El barítono español Plácido Domingo deslumbró en su presentación en el Poliedro de Caracas este 1º de octubre, en la cual afloraron emociones desde la alegría hasta la nostalgia, durante tres horas.
La dirección musical estuvo a cargo de Kamal Khan.
Plácido Domingo deslumbró en el Poliedro con zarzuelas y llaneras
Luego de 14 años de ausencia, el madrileño retornó al país junto con la soprano uruguaya María José Siri y cantaron acompañados de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, que demostró, una vez más, sobriedad y excelencia.
Si bien el fuerte de Domingo es la ópera, aclaró por qué la presentación incluyó la mayor cantidad de zarzuelas en el repertorio. “Veo que están disfrutando mucho las zarzuelas. Yo soy un cantante de ópera, pero de las cosas que más me gusta cantar es eso, precisamente. Mis padres eran cantantes de zarzuelas”, rememoró.
Tanto Siri como Domingo solo se cambiaron dos veces de vestuario. La artista optó por trajes largos brillantes y el ínclito vocalista alternó con un traje negro y camisa blanca; luego salió completamente de negro.
Venezuela presente
Domingo tuvo a Venezuela presente no solo en el setlist y acompañamiento musical, sino en sus recuerdos. Conversó con el público y citó gratos momentos con el maestro José Antonio Abreu, fundador del Sistema de Orquesta de Venezuela (SOV). Mientras se dirigía a los asistentes, en pantallas se proyectó un video del último encuentro de ambos y fue ovacionado, como pasó cada vez que terminaba un tema.
Otro instante lo conectó al país: le detalló al público qué sintió al cantar “Caballo viejo”, al lado de Simón Díaz, hace 33 años. Para honrarlo la interpretó nuevamente, esta vez en compañía de músicos que ejecutaron arpa, cuatro y maracas. A varios asistentes se les salieron las lágrimas.
La sensibilidad a flor de piel se vivió con el «Alma Llanera». La gente lo aplaudió y el también productor musical se conmovió.
La conexión entre Domingo y Siri es innegable. En más de una ocasión le besó la mano en gesto de agradecimiento, y también la ayudó a desplazarse por la tarima cuando le tocaba salir de escena. Igualmente fue receptivo con Khan, a quien abrazó varias veces fascinado por el innegable talento del joven.
El tenor complació a su público con “La boda de Luis Alonso”, “Las hijas del Zebedeo”, “La del soro del parral”, “Goyescas”, “Los gavilanes”, “La revoltosa”, “La del manojo de rosas” y “Luisa Fernanda”, por citar algunas. Fueron 33 piezas que quedaron para el recuerdo.
Cierre por todo lo alto
Por supuesto, el cierre no podía ser distinto. El cancionero hispanoamericano dijo presente con “La morena de mi copla”, “Bésame mucho” y “Granada”, a dúo con Siri. Se fue emocionado y alabado. “No hay más canciones, ya los músicos están cansados”, exclamó con una carcajada para despedirse de una noche inigualable.
Los asistentes manifestaron satisfacción, aunque según algunos faltó “La malagueña”, pero quedaron complacidos. No todos los días viene un artista tan completo y por eso muchos usaron sus mejores pintas: algunas damas utilizaron vestidos largos, otras a media pierna, los hombres optaron por sacos, y más de uno se fue cómodo, con jeans y tenis… Total, la música es libre “como las coplas preciosas”.
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El Nacional
