El alto representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, confió este miércoles en que los países que no quieran participar en la nueva misión naval del club comunitario en el mar Rojo «se pongan a un lado» y no obstaculicen su puesta en marcha.
«No todos los Estados miembros estarán dispuestos a participar, pero nadie obstruirá. Eso es lo que espero. Los que no quieren participar solo tienen que ponerse a un lado», declaró el político español a su llegada a la reunión informal de ministros de Defensa de los Veintisiete que se celebra hoy en Bruselas.
España ha insistido en que no piensa participar en la misión naval de la UE en el mar Rojo, que pretende garantizar la seguridad de navegación en la zona ante los ataques que los hutíes están lanzando contra los buques mercantes.
Borrell se mostró seguro de que se decidirá la creación de la nueva misión naval de la Unión Europea para escoltar a los barcos mercantes ante los ataques hutíes y confió en que se ponga en marcha el 17 de febrero.
«Tenemos que decidir qué país asumirá el mando, las fuerzas de mando, dónde estará la sede y cuáles serán los activos navales que proporcionarán los Estados miembros», expuso.
Dijo esperar que en el encuentro de hoy se decida qué país liderará la misión.
Indicó que la misión se llamará ‘Aspides’, «que significa ‘protector’».
«Protección. Este es el propósito (de la misión), la protección de los barcos, interceptar los ataques contra los barcos», señaló, y agregó que la iniciativa no participará «en ningún tipo de acción contra los hutíes», sino que solo bloqueará los ataques de esos insurgentes contra los barcos.
Borrell aseguró que muchas empresas europeas habían pedido una misión como la que prepara la UE porque su modelo de negocio se está viendo afectado por el incremento de los costes que conlleva rodear toda África para evitar el área del mar Rojo.
«Está afectando a los costes, así que está afectando a los precios y a la inflación. Así que es un esfuerzo natural para nosotros intentar evitar ese riesgo», señaló.
La semana pasada, los ministros de Exteriores de la UE ya acordaron la necesidad de crear la misión en el mar Rojo.
Borrell reconoció que está preocupado por «todos los puntos calientes» en Oriente Próximo.
La ministra belga de Defensa, Ludivine Dedonder, se refirió a la guerra de Gaza y afirmó que Bélgica desea «un alto el fuego inmediato y una disminución de la intensidad de los combates».
«Para eso hace falta poder debatir, entablar negociaciones para poder proteger a esa población, que son víctimas, y, por tanto, abrir corredores humanitarios», comentó, y llamó también a seguir negociando para liberar a los secuestrados por Hamás.
Pidió no tener una «doble vara de medir» y recalcó que Bélgica quiere el respeto del Derecho Internacional «en todas partes y por todos los países».
Por otro lado, Borrell se refirió al Sahel y mencionó que Mali, Níger y Burkina Faso, con dictaduras militares, han decidido abandonar la Comunidad Económica de Estados de África Occidental.
«Es muy importante y muy significativo que esos tres países, todos ellos con una dictadura militar, decidieran abandonar el organismo regional de África Occidental para crear otro grupo de países, supongo que muy vinculado a Mali, que es el más fuerte entre ellos», expuso.
Agregó que se aprecia un incremento de la influencia rusa, «ya muy fuerte en Mali y, quizá, pronto en Níger o en Burkina Faso».
«Esto crea una nueva configuración geopolítica de esta área», advirtió.
EFE