2013. Americania recién publicaba su segundo y —hasta ahora— último disco: La fiesta del rey drama. Un trabajo con el que la banda que integraban Álvaro Casas, Armando Áñez e Ítalo Pizzolante, sin saberlo, marcaría a una generación de bandas y fanáticos, quienes diez años después siguen escuchando canciones como «Estoy afuera, sal» o «Emilia«, que se convirtieron en clásicos de la escena musical alternativa venezolana.
Todo parecía ir bien. Tras el lanzamiento del disco, comenzaron una gira por el país que los llevó a ciudades como Barquisimeto, Valencia, Maracaibo, San Cristóbal, Puerto La Cruz y Caracas. Eran la banda del momento y todo apuntaba a que lo serían por un buen tiempo; pero, un año después, llegó una noticia que desconcertó a los fanáticos: Americania se separa.
Nadie lo esperaba. En enero de 2014, un año después del lanzamiento de La fiesta del rey drama, la banda, sin dar muchas explicaciones, se despidió con un breve comunicado. “Queremos anunciar que hemos decidido poner fin a la banda”.
No hubo malentendidos ni desacuerdos. La distancia entre los integrantes del grupo, que ya no vivían en Venezuela a excepción de Álvaro, y la crisis política, económica y social del país, que limitaba los espacios para presentaciones, hacían la dinámica insostenible para la banda. “La amistad, el cariño y el respeto entre los tres se mantienen intactos (…) Agradecemos profundamente a toda la gente que se ha sentido identificada con nuestra música, por y para ustedes compusimos nuestros dos discos y rodamos por todo el país teniendo la oportunidad de tocar en escenarios que jamás imaginamos y vivir momentos que llevaremos con nosotros el resto de la vida. Gracias por tanto. La música nunca muere”. Y así fue.
La carrera de Americania fue breve. Apenas seis años y dos discos, Sigo y La fiesta del rey drama, los necesarios para convertirla en una de las bandas más importantes de la movida musical alternativa venezolana.
Ha pasado casi una década desde su separación. Pero los fanáticos de la banda todavía escuchan y disfrutan sus canciones. Desde aquellos que los acompañan desde que ganaron el Intercolegial de Nuevas Bandas en 2009 por el Colegio San Ignacio de Loyola hasta los que descubrieron su música luego de que se disolvió el grupo. Sin importar cómo o cuándo llegaron a ellos, todos compartían un deseo en común: un reencuentro entre Álvaro, Armando e Ítalo. Lo pedían año tras año, pero sin respuesta. No parecía posible y tampoco había interés por parte de los músicos, enfocados en sus proyectos individuales.
Este año, cuando nadie lo esperaba, las peticiones al fin fueron escuchadas y la noticia llegó: Americania se reencuentra en concierto. La banda celebrará los diez años de La fiesta del rey drama en la tercera edición Cusica Fest, que se realizará el 16 de diciembre en la Universidad Simón Bolívar. Un anhelado reencuentro, tanto para la banda como para sus fanáticos.
En los últimos años, la banda recibió varias propuestas para la tan esperada reunión. Aunque la idea los entusiasmaba, decidieron esperar a que llegara el momento correcto. No querían apresurarse. Deseaban que todo saliera bien y fuera especial. «Nos tomamos todo con mucha calma y analizamos todo con cuidado. Creo que era cuestión de que los tres estuviéramos alineados en tiempo y espacio», explica Armando Áñez.
Aunque la banda se tomó su tiempo para escoger el momento que consideraban adecuado para volver, la decisión llegó de forma espontánea. «Cada uno en sus momentos personales sintió que había espacio para algo como este reencuentro, que para nosotros es bien importante y significativo. Por eso, queríamos esperar a que todos estuviéramos en un buen momento para cuando decidiéramos volver. Y nos dimos cuenta de que era ahora», dice Ítalo Pizzolante.
Además del tiempo y el espacio, para los músicos este también era el momento ideal para volver porque en abril La fiesta del rey drama cumplió diez años. «Todo coincidió con esta fecha. Para nosotros también era lindo volver para celebrar este aniversario. Sentimos que ahorita hay más gente pendiente del disco, que lo conoce y que le ha agarrado cariño. Por eso, nos emociona muchísimo tocarlo en vivo. Creo que es algo que nos hace falta, tanto a nosotros como al público», agrega el cantante.
El de Cusica no será el primer show que la banda hace en diez años, pero sí el más grande, en cuanto a dimensión y repertorio. En los últimos años los músicos han tocado juntos en bodas de amigos y el año pasado se reunieron para interpretar una canción de Americania en un concierto de Recordatorio, el proyecto solista de Armando.
Para los músicos reencontrarse con sus antiguas dinámicas grupales, sus canciones y recuerdos ha sido una buena experiencia. «Nosotros nos hemos mantenido amigos durante estos años, somos como hermanos porque empezamos la banda muy temprano en nuestra vida, incluso antes de tener la banda ya éramos muy buenos amigos. Entonces, encontrarnos otra vez nos permite volver a conocernos y ver cómo somos diez años después, con 32 años, y ha sido una experiencia muy grata», asegura Pizzolante, quien agrega que el tiempo separados les ha permitido disfrutar mucho más el reencuentro y traer nuevas ideas para las canciones. «Cada quien con sus propias vivencias y experiencias de vida trae nuevas cosas a la mesa para homenajear algo de hace 10 años. Es una combinación de pasado y presente muy bonita».
Para la banda ha sido divertido trabajar en preparar el show que presentarán en el Cusica Fest. «Estamos en el proceso de recordar la formación que teníamos antes y lo que hacía cada uno en cada canción, porque en este disco solíamos rotarnos los instrumentos. En estos días me he puesto a escuchar el disco y a detallar los arreglos que hacíamos. También estamos preparando algunos cambios para este show, que tiene una dimensión mayor», dice Álvaro.
Americania quiere ofrecer un buen espectáculo. Y en el Cusica Fest también los acompañará los músicos y técnicos que estuvieron con ellos hace diez años. «La mejor forma de ofrecer un buen show es llamando a la formación original de La fiesta del rey drama, que estará ese día con nosotros. No se trata solo de las personas que estarán en tarima, sino también de quienes estarán detrás: los técnicos, ingenieros de sonido y equipo de producción. Son los mismos y eso nos llena de emoción porque también son parte de la banda y siempre lo han sido», asegura Pizzolante.
Aunque han pasado mucho tiempo sin tocar juntos, sienten que nada ha cambiado entre ellos. «Estamos disfrutando el proceso de reunirnos y tocar. Es cierto que somos personas un poco distintas, con más experiencia y madurez, pero ese sentimiento de juntarnos los tres para hacer música se siente como si hubiese sido ayer y nunca nos hubiésemos separado», agrega.
Los integrantes de Americania sentían que tenían una deuda con su música, pero sobre todo con su público. Por eso, este reencuentro es tan especial para ellos, pues les permite celebrar y despedir una etapa importante de la banda. «Lo primero que me viene a la mente es ese sentido de celebración por nuestra música que vamos a tener, tanto nosotros como el público. Será hacer algo que teníamos pendientes y darle una merecida celebración y un cierre a esa etapa que representa algo bonito para nosotros», dice Armando Áñez.
Para ellos este show es una forma de ponerle fin a la nostalgia que existe alrededor de esa época. «‘La nostalgia muere aquí’ es una frase que representa muy bien lo que sentimos y también una forma de cerrar y celebrar esa etapa. Pero la palabra que más me viene a la mente es ‘reencuentro’ con todo lo que significa, reencontrarnos nosotros como banda 10 años después y siendo personas diferentes, pero reviviendo y revisitando esas canciones que fueron tan importantes para nosotros», dice Casas.
A los músicos les sorprende que aún muchas personas sigan escuchando las canciones de Americania y estén atentos a lo que ocurre con la banda. «Es increíble y nos sorprende bastante cómo ha crecido la cantidad de gente que está pendiente de nuestra música, sobre todo después de tanto tiempo sin estar activos como banda. El hecho de que el disco sigue llegando a nuevas personas es algo que nos conmueve muchísimo», añade.
Aunque reconocen que se sienten nerviosos por el show, también están emocionados y ansiosos. Quieren disfrutarlo al máximo. «En estos días que hemos estado posteando las primeras cosas después de mucho tiempo vemos la cantidad de comentarios y es algo increíble. Eso genera cierto nerviosismo para el show porque sientes que hay mucha expectativa, pero también te genera esas ganas de disfrutar. A pesar de que estamos recordando y reviviendo música de un disco de hace 10 años, queremos que se sienta fresco», indica Áñez.
Sobre por qué la separación, los músicos recordaron que en ese momento, debido a la distancia y la crisis que vivía el país, poco a poco comenzaron a perder la inspiración. «Para nosotros siempre fue importante mantener esa ilusión por la música y ese elemento que nos inspiraba se estaba perdiendo un poco», cuenta Casas. Los tres estaban de acuerdo. Tomaron la decisión juntos. «Eso nos permite hoy en día mantener la relación de banda que teníamos antes. Por eso, podemos volver a juntarnos para hacer este reencuentro», agrega.
Tomar la decisión fue difícil, reconocen. Pero sabían que era lo mejor para el proyecto. «Era un momento en el que el país comenzaba a tener un contexto complicado y eso, sin duda, influye. Recuerdo que era difícil viajar a tocar en otras ciudades del país, era peligroso agarrar carretera de noche, por ejemplo», recuerda Casas.
Que la música de Americania influenciara a una generación de músicos y seguidores de la movida musical alternativa es gratificante. «La forma en la que el disco ha evolucionado y ha impactado en la gente nos hace sentir bien por no habernos dejado llevar por las tendencias de aquel momento (…) Ahora hay una generación mucho más joven a la que le gusta la banda, pero no nos ha podido ver en vivo y esta es una oportunidad para que vean nuestro show en su máxima expresión», dice Ítalo.
En estos años, los músicos se han dedicado a sus proyectos solistas. Es el caso de Álvaro y Armando. No ha sido fácil, pero el trabajo que hicieron con Americania los ayudó a construir una base de seguidores. «Aunque fue difícil, teníamos cierta ventaja porque había gente que estaba pendiente de lo que hacíamos. Mucha gente que escucha Recordatorio e iba a mis primeros toques venía de Americania. Entonces, no era empezar de cero», cuenta Armando.
La banda, que vivió cómo poco a poco desaparecieron los espacios para tocar, considera que ahora con la aparición de iniciativas como Cusica es posible desarrollar una carrera musical en el país. «Yo siempre he estado acá y he visto la película completa. 2013 y 2014 fueron años muy duros porque empezaron a cerrar todos los lugares en los que se podía tocar. Al final, solo quedaban pocos bares. Todo estaba muy apagado, pero con el tiempo comenzó a cambiar, han surgido espacios como Cusica, más tarimas. De pronto no hay tantos bares como antes, pero poco a poco ha comenzado a surgir un movimiento musical fino aquí y lo hemos visto con bandas como Gran Radio Riviera o Anakena», considera Álvaro.
Aunque este reencuentro de Americania será solo para celebrar los diez años de su segundo disco en el Cusica Fest, la banda no se cierra a retomar el proyecto en el futuro. Por el momento, no está en los planes hacer más presentaciones, pero tampoco lo descartan. «Por ahora estamos enfocados en esta celebración. Tenemos todas nuestras energías en este reencuentro, no nos adelantamos a lo que pueda venir. La puerta creo que está abierta, aún no hay algo definitivo», sentencia Casas.
El Nacional