Un total de 56.852 inmigrantes intentaron entrar en España de forma irregular en 2023 por vía marítima y terrestre, lo que supone un incremento del 82,1% con respecto al año anterior, según datos del Ministerio del Interior español.
El balance dado a conocer este miércoles por ese ministerio destaca que solo en las costas de las Islas Canarias se contabilizaron 39.910 inmigrantes llegados de forma irregular, un 154,5 % más que en 2022.
Es una cifra también superior a la registrada en 2006, cuando el archipiélago atlántico español vivió la denominada «crisis de los cayucos» y llegaron a España en embarcaciones precarias 39.180 extranjeros.
En conjunto, la inmigración irregular por vía marítima subió un 92,3 % en España, hasta las 55.618 personas, mientras que la cifra de inmigrantes llegados a las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla -en el norte de África- por vía terrestre bajó hasta los 1.234, un 46 % menos.
Por tierra fue mayor la mayor presión migratoria en Ceuta (1.068 extranjeros) que en Melilla (166).
A pesar de las cifras disparadas de este balance, los datos de 2023 se sitúan por debajo del récord alcanzado en 2018, cuando fueron detectados intentando entrar irregularmente en España casi 64.300 extranjeros.
Aquel año, la gran mayoría (57.498) también recurrieron a embarcaciones precarias (pateras y cayucos) para llegar a España, pero el destino principal entonces no era Canarias, sino las costas de la región de Andalucía, en el sur de España.
UR