Ya son 446 años a cuestas. Santiago de León de Caracas está de aniversario, la ciudad que fue fundada en 1567 como capital de provincia, que tomó protagonismo en la época independentista, asentamiento de los poderes públicos, sinónimo de crecimiento como metrópoli, que en los últimos años se ha visto golpeada por diversos problemas que pueden reflejar en pequeña escala el debilitamiento del país.
El historiador Elías Pino Iturrieta reflejó la posición de Caracas en el plano universal: su importancia económica, cultural y política, desde los tiempos de la Capitanía General de Venezuela, su consolidación en el período independentista y su crecimiento durante la industria petrolera. Sin duda, puede verse Caracas como un reflejo de administración de vida de todos los venezolanos.
Cuando la capital presenta un crecimiento profesional tanto de urbanismo como de arquitectura, acompañada de cultura y educación, el país crece; por el contrario, cuando se deteriora, esa misma variable ocurre con el país, estimó el historiador.
Serán diversas las actividades preparadas para esta semana por cada una de sus autoridades principales. Recreación, preservación y mantenimiento serán algunos de los cariños que recibirá la ciudad por su cumpleaños, que pueden resultar insuficientes ante las docenas de necesidades que se requieren para mejorar en cuanto a prestación de servicios y calidad de vida.
El Gobierno Nacional por un lado y la Alcaldía Metropolitana por otro, así se reparte el poder en Caracas. El alcalde de Libertador, Jorge Rodríguez, trabaja en llave con la jefa de Gobierno del Distrito Capital, Jacqueline Faría, puesto creado en 2009 y designado a dedo por el fallecido presidente Chávez, con planes mayoritariamente de mantenimiento y creación de nuevas viviendas. Por otro, el alcalde mayor, Antonio Ledezma, que desarrolló sus propios planes de crecimiento y fortalecimiento de la ciudad.
Necesidades ciudadanas
No es secreto que la inseguridad es el mayor flagelo que padecen los habitantes de Caracas, ciudad que constantemente rodea las penosas listas de las urbes más peligrosas del mundo.
Basta con hablar con los caraqueños para comprobar que la inseguridad, basura, colas, falta de planificación y desabastecimiento, forman parte de las necesidades que cada día se hacen más constantes.
Nelson Blanco, miembro de una cooperativa de ambiente del Gobierno que trabaja en la jardinería del Paseo Colón, en Plaza Venezuela, celebró la recuperación de lugares emblemáticos que la basura y el comercio informal habían hecho suyos. Reconoció que los gobiernos locales se han esforzado en recuperar terrenos, pero cuestionó que se olviden de los barrios, de la pobreza y mejoramiento de los servicios básicos.
En la plaza Altamira, Gonzalo Guerrero, comerciante de una arepera de la zona, criticó que ha sido la inestabilidad y guerra política la que no permite el crecimiento de la ciudad. “Todo parece estar dominado por mafias, las obras tardan meses en culminarse y muchas quedan incompletas. Muchos constructores buscan lucrarse del dinero público con trabajos sin calidad, no hay fiscalizadores y al Gobierno pareciera no importarle”.
Buscar soluciones
Decir que no se buscan erradicar los problemas sería falso. Los consultados refirieron que la voluntad política tiene que ser reforzada e ir acompañada de acciones concretas en obras para la ciudad, mientras que la población debe ser consciente en cuidar lo que ya se ha logrado recuperar.
Fuente: El Carabobeño