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Digitel permitirá a los usuarios escoger el número que deseen con el 0422

Posted on: julio 14th, 2025 by Super Confirmado

Digitel lanza al mercado el 0422, una nueva opción de numeración para todos los usuarios de telefonía móvil en Venezuela. El 0422 permitirá atender la alta demanda de usuarios de la operadora y expandir aún más su propuesta comercial con servicios y soluciones tecnológicas de avanzada, lo que representa un paso significativo en la evolución de la compañía, permitiendo una mejor gestión de los recursos numéricos y una experiencia de usuario más satisfactoria.

El lanzamiento del 0422 trae consigo múltiples beneficios para los usuarios entre los que destacan una amplia gama de números para nuevos clientes, dándoles la flexibilidad de personalizar su experiencia, encontrando el número que mejor se ajuste a sus preferencias. En ese sentido, quienes adquieran una línea nueva con la numeración 0422 tendrán la posibilidad de elegir el número que deseen a través de los Centros de Atención y Agentes Autorizados de la operadora.

Adicionalmente, los clientes nuevos y actuales, de los segmentos Personas, Negocios y Empresas en prepago y pospago, al momento de adquirir una línea nueva SIM o eSIM con el nuevo bloque de numeración 422, con los Planes Inteligente Plus 6, 12 y 30 GB desde el 4 de julio y hasta el 26 de septiembre, recibirán la línea gratis, pagando solo el monto de la recarga por la activación del plan seleccionado.

A propósito de la disponibilidad del 0422, Luis Bernardo Pérez, presidente de Digitel, subraya “al comercializar el 0422, estamos pensando en esos usuarios que quieren experimentar las soluciones de conectividad accesibles y de alta calidad que tiene Digitel, con el número que quieran. Estamos enfocados en transformar la experiencia digital de los venezolanos y el 0422 nos permitirá que cada día más personas se unan y disfruten de las ventajas de la tecnología.”

Tanto clientes actuales como potenciales podrán aprovechar las ventajas del 0422, con el que la operadora se mantendrá impulsando experiencias móviles innovadoras y personalizadas; como una muestra del compromiso de Digitel con la satisfacción del cliente y su esfuerzo continuo por ofrecer soluciones a la par de los adelantos tecnológicos mundiales, gracias a una red robusta y a la vanguardia tecnológica. Para más información, visite digitel.com.ve

 

#Caricatura 14/07/2025

Posted on: julio 14th, 2025 by Super Confirmado

Andrés Oppenhereimer: El alarmante atraso de América Latina en inteligencia artificial

Posted on: julio 14th, 2025 by Super Confirmado

Un nuevo estudio me ha dejado pensando si los presidentes latinoamericanos están perdiendo el tiempo en trivialidades en lugar de hablar de la principal amenaza para la región: su preocupante atraso en inteligencia artificial (IA).

América Latina constituye el 6,3% de la economía mundial, pero solo representa el 1,6% de la inversión global en IA, según el estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas. Es la región del mundo que menos invierte en IA. Mientras que Estados Unidos gasta US$78 millones al año, Asia US$61 millones, Europa US$22 millones y Medio Oriente y África en conjunto US$3,6 millones, América Latina invierte solo US$2,6 millones al año en IA, dice el estudio.

Peor aún, las inversiones en IA disminuyeron en Brasil, Argentina, Colombia y el Perú entre el 2019 y el 2023. Brasil lidera actualmente el gasto en IA en la región con US$1,1 millones anuales, seguido por México (US$660 millones), Chile (US$163 millones), Argentina (US$146 millones), Colombia (US$136 millones) y el Perú (US$77 millones).

A pesar de este rezago tecnológico, pocos presidentes latinoamericanos están hablando del tema. Muchos siguen centrados en nimiedades mientras transcurre la mayor revolución tecnológica en siglos.

Hay una importante corriente de opinión según la cual América Latina está tan rezagada en IA que debería centrarse en sus industrias tradicionales –alimentos, energía y turismo– y agregarles valor o hacerlas más eficientes.

Luis von Ahn, el multimillonario guatemalteco que fundó Captcha y la plataforma de idiomas Duolingo, me comentó que no conoce ningún LLM –como se llaman los modelos lingüísticos grandes, como ChatGPT o Gemini– que haya sido entrenado en América Latina. “Todo está siendo hecho en Estados Unidos y China, y un poco en Europa”, me dijo.

Aún más preocupante, algunos países latinoamericanos están invirtiendo en call centers y empresas de atención al cliente, que son industrias condenadas a ser reemplazadas por la IA, advirtió. “Es una enorme pérdida de tiempo”, me señaló.

Cuando le pregunté qué deberían hacer los países latinoamericanos, Von Ahn recomendó desarrollar aplicaciones de IA para aumentar la eficiencia de industrias claves como la agricultura y el turismo.

“La agricultura va a seguir siendo importante, porque la gente va a seguir comiendo aguacates, y el turismo va a seguir existiendo porque la gente va a seguir viajando”, me dijo.

Raúl Katz, coautor del nuevo estudio de la Cepal y director de Investigación de Estrategia Empresarial del Instituto de Teleinformación de la Universidad de Columbia, me dijo que –ya se trate de industrias tradicionales o nuevas– los países no tienen otra opción que invertir en IA.

“Si las empresas latinoamericanas no usan más IA en sus procesos de facturación, logística, distribución y cadenas de suministro, se van a quedar aún más atrás, y lo mismo va a pasar con las economías de sus países”, advirtió Katz.

El mayor problema es que más del 95% de las empresas de la región son pequeñas y medianas, que carecen del dinero o del personal calificado para adoptar la IA. Construir centros de datos es importante, pero el principal obstáculo no es la infraestructura, sino la capacidad de las empresas para adoptar nuevas tecnologías, me dijo Katz.

La solución, añadió, es invertir en institutos tecnológicos en cada país para ayudar a las pequeñas empresas a adoptar la IA, como lo hacen Alemania y Japón, y aumentar la educación terciaria. Solo el 22% de los brasileños y mexicanos mayores de 25 años son graduados universitarios, según la Cepal.

Cuando le pregunté sobre la sugerencia de Von Ahn de centrarse en la agricultura y el turismo, Katz me dijo que la IA es esencial incluso en esos sectores.

“Para agregar valor a las exportaciones agrícolas, necesitas IA”, concluyó. “Hay múltiples formas de aumentar la productividad agrícola usando IA para medir la humedad del suelo y estimar la cantidad de fertilizante o semillas necesarias”.

En resumen, la receta para América Latina no debe ser elegir entre impulsar las materias primas o la tecnología, sino adoptar la IA para impulsar la productividad en todas las industrias. Si no lo hace, su futuro será más sombrío que su presente

Un nuevo estudio me ha dejado pensando si los presidentes latinoamericanos están perdiendo el tiempo en trivialidades en lugar de hablar de la principal amenaza para la región: su preocupante atraso en inteligencia artificial (IA).

América Latina constituye el 6,3% de la economía mundial, pero solo representa el 1,6% de la inversión global en IA, según el estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas. Es la región del mundo que menos invierte en IA. Mientras que Estados Unidos gasta US$78 millones al año, Asia US$61 millones, Europa US$22 millones y Medio Oriente y África en conjunto US$3,6 millones, América Latina invierte solo US$2,6 millones al año en IA, dice el estudio.

Peor aún, las inversiones en IA disminuyeron en Brasil, Argentina, Colombia y el Perú entre el 2019 y el 2023. Brasil lidera actualmente el gasto en IA en la región con US$1,1 millones anuales, seguido por México (US$660 millones), Chile (US$163 millones), Argentina (US$146 millones), Colombia (US$136 millones) y el Perú (US$77 millones).

A pesar de este rezago tecnológico, pocos presidentes latinoamericanos están hablando del tema. Muchos siguen centrados en nimiedades mientras transcurre la mayor revolución tecnológica en siglos.

Hay una importante corriente de opinión según la cual América Latina está tan rezagada en IA que debería centrarse en sus industrias tradicionales –alimentos, energía y turismo– y agregarles valor o hacerlas más eficientes.

Luis von Ahn, el multimillonario guatemalteco que fundó Captcha y la plataforma de idiomas Duolingo, me comentó que no conoce ningún LLM –como se llaman los modelos lingüísticos grandes, como ChatGPT o Gemini– que haya sido entrenado en América Latina. “Todo está siendo hecho en Estados Unidos y China, y un poco en Europa”, me dijo.

Aún más preocupante, algunos países latinoamericanos están invirtiendo en call centers y empresas de atención al cliente, que son industrias condenadas a ser reemplazadas por la IA, advirtió. “Es una enorme pérdida de tiempo”, me señaló.

Cuando le pregunté qué deberían hacer los países latinoamericanos, Von Ahn recomendó desarrollar aplicaciones de IA para aumentar la eficiencia de industrias claves como la agricultura y el turismo.

“La agricultura va a seguir siendo importante, porque la gente va a seguir comiendo aguacates, y el turismo va a seguir existiendo porque la gente va a seguir viajando”, me dijo.

Raúl Katz, coautor del nuevo estudio de la Cepal y director de Investigación de Estrategia Empresarial del Instituto de Teleinformación de la Universidad de Columbia, me dijo que –ya se trate de industrias tradicionales o nuevas– los países no tienen otra opción que invertir en IA.

“Si las empresas latinoamericanas no usan más IA en sus procesos de facturación, logística, distribución y cadenas de suministro, se van a quedar aún más atrás, y lo mismo va a pasar con las economías de sus países”, advirtió Katz.

El mayor problema es que más del 95% de las empresas de la región son pequeñas y medianas, que carecen del dinero o del personal calificado para adoptar la IA. Construir centros de datos es importante, pero el principal obstáculo no es la infraestructura, sino la capacidad de las empresas para adoptar nuevas tecnologías, me dijo Katz.

La solución, añadió, es invertir en institutos tecnológicos en cada país para ayudar a las pequeñas empresas a adoptar la IA, como lo hacen Alemania y Japón, y aumentar la educación terciaria. Solo el 22% de los brasileños y mexicanos mayores de 25 años son graduados universitarios, según la Cepal.

Cuando le pregunté sobre la sugerencia de Von Ahn de centrarse en la agricultura y el turismo, Katz me dijo que la IA es esencial incluso en esos sectores.

“Para agregar valor a las exportaciones agrícolas, necesitas IA”, concluyó. “Hay múltiples formas de aumentar la productividad agrícola usando IA para medir la humedad del suelo y estimar la cantidad de fertilizante o semillas necesarias”.

En resumen, la receta para América Latina no debe ser elegir entre impulsar las materias primas o la tecnología, sino adoptar la IA para impulsar la productividad en todas las industrias. Si no lo hace, su futuro será más sombrío que su presente.

 

Andrés Oppenheimer

 

Carolina Jaimes Branger: Paulina Gamus Gallegos y su legado en la vida venezolana

Posted on: julio 14th, 2025 by Super Confirmado

El viernes 11 de julio al mediodía abrí el WhatsApp para chequear mis mensajes. El primero y único que vi fue el de mi amigo el Dr. Benjamín Scharifker, que decía: “Lamento transmitir la muy dolorosa noticia del fallecimiento esta mañana de nuestra querida Paulina Gamus, mujer de temple, de inteligencia vivaz y verbo inigualable, sólida en sus conceptos y firme en sus convicciones, luchadora hasta el final. Sentido pésame a familiares y amigos. La echaremos de menos, bendita será su memoria”. Demás está decir que no leí más… Tuve con Paulina una amistad cercana y la noticia, aunque no me tomó por sorpresa, sí me produjo mucho dolor.

Paulina Gamus Gallegos se nos fue después de haber vivido una vida intensa, interesante y apasionada. Su figura, sin que me quede duda, permanecerá como un emblema de trabajo, buen hacer, decencia, honestidad, que, ojalá que la nueva sociedad que ella no llegó a ver, la reconozca y aprenda de ella. Desde su labor como activista y defensora de los derechos humanos hasta su compromiso en la arena política, la trayectoria de Paulina fue un ejemplo de dedicación y pasión por el bienestar de su nación. Si fuéramos un país de alguna manera civilizado, su partida debería significar un momento de reflexión para la política venezolana.

Nacida en un contexto complejo, Paulina logró abrirse camino -y siempre trabajó amén de moverse como pez en el agua- en un espacio predominantemente masculino. Se graduó de abogada, mención Magna Cum Laude, en 1959. Fue directora de menores en la Policía Técnica Judicial (PTJ, hoy Cicpc), donde estuvo durante 9 años.  Fue la primera mujer de origen judío en ocupar un escaño en el entonces Congreso Nacional, primero como diputada y luego como senadora. También la cultura venezolana tuvo influencia de su buen hacer: fue ministra de Estado-presidenta del Consejo Nacional de la Cultura (Conac) entre 1986 y 1989. También fue articulista en varios importantes medios donde dejó claro que “no tenía pepitas en la lengua y no era escaparate de nadie”. Fue miembro de la junta directiva de la Fundación Conciencia Activa, directora ejecutiva de la CAIV, la Confederación de Asociaciones Israelitas de Venezuela y miembro de la junta directiva del Espacio Anna Frank.

Su valiente defensa de los derechos de la mujer y su lucha por la equidad son características que la definieron y que han inspirado a varias generaciones de venezolanas. A lo largo de su carrera, se destacó por su capacidad de diálogo y su firme postura en pro de la justicia social.

Dejó sus memorias en un libro editado en 2018 por Sergio Dahbar, titulado Permítanme contarles.

Hace unos meses empezamos una entrevista que yo quería hacerle y que por motivos diversos siempre pospusimos. Guardé lo que habíamos adelantado para más tarde…

Su legado perdurará en los corazones de quienes la conocimos y la quisimos, y en las políticas que promovió y en las injusticias que ayudó a erradicar. Que su visión de un país más justo y equitativo siga viviendo en el trabajo de aquellos que continúan la lucha que ella inició.

En su despedida, recordamos a Paulina ya no solo por sus logros políticos, sino también por su incansable espíritu. La comunidad venezolana se une para rendir homenaje a su vida. Su presencia seguirá siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones de mujeres líderes que buscan transformar el panorama nacional.

Que su memoria perdure y continúe guiando a Venezuela hacia un futuro mejor.

Carolina Jaimes Branger

@cjaimesb

Acoso a los hijos - Paulina Gamus - César Miguel Rondón

 

 

Asdrúbal Aguiar: Rayma, corazón de Venezuela

Posted on: julio 14th, 2025 by Super Confirmado

 

Yo Inmigrante es una iconografía que nos muestra metafóricamente al ser que somos los venezolanos, los formantes de nuestra tercera y actual diáspora histórica. El libro, por lo mismo, tiene un mérito excepcional que Venezuela ha de agradecerle a su autora, Rayma Suprani. Con ella quedo en deuda, dado el honor que me ha hecho al pedirme trazar unas líneas para su presentación. Gracias también a Adriana Meneses, por facilitar la confluencia.

La migración venezolana frisa ya cerca de 8.000.000 de almas girando alrededor del mundo. Ha reducido severamente a nuestra población. Y cabe decir que Venezuela, como república y en su génesis fue un país despoblado. Perdimos casi 30% de la población tras la lucha fratricida por la Independencia. Otra cantidad similar desapareció a raíz de la guerra larga o federal, aquella y esta durante el siglo XIX.

Una parte importante de nuestros originarios, de cultura nómade y sin arraigo, migraron antes hacia el Caribe. Las crónicas que nos comparaban desde la visual de las grandes civilizaciones precolombinas, afirmaban nuestra poquedad poblacional. Los pacíficos arahuacos venidos desde el sur del Orinoco y las costas de Paria, huyendo de las violentas naciones caribes avanzaron hacia las islas del norte, alcanzando a Puerto Rico.

Los caribes, flecheros y gente de mar como lo eran, igualmente migraban desde nuestras tierras hacia Trinidad con sus piraguas y canoas e infestaban a las islas de Barlovento. Avanzaron y ocuparon la Guayana Esequiba y más tarde desalojaron de allí a ingleses enemigos, invasores, en 1614. Algo increíble, si no fuese por saberse lo que se sabe. Se puede migrar a pie por la selva del Darién, hacia Estados Unidos.

Venezuela, no obstante, durante su vida de república sin nación –sin nación, enfatizo, hasta el último tercio del siglo XX– ha sido una tierra de inmigrantes, no de migrantes. Los que salían al exilio por razones políticas eran pocos en número. De ordinario viajaban a destinos que los mantuviesen cerca de la patria, para sus prontos regresos.

Hicimos migrar, sí, a muchos criollos, a venezolanos hijos de españoles a raíz de la caída de la Primera República, en 1812, sobre todo a raíz de la Guerra a Muerte. Hasta proscribimos –lo hizo Simón Bolívar– el matrimonio con los nacidos en España. Fue una medida que revierte, sabiamente, el general José Antonio Páez, al reconstituir la república a partir de 1830. Es célebre su decreto mandando poblar a Venezuela con inmigrantes canarios. Aducía que sus costumbres eran las más próximas a las nuestras.

Se trata de una saga inmigratoria ampliada a Europa y que acelerarán durante el siglo XX los gobiernos de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez; en el primer caso para propender a nuestro desarrollo agrícola, y en el segundo, para nuestra modernización física y territorial.

Durante la elipsis democrática civil, entre 1959 y 1999 –que dura casi dos generaciones y media–, otros dos instantes inmigratorios fortalecen y desafían nuestra textura institucional y social. A su término y al apenas concluir el siglo XX e iniciarse el siglo XXI experimentamos los venezolanos una nueva reversión inédita de esa tendencia histórica inmigratoria. Se transforma en migración masiva y envolvente de venezolanos, como durante la colonia y el tiempo emancipatorio, con la consiguiente declinación de la patria.

Distinta y objeto de estudio habrá de ser, por sus efectos sociales y hasta políticos, la inmigración que avanzó sobre la Venezuela Saudita de mediados de los años setenta, con sus varios millones de ilegales. Motivaron distintas decisiones por los gobiernos de Herrera Campins y el segundo de Carlos Andrés Pérez. Y este fue criticado, acremente, por una élite política adversa a la legalización de los hijos de inmigrantes, nacidos en nuestras maternidades. En su mayoría eran colombianos y caribeños. No debemos olvidarlo.

Lo insólito, en suma, es que, ayer migrábamos como nación de conciencia compartida que aspiraba ser tremolando las banderas de la libertad, mientras las sombras se nos sobreponían. Las formas republicanas autoritarias nos engulleron. Y en el ahora, cuando el país había logrado su modernización material, política y educativa, la conciencia de nación en forja constante se nos apaga. ¿Acaso por obra de una anaciclosis histórica?

La república hoy duerme. Entre tanto, vaga por el planeta tras sus huellas extraviadas una nación por construir, la venezolana. Lo sabemos, al menos quienes hemos sido aleccionados por la diáspora. Lo sabrán quienes se aproximen, con espíritu crítico al mundo metafórico que nos recrea como inmigrantes Rayma, a través de sus caricaturas.

Aquí me detengo para trasladarles, a propósito de Yo Inmigrante, que es una creación artística, lo que apunta con agudeza Octavio Paz en El laberinto de la soledad. Sostiene que “despertar a la historia significa adquirir conciencia de nuestra singularidad”. Se refiere a la mexicana, que en nuestra circunstancia es la venezolana.

Señala que durante largo tiempo creyó inútil interrogarnos a nosotros mismos sobre el ser que somos, como lo hace un joven que se mira en el agua y descubre su rostro. ¿No sería mejor crear, obrar sobre una realidad que no se entrega al que la contempla, sino al que es capaz de sumergirse en ella?, se pregunta.

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Lo cierto es que, en la tarea de descubrirnos a nosotros mismos los venezolanos, a fin de adquirir conciencia de nación, podrían bastar las pinceladas artísticas varias de Rayma, para que cada uno de nosotros se sumerja en la que ve como propia y cercana. Y Paz deja una clave que para mi cambia mi aproximación al libro Yo Inmigrante, descubriéndome el sentido seminal del interrogarnos sobre el ser que somos, incluso inacabado o de presente, previo al hacer.

El descubrirnos y el sabernos solos, entre el mundo y nosotros se abre –leo con Octavio Paz – “una impalpable, transparente muralla: la de nuestra conciencia. Que seamos, sobre una misma tierra y bajo un mismo cielo, gentes diversas en razas, lenguas y experiencias históricas, lo que es inherente a la naturaleza humana, no impide, sino que, antes bien, exige y propone tener conciencia, conciencia de nación, saber ser todos libres como debemos serlo y en unidad de lo diverso.

Sin hacerlo expreso –pues cada observador, deteniéndose ante cada caricatura habrá de compenetrarse con la suya hasta su «yo», de allí Yo Inmigrante– Rayma, por consiguiente, nos muestra en su libro la otra cara de la migración. No es una tragedia, es un drama sublime con alternativas y aleccionador. Casi que se nos vuelve un privilegio, una bendición.

La Torá del venezolano

Debo decir que celebro la honrosa presencia en esta sala de destacados miembros de la comunidad judía. Ella sabe, como ninguna otra, del significado que acompaña y tiene el libro de Rayma.

David Ben-Gurión, en 1948 y a la hora de declarar Israel su independencia, dijo con elocuencia: “Aquí, el pueblo judío escribió la biblia y la dio al mundo”.  Se fijó un sitio, una vez más, en el aquí, para el establecimiento del Estado de Israel. Y la enseñanza que dejó es, sencillamente, modeladora. Desde antes de nacer el Estado y para lo sucesivo, el pueblo judío, disperso y tributario del tiempo había logrado sostener, en el tiempo, sus valores, sin que declinasen tras sus milenarias migraciones.

Es eso, justamente, lo que hemos de agradecerle a Rayma. Nos muestra, con sus símbolos y metáforas –tal como lo hacían los escritores bíblicos– las claves para el redescubrimiento del ser que somos los venezolanos. Nos invita a dejar de lado y muy atrás la persecución de las sombras y asumir con madurez la construcción de una conciencia de unidad como nación, desde el fortalecimiento de nuestro caleidoscopio de lugares y costumbres regionales.

Tras la liquidez moderna y la experiencia sin límites que proponen las grandes revoluciones posmodernas, el inevitable curso hacia la deslocalización global –que no respeta ni discrimina los fenómenos migratorios– solo será viable si se encuentra y acepta como su contrapeso a lo lugareño, al sentido del arraigo y del tiempo intergeneracional; únicos que curan contra la enfermedad del adanismo y la desmemoria. Sólo el renacer del sentido de lo lugareño y el de la nación, que es lugar y tiempo con propósitos, nos podremos salvar de las dictaduras del siglo XXI.

La reconstrucción de la nación, en tal orden, ha de ser el desiderátum, antes de que podamos refundar a la república los venezolanos. Sin nación la sociedad política es un vacío, de suyo un nido anómico de impunidad, por desnudo de todo andamiaje o textura ética y axiológica.

En suma, me quedo con una sola de las caricaturas de Rayma, la de Adán y Eva, expulsados por Dios del paraíso terrenal y esa suerte paralela de dedo mefistofélico que nos expulsa a los venezolanos de nuestro Paraíso. Es la caricatura transversal, la que plena de sentido al conjunto de las expresiones diversas de lo venezolano se reúnen en Yo Inmigrante.

Mariano Picón Salas, en su luminoso librito Comprensión de Venezuela, que escribe en 1949, se refiere a ese “caliente almacigo de jefes” que hemos sido los venezolanos, quienes nos “dedicamos a lamentarnos, a ser los Narcisos del propio dolor”. Ello es verdad, pero es, insisto, una desfiguración impuesta, obra del revisionismo clientelar de nuestra historia y de su lógica antinorteamericana.

La dura y maravillosa experiencia de la diáspora nos está permitiendo el despertar de la razón y de su sueño onírico, como el redescubrir, con acerada voluntad, al tipo primigenio, al original y no falsificado que somos, como un todo, los venezolanos; sobre el que se construyó la historia postiza de El Dorado, el culto fatal del Cesarismo o del padre bueno y fuerte que nos ha mantenido en la inmadurez crónica.

Permitieron esos mitos que nos atrapase Sísifo y la cultura del instante inacabado. Los venezolanos de la diáspora – se está revelando así, en todos los países de acogida – cultivamos la excelencia, somos alegres y esforzados emprendedores, y audaces como imaginativos, sin complejos a la hora de trabajar.

Habiendo asimilado “aquellas sangres” – las de las guerras fratricidas y las del predominio de las espadas – y las sangres que sigue derramado la satrapía actuante en Venezuela, aun así hemos conservado nuestro espíritu liberal genuino. Es el alma, exactamente, que Dios le imprimió a Adán y Eva, ya poseedores de un espíritu, al pedirles dejar el Paraíso y al emanciparlos: «Si no quieres que te gobierne, gobiérnate a ti mismo». Eso hicimos los venezolanos durante nuestros dos abriles, el 19 de 1789 y el 19 de 1810; lo reiteramos en 1830 y en 1947, luego en 1961. Y en 2024, lo reconfirmamos con la jornada cívica del 28 de julio. Nos falta, sí, conjurar la saña cainita; esa que volvió por sus fueros al apenas iniciarse el quiebre epocal de 1989. Aún no cede.

No fue un azar el que Rayma haya colocado como preliminar y antes del primer texto curatorial de Pietro Deprano, la mencionada caricatura de los dos paraísos. Dos frases de este y su remisión a la estatua de la libertad (oh, paradoja actual) sita en el puerto de Nueva York, revelan y develan cabalmente a la autora. Su libro propicia una narrativa del No-lugar, dado el destierro y sugiere, de consiguiente, asumir “el abandono y la pérdida como una oportunidad para fortalecer las formas de identidad desde la ironía del desarraigo”.

Rayma nos ha dicho que Venezuela estará allí donde lata su corazón. En este reside lo que en apariencia nos había faltado encontrar y poseen los judíos desde tiempo inmemorial, como su equivalente, una Torá.

La ironía del desarraigo es la medicina y el paliativo de Rayma en el exilio, sin que por ello le haya abandonado el carisma de José Antonio Pérez Bonalde, volver a la patria. Tal como lo decía y repetía uno de nuestros padres fundadores de levita, Miguel José Sanz, patria es “saber ser libres, como debemos serlo”.

¡Dios bendiga a Venezuela!

Asdrúbal Aguiar

correoaustral@gmail.com

Ramón Peña: Chovinismo

Posted on: julio 14th, 2025 by Super Confirmado

Los inmigrantes se han convertido en Asunto Clave de la política de Occidente. Son citados como causa de males presentes y terribles desastres futuros, idea que nutre una paranoia colectiva

A la cabeza, Estados Unidos, donde esgrimir que “los extranjeros están envenenando la sangre estadounidense” y prometer una deportación masiva, fueron esenciales en el éxito electoral de Donald Trump. Éste, cumpliendo su oferta, ha sobredimensionado el aparato policial que persigue y hostiga a los no nacionales, obstaculiza la inscripción universitaria a estudiantes extranjeros y hasta inaugura una prisión exclusiva para inmigrantes.

En Europa, el tema es vital en la agenda de importantes líderes extremistas como Marine Le Pen, Viktor Orban, Geert Wilders, Alice Weidel, Mateo Salvini, Santiago Abascal…cuyos partidos crecen en popularidad en sus respectivos países.

Algunos partidos moderados se aproximan también a la xenofobia, por cálculo electoral ante el rédito que ésta ha dado a las organizaciones extremistas

En España, el centrista Partido Popular, interesado en el soporte del ultra conservador Vox, que ha hecho de la inmigración una bandera de su agenda política, apoya discretamente esta postura. Vox propone deportar ocho millones de personas de origen extranjero, incluidos los de segunda generación nacidos en España…

Sabemos que la preocupación esencial es la desproporcionada migración islámica en Europa, que tuvo en sus orígenes, entre otros factores, el interés en aprovechar su mano de obra barata. Por supuesto, los países tienen la potestad de administrar las corrientes migratorias como salvaguarda de su vida cultural, bienestar y seguridad. Pero va más allá la indiscriminada retórica xenófoba a la que echa mano este liderazgo político europeo.

Es infortunado este chovinismo generalizado de Occidente, ante la magnitud actual de los desplazados por guerras y miseria en todas las latitudes. Entre esos, los millones de venezolanos aventados al exterior por la desaparición de oportunidades, las carencias, la represión política y la degradación institucional…

 

Ramón Peña

El 14 de julio, Fiesta Nacional de Francia

Posted on: julio 14th, 2025 by Lina Romero

La fiesta nacional francesa, que se celebra desde 1880, conmemora tanto la toma de la Bastilla en 1789 como la Fiesta de la Federación de 1790.

El 14 de julio se convirtió en la fiesta nacional de Francia mediante una ley de 1880. El 14 de julio conmemora dos acontecimientos revolucionarios:

la toma de la Bastilla, prisión fortificada en pleno centro de París, en 1789: la caída de la vieja fortaleza, que se había convertido en símbolo del absolutismo, representa la oposición del pueblo de París al poder real y la entrada efectiva en el proceso revolucionario;

La Fiesta de la Federación en 1790: tuvo lugar el 14 de julio de 1790 a iniciativa de La Fayette en el Champs-de-Mars, coincidiendo con el primer aniversario de la toma de la Bastilla, para rendir homenaje a los federados de las Guardias Nacionales de Francia. Se pensó como un acto de reconciliación y de unidad de los franceses. El rey Luis XVI asistió a la fiesta y prestó juramento a la Nación y a la ley.

Las celebraciones del 14 de julio

El 14 de julio es día festivo en Francia. Se organiza alrededor de dos elementos principales: el desfile militar en los Campos Elíseos y las fiestas populares (bailes, iluminación o fuegos artificiales) en las ciudades y pueblos de Francia. En el extranjero se organizan recepciones del 14 de julio en la mayoría de embajadas de Francia.

Los símbolos de la República Francesa:

• La bandera tricolor azul, blanca y roja: Emblema nacional de la Quinta República, la bandera tricolor nació durante la Revolución Francesa con la reunión de los colores del rey (blanco) y de la ciudad de París (azul y rojo). Actualmente, la bandera tricolor ondea en todos los edificios públicos.

• El himno nacional, la Marsellesa: La Marsellesa, en origen canto de guerra revolucionario e himno a la libertad, se fue imponiendo como himno nacional. Actualmente suena en la mayoría de las manifestaciones oficiales.

• La Marianne, con un gorro frigio

• El lema «Libertad Igualdad Fraternidad»

• El 14 de julio

• El gallo: Ya en la Antigüedad el gallo aparece en monedas galas. Se convierte en símbolo de la Galia y los galos a raíz de un juego de palabras, puesto que el término latín gallus significa tanto gallo como galo.

• El haz de lictor: El haz de lictor es un emblema que se utiliza muy a menudo para representar la República Francesa, aunque hoy en día no tenga carácter oficial.

• El sello: Marca distintiva y signo de autoridad, el sello obró en poder de los distintos poderes civiles y religiosos y del propio rey en la Edad Media y el Antiguo Régimen. Hoy su uso está reservado a ocasiones solemnes como la firma de la Constitución y, dado el caso, sus modificaciones.
Fuente: Presidencia de la República.

 

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