El principal commodity de Venezuela es el petróleo, ya que posee las mayores reservas probadas de este recurso en el planeta. Pero… El país caribeño también esconde otra clase de riquezas que muchos tienden a ignorar: se trata del oro.
El dorado, esa ciudad mítica con la que soñaban muchos exploradores, parece encontrarse no es un solo lugar sino, en toda una nación, ¿la razón? Venezuela es rica en este recurso natural, lo que le ha llevado a ostentar el título de ser el país con las mayores reservas de oro de América Latina.
En efecto, según un reciente informe de Trading Economics citado por La República, la nación sudamericana posee las mayores reservas de oro de la región al contar con 161 toneladas en diciembre de 2023.
Dicha cifra, le permite superar a potencias mineras como Chile, Brasil y Perú. Además, ocupa la segunda posición en el continente americano, sólo superada por Estados Unidos.
Oro ¿As bajo la manga?
Ahora bien, en Banca y Negocios revelamos recientemente que las reservas de oro venezolana llevan más de 10 años en declive. En 2023, por ejemplo, las reservas de este metal cayeron un 11,5%, lo que equivale a una reducción de 61 toneladas de oro.
Sin embargo, a pesar de esa caída, Venezuela sigue siendo el principal referente de América Latina en materia de reservas de oro, las cuales podrían ser en algún momento una tabla de salvavida, como lo es el petróleo, para recuperar económicamente al país.
Pero ¿realmente es importante que los países tengan reservas de oro? De acuerdo con la opinión de José Ignacio Martínez Cortés, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tener reservas de este tipo de metal está directamente relacionado con el tamaño y la fortaleza económica de cada país.
La estabilidad que proporciona el oro a las economías nacionales es indiscutible, agrega el experto.
En otras palabras, las reservas de oro en América Latina y en todo el mundo representan no sólo una medida de seguridad económica, sino también una clara señal de la cautela y la estrategia financiera de los países a la hora de gestionar sus economías.
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