El mercado automotriz de segunda mano o la venta de carros usados es, actualmente, una de las formas más frecuentes de adquirir vehículos en Venezuela.
La industria nacional automotriz ha sufrido, en los últimos años, un descenso y el más reciente reporte de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) indica que durante enero de 2024 no hubo producción vehicular.
Las cifras ya eran bajas en los meses anteriores. De hecho, el gremio había reportado que durante 2023 la producción fue de 61 vehículos, un 19.1% menos de lo que se ensambló en 2022; es decir, 76 unidades.
Las alternativas para adquirir un vehículo se reducen a dos: acudir a concesionarios y comprar autos nuevos importados cuyo costo -según un trabajo publicado Banca y Negocios, oscila entre los 53.000 dólares por una camioneta o al menos unos 23.000 por un vehículo pequeño- o acudir al mercado de segunda mano y comprar uno usado.
Y esta segunda opción fue, precisamente, la que escogió Daniel Herrera, un joven abogado caraqueño de 25 años, quien emprendió una búsqueda en plataformas digitales para conseguir un carro.
¿Qué hay en el mercado de carros de segunda mano en Venezuela?
La experiencia de Daniel indica que la venta de carros usados también puede resultar inaccesible para muchos venezolanos cuyos ingresos se ven limitados. “Encontré mucha oferta, pero los precios son increíbles para carros que datan de 2006 o 2008”, explica.
Y es que, al visitar portales dedicados a la venta de vehículos como TuCarro.com, se puede observar que, en Caracas, un Mitsubishi Lancer del año 2013 situado en Baruta, el costo es de US$10.800 y un Toyota modelo Camry automático del año 2008 tiene un precio de US$17 .000.
En cuanto a las camionetas. Una Toyota modelo Meru del año 2008 llega a costar US$24.000 y una Toyota Rav4 Limited, año 2016, tiene un costo en la página de US$31.900.
“Me arriesgué a ver opciones por Marketplace”, cuenta Daniel, sobre la opción que presenta la red social Facebook para comercializar productos. “Aún con todo lo que he escuchado de los riesgos que hay, los precios son más económicos”.
En esta plataforma, un vehículo Chevrolet modelo Aveo año 2011, tiene un precio de US$5.400 y un Ford, modelo Fushion de año 2008 tiene un costo de 4.000 dólares.
Sin embargo, cuando el joven abogado se refiere a los riesgos que implica esta plataforma para quien quiera adquirir un producto, se refiere a las posibles estafas que puede sufrir un usuario o lo expuesto que está a delitos como secuestro o extorsión.
De hecho, en una publicación en su perfil de Instagram en fecha 13 de diciembre de 2023, el director general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), Douglas Rico, informó sobre la liberación de tres comerciantes tachirenses que sufrieron un secuestro al viajar al estado Guárico para concretar la compra de un vehículo a través de Marketplace.
Los secuestradores solicitaban la US$10.000 por la liberación de cada uno.
“Las víctimas habían visto un vehículo a través de dicha tienda virtual y se trasladan desde el estado Táchira hacia el estado Guárico, para la negociación. Sin embargo, luego de llegar al sitio, fueron sometidos por criminales, quienes contactaron a sus familiares, exigiéndoles 30.000 dólares”, informó Rico en esa oportunidad.
Vehículos usados en Venezuela: los otros riesgos
Además de la posibilidad de caer en manos de redes delictivas, hay otros riesgos que implican la compra de vehículos usados y que están más relacionados con el estado real del automóvil.
Aunque la experiencia de Daniel Herrera fue positiva y logró adquirir un carro que se ajustó a sus requerimientos de precio y condiciones del vehículo, Marilín Arrioja no corrió con la misma suerte.
La comerciante de 34 años acudió a plataformas digitales para comprar un auto, consiguió uno relativamente económico y presuntamente en buen estado.
“Compré un Aveo sincrónico, del año 2007 en cuatro mil dólares. Supuestamente estaba en buenas condiciones, pero en menos de un mes tuve que invertir en arreglar el motor y cambiarle otras piezas. Me salió mucho más caro de lo que pagué al vendedor”, contó.
Ante esto, Rodrigo Martino, propietario de un concesionario de autos usados en el estado Anzoátegui, al oriente del país, indica que la forma para disminuir este tipo de situaciones es adquirir vehículos en lugares de los que se tengan datos seguros sobre la revisión del vehículo y su mantenimiento.
Esto implica conocer información sobre los insumos que usa en cuanto a aceite y refrigerantes o reparaciones y cambios de piezas. “Parece utópico pero sí es posible, y si no, pues siempre es bueno tener un mecánico de confianza que revise los detalles”, recomienda.
Banca y Negocios