitaria de Trabajadores Automotrices, Autopartistas y Conexos.
“En GM se constituyó la junta de arbitraje el viernes pasado, y ahora hay que esperar 30 días prorrogables para tomar la decisión. En el caso de Ford ya se envió un pliego al Ministerio del Trabajo y el proceso está en la etapa de inspección”, dijo Pereira.
A los que están en riego de perder sus empleos, se suman 76 trabajadores que despidió Chrysler en diciembre pasado luego de un pliego presentado en la Inspectoría del Trabajo, cuando alrededor de 65 empleados aceptaron un paquete económico que les presentó la empresa.
La merma en las operaciones de las ensambladoras ha tenido efecto en cascada. En lo que se refiere a las autopartistas se sabe que 35 trabajadores de Filtros Wix fueron despedidos y que en la empresa Suramericana de Soplados, que intervino el gobierno, hay 23 trabajadores en veremos desde el pasado 29 de septiembre cuando los dueños decidieron abandonar el país.
Por el descenso en las ventas, los concesionarios conservan el mínimo indispensable de empleados. “De tener 10 trabajadores, muchos pasaron a 3”, dijo un representante del sector.
Génesis. La contracción de la industria comenzó en 2008 cuando entró en vigencia la política automotriz gubernamental, cuyo principal objetivo quedó en papel: incrementar la producción nacional.
Desde entonces, la liquidación de divisas a la industria ha marcado el ritmo del sector. Progresivamente fueron reduciendo los dólares para importar vehículos terminados, al punto que desde hace varios años no otorgan para este concepto.
Desde 2013, la merma en la entrega de dólares alcanzó a las ensambladoras, que reportan que desde finales de ese año el Centro Nacional de Divisas no les liquida.
El año pasado la industria fue convocada a tres subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas, de las cuales aún esperan la liquidación de los dólares adjudicados en la última, efectuada en noviembre.
“No hay expectativas de que haya asignaciones. No hay que ser experto para darse cuenta de que si el año pasado el petróleo llegó hasta a 100 dólares el barril y hubo problemas, entonces en 2015 con un barril entre 40 y 50, las dificultades se duplican”, expresó Pereira.
CARMEN SOFÍA ALFONZO A. | CALFONZO@EL-NACIONAL.COM
TIBISAY ROMERO | VALENCIA
El Nacional
