Tienen precios asequibles para cualquier persona. Se mueven con soltura en un uso cotidiano. Sirven para enviar y recibir WhatsApps, para hacer fotografías, para leer el periódico, para ver vídeos… hablamos de los móviles de gama de entrada (con Android), aquellos que tienen precios que están por debajo de los 150 euros. Pero, al mismo tiempo, prácticamente todos los móviles de gama de entrada fallan en las mismas cosas. El Motorola Moto E (2015), el ZTE Blade L2, el Huawei G620S, el Samsung Galaxy Core 2, el Sony Xperia M2 o el LG G2 Mini; no se libra ninguno. Desde nuestro punto de vista, te contamos las tres cosas que tendrían que mejorar en los móviles de gama de entrada.
1. El tamaño de la pantalla
¿Por qué los fabricantes llevan años empeñados en que un teléfono inteligente de gama de entrada ha de tener, sí o sí, una pantalla pequeña? Parece que en los últimos meses la situación está cambiando, pero incluso todavía a día de hoy seguimos asistiendo al lanzamiento de móviles de gama de entrada con pantallas que rondan las 4,5 pulgadas. Estaremos de acuerdo en que no a todos los usuarios les tiene por qué gustar una pantalla grande (para eso están los phablets), pero no debemos despreciar a los usuarios de las gamas más bajas pensando que con una pantalla pequeña tienen suficiente.
Todos los contenidos se consumen mejor en una pantalla grande (vídeos, periódicos en su versión móvil, conversaciones a través de mensajes, etcétera), y desde aquí animamos a los fabricantes a que estandaricen el tamaño de la pantalla de los móviles de gama de entrada hacia una medida más universal como puede ser, por ejemplo, la de las cinco pulgadas. Lo que no tiene mucho sentido es que, para comprar un móvil de gama de entrada, haya que pasar sí o sí por una pantalla minúscula.
De los seis móviles que hemos mencionado al inicio de este artículo (Moto E, Blade L2, G620S,Galaxy Core 2, Xperia M2 y G2 Mini), solamente dos tienen un tamaño de pantalla de cinco pulgadas (el Blade L2 de ZTE y el Ascend G620s de Huawei). Y, si nos vamos a móviles todavía más económicos, lo raro es que nos encontremos con una pantalla que supere las cuatro pulgadas.
2. La capacidad de almacenamiento interno
No, por mucho que las compañías se empeñen en afirmar lo contrario, ni 4 ni 8 GigaBytes son suficientes para un teléfono inteligente de gama de entrada. Partiendo de la base de que el usuario tiene a su disposición la mitad de la capacidad anunciada en un móvil (lo explicamos en su día, y no se puede hacer nada para luchar contra ello), 2 o 4 GigaBytes de memoria interna se llenan en cuestión de días, y un usuario que compra un móvil de gama de entrada normalmente se acaba arrepintiendo de su decisión a los pocos días de uso.
Pero, en ese momento, aparecen los fabricantes y nos recuerdan que estos móviles asequibles casi siempre incorporan una ranura para tarjetas de memoria externa microSD. Y es cierto, ya que es muy raro encontrar un móvil de gama de entrada que no permita la expansión de la memoria. Pero, siendo sinceros, la pregunta que tendrían que hacerse los fabricantes es… ¿cuántos usuarios de móviles de gama baja saben cómo pasar todas las aplicaciones a la tarjeta de memoria externa? Y no solamente eso, sino que… ¿cuántos móviles de gama baja incorporan de serie una versión del sistema operativo Android lo suficientemente actualizada como para tener completa libertad a la hora de mover aplicaciones a la microSD?
3. Las capas de personalización
Podemos entender que buques insignia como el Samsung Galaxy S6, el LG G4 o el HTC One M9incorporen interfaces personalizadas con capas de cada fabricante, ya que se trata de una seña de identidad que ayuda a dar ese toque personal a móviles que compiten en la élite del sector. Incluso, también podemos entender que móviles de gama media incorporen capas de personalización, ya que se trata de un sector muy igualado en el que las compañías tienen que buscar cualquier aspecto para destacar frente a su competencia. Pero, ¿qué sentido tiene que los móviles de gamas de entrada incorporen capas de personalización?
Las capas de personalización en los móviles más baratos no hacen más que empeorar la experiencia del usuario. En un móvil barato, no tiene sentido obligar al usuario a pasar por una capa de personalización que, en estas gamas, no aporta ningún añadido realmente útil. La versión pura de Android es más que suficiente para cualquier usuario que busque un teléfono asequible, ya que dispone de todas las funciones básicas que se le pueden pedir a un móvil (desde una alarma hasta un calendario, pasando por todas las funciones propias del sistema operativoAndroid).
En resumen, un móvil de gama de entrada sin capa de personalización (o con una capa más ligera) probablemente sería más fluido, tendría mayores probabilidades de recibir actualizaciones en el futuro y, en resumen, ofrecería una vida útil mucho más larga. Por no hablar del espacio de almacenamiento interno que se ahorraría al reducir el peso de la capa de personalización.
Fuente: Tu experto móvil