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Ovidio Pérez Morales: La moral de la amoralidad

Posted on: febrero 20th, 2025 by Super Confirmado No Comments

De rancia antigüedad es esta frase: negar la validez del filosofar es afirmarla. Expresa, en efecto, una evidencia: la filosofía es simplemente la explicación o el sentido últimos que la razón humana puede darse acerca de la realidad (mundo, cosas…). Negar esa búsqueda es ya, por tanto, ejercerla, pues implícitamente se está afirmando que lo último y definitivo es que no hay nada racional último y definitivo. Por ello José Gregorio Hernández -que no era filósofo (“cultivado”)- puso como primera línea del Prólogo de sus Elementos de Filosofía: “Ningún hombre puede vivir sin tener una filosofía”.

Algo parecido sucede con la afirmación de la amoralidad como ausencia de una consistente valoración ética de la conducta. Porque entonces se está asumiendo el libertinismo (espontaneísmo) como brújula orientadora suprema del comportamiento humano. La amoralidad resulta ser entonces una moral al revés. Antes de seguir adelante recordemos que la ética tiene que ver con los principios básicos y la moral con las orientaciones concretas de la conducta.

Ahora bien, el “amoralismo” generalizado llevaría a la autodestrucción de la convivencia humana. Algo parecido a lo que el Génesis simbolizó con la Torre de Babel, la cual produjo la dispersión de la gente por la pérdida de un lenguaje común. La crisis cultural contemporánea va por allí con a) la desestructuración antropológica, que descompone lo humano, b) la ideología de género, que disuelve la sexualidad y c) la marginación de una genuina trascendencia, que encierra al hombre en sus mortales límites. Se destruyen así las bases de un norte sólido, compartido, ético y moral de los terrícolas.

Las formulaciones y convicciones religiosas se acompañan normalmente de directrices morales. En “Occidente” ha sido patente en el caso del judaísmo y el cristianismo, a los cuales se junta la religión del islam. Con la crisis racionalista y positivista surgieron propuestas de humanismos con pretendida autosuficiencia (pensemos en el imperativo categórico de Kant y la moral-religión del positivismo de Comte). En la crisis cultural de la posmodernidad proliferan los “amoralismos” de la más diversa especie, que entienden la libertad humana guiada por una pura y simple autolimitación. Por cierto que la proliferación de la violencia impositiva en grupos y asociaciones de este tipo (conglomerado woke…) son expresiones paradójicas de una tal concepción o tendencia. Estos enfoques y actitudes inmanentistas son a la postre autodestructivos de la persona y la sociedad. Lo que los creyentes llaman pecado suele cobrar caro.

La interpretación cristiana, de raíces judías, vincula estrechamente lo ético-moral con lo religioso. Ya en el primer libro bíblico se habla de un árbol de cuyo fruto no se podía comer, como símbolo de una libertad humana, que es maravilloso don divino, pero también, consecuencial e ineludiblemente, creatural y por tanto sub-ordinado (Génesis 3).  El olvido o negación de tal condición lleva, produce pronto o tarde, daño y pérdida. Pensemos, por ejemplo, en los efectos de pecados “capitales” como son la soberbia y la avaricia. El alejamiento y negación de Dios, a más de autoperjudicial, resulta en alejamiento y negación del “otro”, del “proximus”.

La ética-moral cristiana es patentemente positiva, constructiva, pues tiene como principio y sentido supremos, como el eje de la conducta: el amor. Así lo definió Jesús el Señor al preguntársele cuál era el mandamiento máximo. El amor entrelaza a Dios y al prójimo (ver Mt 22, 36-39). Una norma que se funda en la entraña de la Divinidad misma: “Dios es amor” (1 Juan 4, 8).  La acción humana ha de tener así, entonces, una dirección esencialmente amorizante. El Decálogo, a la luz del Sermón de la Montaña, se revela así como un código substancialmente propositivo, de crecimiento subjetivo y  fructuosa solidaridad. En este sentido es bien expresiva la narración que Jesús mismo hace del Juicio Final (Mateo (25, 31-46).

Si la moral de la amoralidad es anarquismo autorreferencial, la moral cristiana es constructiva relacionalidad.

 

Ovidio Pérez Morales

 

 

El papa Francisco está hospitalizado por una neumonía, según el Vaticano

Posted on: febrero 20th, 2025 by Super Confirmado No Comments

El Vaticano dijo que el pontífice tenía neumonía en ambos pulmones y que “seguía presentando un cuadro complejo”.

El papa Francisco está siendo evaluado en un hospital de Roma por lo que los médicos han descrito como un “cuadro complejo”.Credit…Andrew Medichini/Associated Press

El papa Francisco ha desarrollado una neumonía en ambos pulmones y no participará en actividades durante el fin de semana debido a sus problemas de salud, anunció el Vaticano el martes.

A Francisco, quien fue hospitalizado en Roma el viernes, se le había diagnosticado inicialmente una infección polimicrobiana, lo que significa que tiene una mezcla de microbios, como virus o bacterias, en los pulmones o en otra parte de las vías respiratorias.

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En una actualización de su estado el martes por la noche, el Vaticano dijo que el estado clínico del papa, de 88 años, “seguía presentando un cuadro complejo” y que se modificaría su tratamiento.

La infección “surgió de un cuadro de bronquiectasias y bronquitis asmática”, que requirió el uso de terapia antibiótica con cortisona, dijo el Vaticano. Una tomografía computarizada realizada el martes mostró la “aparición de una neumonía bilateral” que requirió una terapia farmacológica adicional, añadió el Vaticano.

“No obstante, el papa Francisco está de buen ánimo” y agradeció las oraciones por su recuperación, dijo el Vaticano.

A primera hora del día, Matteo Bruni, portavoz del Vaticano, dijo a los periodistas en una rueda de prensa en el Vaticano que el papa había descansado, desayunado y leído la prensa “como hace habitualmente”.

El Vaticano dijo anteriormente que el papa no asistiría a actos durante el fin de semana. Francisco delegó a un prelado del Vaticano para que participara en una misa en su lugar el domingo. La semana pasada, Francisco no pudo asistir a otro acto programado, para artistas, en el Vaticano.

Es la cuarta ocasión que Francisco ha estado internado en el hospital Gemelli.

En 2021, se sometió allí a una operación de colon. En 2023 ingresó por una infección respiratoria, pero volvió a casa al cabo de tres días. Volvió a ser hospitalizado unos meses después parasometerse a una operación abdominal por una hernia. En febrero pasado, se sometió a pruebas diagnósticas en el hospital Gemellitras una ligera gripe.

De joven le extirparon el lóbulo superior del pulmón derecho, y es propenso a ataques de gripe y bronquitis durante los fríos meses de invierno. Sus problemas médicos han aumentado en los últimos años. Debido a problemas de rodilla y dolores de ciática, a menudo utiliza silla de ruedas, andador o bastón.Los compromisos de Francisco han aumentado desde el comienzo del Jubileo de 2025 —un año de fe, penitencia y perdón de los pecados que tiene lugar cada cuarto de siglo—, que se inauguró en Nochebuena. Se espera que millones de personas peregrinen al Vaticano este año, y se han programado actos jubilares para distintos grupos durante los próximos 10 meses.

 

Elisabetta Povoledo es una reportera radicada en Roma, cubre Italia, el Vaticano y la cultura de la región. Es periodista desde hace 35 años. Más de Elisabetta Povoledo

The New York Times

Por Elisabetta Povoledo

 

#20Feb Día Mundial de la Justicia Social

Posted on: febrero 20th, 2025 by Super Confirmado No Comments

 

 

..”Un día que permite tomar conciencia de la verdadera importancia que tienen los principios de libertad, justicia y la paz en el mundo..”

 

El 26 de noviembre de 2007, la Asamblea General de Naciones Unidas declaró que el 20 de febrero de cada año es el Día Mundial de la Justicia Social, un día que permite tomar conciencia de la verdadera importancia que tienen los principios de libertad, justicia y la paz en el mundo, consagrados en la Declaración de los Derechos Humanos, en línea con el necesario reconocimiento de la igualdad de todos ante ley que establece el artículo 14 de la Constitución Española.

 

Porque un día como el 20 de febrero, en el que se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, debe hacernos reflexionar sobre cómo superar definitivamente, y como sociedad, cualquier atisbo de discriminación por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social, que pueda existir hacia algún miembro de la comunidad.

 

En consecuencia, el espíritu de este día que persigue “apoyar la labor de la comunidad internacional encaminada a erradicar la pobreza y promover el empleo pleno y el trabajo decente, la igualdad entre los sexos y el acceso al bienestar social y la justicia social”, debe ser aprovechado en aras de avanzar hacia una verdadera sociedad de todos y para todos.

 

Superar barreras y desbloquear oportunidades para la justicia social

 

El tema de este año se centra en las recomendaciones de Nuestra Agenda Común para reforzar la solidaridad mundial y restablecer la confianza en los gobiernos bajo el lema «Superar barreras y desbloquear oportunidades para la justicia social». Así pues, la celebración del día este 2023 sirve para fomentar el diálogo con los Estados miembros, la juventud, los interlocutores sociales, la sociedad civil, las organizaciones de las Naciones Unidas y otras partes interesadas sobre las medidas necesarias para fortalecer el contrato social que se ha visto fracturado por el aumento de las desigualdades, los conflictos y el debilitamiento de las instituciones destinadas a proteger los derechos de los trabajadores. A pesar de estas múltiples crisis, hay muchas posibilidades para construir una coalición en favor de la justicia social y desencadenar mayores inversiones en empleos dignos, con especial atención a la economía verde, digital y del cuidado, y a los jóvenes.

 

Una Coalición Mundial para la Justicia Social

 

La pobreza y las desigualdades dentro de los países y entre ellos están aumentando en muchas partes del mundo. Las crisis económicas y sociales de los últimos años se han visto agravadas por las consecuencias de la pandemia de COVID-19, los desastres naturales resultantes de la aceleración del cambio climático, las tensiones geopolíticas y los conflictos armados. Estas crisis, al margen de las tragedias humanas que provocan y su impacto en el mundo del trabajo, han puesto de manifiesto las interrelaciones y dependencias de las economías y sociedades en todo el mundo y la imperiosa necesidad de adoptar medidas concertadas para poder afrontarlas a nivel mundial, regional y nacional.

 

Esto ha ocurrido entre grandes transformaciones como las crecientes perturbaciones en las economías vinculadas a la globalización y la tecnología, importantes cambios demográficos, crecientes flujos migratorios y situaciones prolongadas de fragilidad. El mundo del trabajo no ha salido indemne de estas convulsiones. La aparente falta de respuesta satisfactoria a estos múltiples desafíos y cambios ha suscitado en muchos países un creciente descontento y desconfianza con respecto a las instituciones establecidas y los responsables de la vida pública.

 

Ante esta compleja situación, el sistema multilateral también se ha esforzado por adaptarse al entorno cambiante y dar respuestas concretas y coordinadas a muchos de los desafíos más acuciantes a los que se enfrenta el mundo. La creciente discordancia entre los compromisos internacionales asumidos y los logros concretos obtenidos ha fragilizado la acción multilateral y su credibilidad, dando pie a críticas abiertas o desinterés. Ahora más que nunca, es urgente que el sistema multilateral cumpla con sus compromisos y contribuya a aportar soluciones a los problemas cotidianos de las personas de manera más eficaz y coherente.

 

Este sentimiento de urgencia ha sido compartido entre muchos, entre ellos, el Secretario General de las Naciones Unidas quien, en su informe Nuestra Agenda Común alerta sobre las crecientes brechas actuales y aboga por una forma de multilateralismo más interconectada e inclusiva, que vuelva a apostar por la solidaridad mundial y renueve el contrato social entre los Gobiernos y la población y dentro de cada sociedad, basándose en una concepción amplia de los derechos humanos.

 

La justicia social hace que las sociedades y las economías funcionen mejor y reduce la pobreza, las desigualdades y las tensiones sociales. Desempeña un papel importante en la consecución de vías de desarrollo socioeconómico más inclusivas y sostenibles y es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, especialmente cuando estamos lejos de alcanzar tales objetivos.

 

Ahora es más importante que nunca que el sistema multilateral se una en torno a un conjunto de valores y objetivos comunes y determine los medios para responder a las aspiraciones y necesidades de los pueblos. Así pues, la justicia social tiene que convertirse en una de las piedras angulares del multilateralismo renovado que se necesita; un objetivo aglutinador, pero también un instrumento significativo para un sistema multilateral más eficaz, que garantice la coherencia en toda una serie de ámbitos políticos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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