Para que muchas de tus tareas y labores cotidianas sean productivas necesitas prestarles la correcta atención.
Esto significa enfocarte en ellas y aplicar tus habilidades eficientemente, lo que suele traducirse en hacer uso de la concentración.
Hay quienes piensan que en ciertas ocasiones la concentración está de más, pues ya se han adaptado a actuar de forma mecánica.
Si bien es cierto que en algunas actividades que nos son habituales podemos dividir nuestra atención, todo sale mucho mejor cuando estamos al 100 %.
Ahora bien, ¿cómo consideras que es tu concentración? ¿Te resulta sencillo mantener la atención en lo que estás haciendo o más bien divagas?
¿Crees que tu productividad y metas se ven afectadas porque no prestas suficiente atención a lo que deberías?
Si eres como muchos de nosotros y la falta de concentración es uno de tus problemas, no te preocupes. Aquí te dejamos algunos trucos para mejorar la concentración.
1. Aleja de tu mente cualquier cosa que te perturbe
Sabemos que nuestras emociones influyen en todos los aspectos de nuestra vida, ya sea que hablemos de relaciones, decisiones o acciones.
Es muy importante dejar atrás los problemas y aquello que nos perturba para poder enfocarnos en nuestras actividades.
Al momento de ponernos manos a la obra lo mejor es dejar nuestra mente libre de cualquier pensamiento.
Apaga o elimina todas las distracciones que te puedan afectar. Sabemos que hay un montón de cosas que te pueden distraer:
- Música.
- Tus hijos o tu pareja.
- La televisión.
- Conversaciones ajenas.
- Las preocupaciones que te dan vueltas en la cabeza.
La verdad es que la lista es mucho más larga, pero debes aprender a traer la concentración a tu vida.
Entre las cosas que puedes hacer para disminuir las distracciones están:
- Dedicarte, solo por 30 o 40 minutos, a una tarea específica y durante ese tiempo alejar de tu mente cualquier otra cosa.
- Acompañar tus actividades con música relajante o con el género de música que te guste, pero que no te distraiga. Si eres de los que cantan cada canción que se saben, prueba con música sola.
- Apaga todo los aparatos y distractores. El celular, la televisión y las redes sociales son verdaderos enemigos de la concentración.
Por eso, cuando te dispongas a enfocarte en alguna tarea, apágalos o evítalos.
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2. Realiza ejercicios mentales de forma periódica
No tienes que recurrir a un experto que te indique alguno ejercicios mentales para mejorar la concentración.
Puedes optar por los pasatiempos, como resolución de:
- Crucigramas
- Laberintos
- Rompecabezas
- Videojuegos
Todos estos ejercicios ayudan a tu cerebro a mantenerse trabajando constantemente.
No obstante, esto no es todo, ya que, por la complejidad que implican, entrenan a tu mente para enfocarse en lo que debe resolver en el momento.
Procura incorporar una variedad de ejercicios mentales de este tipo a tu vida diaria. Encuentra las actividades que más te gustan o ve probando con todas. La idea es que también sea algo divertido.
3. Cambia de hábitos
Realizar ejercicio físico es una excelente forma de liberar el estrés, lo que a la vez promueve el bienestar emocional y mental. Mientras esto pasa, también mejora tu autoestima, debido a que produce cambios positivos en tu cuerpo.
Cuando una buena rutina de ejercicio está acompañada de una dieta balanceada, tu memoria recibe vitaminas que contribuyen a mejorar la concentración y, por supuesto, rendir lo mejor en nuestras actividades.
Uno de los mejores hábitos que puedes adoptar para mejorar tu productividad es tener un horario para cumplir con cada obligación o tarea.
4. Descansa tu mente cada poco tiempo
Cuando realizamos una labor que requiere de un gran esfuerzo mental es necesario darle pequeños descansos a tu cerebro. Lo ideal es que, por lo menos, cada 45 minutos de trabajo descanses 10.
Tomar pequeños recesos permite que tu cerebro se oxigene y es más fácil mantener la concentración. Luego de estos 10 minutos, sigue con tus actividades.
Verás que tu nivel de atención es mucho mayor que minutos antes.
5. Cuida tu vida emocional
A este factor muchas veces le damos poca importancia y no nos damos cuenta de que este aspecto es uno de los más importantes.
Cuanto mejor te encuentres emocionalmente, mejor será tu rendimiento en todo lo que hagas.
Puedes organizar todo tu ambiente para estar libre de distracciones y puedes resolver mil crucigramas. Si tu vida emocional no es sana y tienes mil problemas es posible que la concentración no dure mucho tiempo.
Para evitar el caos que una vida emocional saturada de cosas negativas puede traer, procura tomarte el tiempo para resolver esos asuntos.
Medita, haz yoga, charla con tu pareja o lo que necesites.
Todos estos aspectos influyen en gran medida en tu productividad y éxito. Recuerda que mejorar la concentración requiere de cierto trabajo de tu parte.
Si ahora te está costando trabajo mantener el enfoque, te invitamos a que los pongas en práctica estos consejos.
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