¿Pasan los días y permanentemente tienes la sensación de hambre continua? ¿Será simple gula o puede haber algún motivo más? Si pasas por ese estado habitualmente, puede ser por diferentes razones tal y como apuntan en el portal “mujerhoy.com“:
1- Deshidratación: La deshidratación puede manifestarse de diferentes maneras. Tu cuerpo te puede mandar la señal de que necesita hidratarse de una manera confusa, como lo es enviando señales de apetito en lugar de sed. El hipotálamo produce esa confusión de conceptos.
2- Estrés: El estrés es uno de los grandes enemigos de nuestra salud. Entre otras muchas cosas puede provocar que comas más de lo que en realidad necesitas porque dispara tus niveles de ansiedad. Las famosas hormonas del estrés son el cortisol y la adrenalina. Estas se disparan, reduciendo la serotonina y aumentando tu sensación de apetito.
3- Alcohol: Cuando nuestro cuerpo bebe demasiado alcohol, puede que estemos a lo largo de todo el día queriendo comer y comer. Este motivo está directamente ligado con el punto número uno que te explicábamos, la deshidratación. El alcohol deshidrata, por lo que cuando tu cuerpo está en este estado, puede que te esté enviando señales equivocadas y enviadas por el hipotálamo.
4- Velocidad: Seguro que cuando eras pequeña te acordarás de cómo tu madre, o en la escuela, siempre te decían “mastica bien y come despacio”. Esta regla es más importante de lo que crees. Con respecto al apetito, la velocidad es fundamental porque si comes demasiado deprisa no dejarás que tu cerebro envíe las señales de saciedad y al final, acabarás teniendo hambre muy pronto.
5- Falta de sueño: Un estudio elaborado por el Centro de Investigación en la Universidad de Columbia asegura que la falta de sueño influye directamente en tu apetito. La gente que dormía solo 4 horas, necesitaba ingerir más calorías al día siguiente.
– Además de todas estas consideraciones, es muy importante que acudas a un médico si presentas un aumento del apetito inexplicable y persistente o tienes otros síntomas inexplicables, tal y como apuntan en MedicinePlus. Si estás tomando algún medicamento, comprueba en el prospecto los efectos secundarios del mismo. Hay muchos fármacos que aumentan el apetito de una manera considerable.
Fuente: Siempre mujer
