Que el diálogo y la negociación pendiente en Venezuela, avance con prontitud y no se quedé todo en la fotografía oficial que se produjo en la reciente Cumbre Internacional celebrada en la ciudad de Bogotá, Colombia, exigen un grupo de venezolanos, entre los que destacan líderes sociales y dirigentes locales que hacen vida en 13 estados del país, se unieron para hacer público un pronunciamiento público.
A juicio del grupo encabezado por la dirigente política y empresaria, Griselda Reyes, la crisis «multiplural y multidimensional» que hoy agobia a millones de venezolano no permite que gobierno y oposición sigan señalando responsabilidades y poniendo peros sobre la liberación de fondos acordados o temas de este tipo.
Cuestionando una serie de deficiencias que no se abordaron de forma directa en Colombia, dejaron claro que se debe continuar con la construcción del camino del diálogo: «Debemos, a través del encuentro y la concertación, construir el país al cual puedan regresar los millones de nacionales que alimentan la migración venezolana».
«El proceso de encuentro y negociación. Éste debe ser más amplio, inclusivo. Debe atraer y contener la opinión de personalidades, organizaciones y activismo nacional, para que se puedan conocer las diferentes ópticas y visiones que deben necesariamente converger en la construcción del país que queremos. ¡El diálogo, por ninguna razón puede quedar estancado en la foto oficial de Bogotá!», exponen en el documento.
En el mismo manifiesto evidenciaron su convicción que con la ayuda internacional que hoy disponen hacía Venezuela, los países colaboran de forma trascendental a la viabilidad en positivo de los propios procesos humanitarios y democráticos de estas naciones que han abierto sus puertas a la diáspora criolla.
Subrayaron que aspiran que el esfuerzo de todo este conglomerado internacional se una a los avances del Diálogo en México, y se logre un concierto de naciones unidas en pro de la Venezuela democrática, plural y justa que se merece Latinoamérica.
A continuación el comunicado integro:
DIALOGAMOS O ERRAMOS
Celebrada ya en Bogotá la Conferencia Internacional sobre el proceso político de Venezuela, los países que intervinieron acordaron lo necesario del desarrollo de un proceso electoral libre, transparente y con plenas garantías, bajo un cronograma que contemple las propuestas que en 2021, presentó la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea.
Ello, en paralelo con el levantamiento de las sanciones, y la continuación del proceso de diálogo iniciado en México auspiciado por el Reino de Noruega, condicionado por la aceleración de la implementación del Fondo Fiduciario Único para inversión social en Venezuela.
Promete esta iniciativa un próximo encuentro orientado a hacer el inventario del desarrollo de los puntos acordados, e informarlo a Venezuela.
Llama la atención que la necesidad de encontrar acuerdos urgentes para la protección del pueblo venezolano, y la recuperación de la calidad de vida de todos los que habitamos en esta tierra, se coloque bajo la necesidad imperiosa de implementar el Fondo Fiduciario Único.
Nada se indica acerca de cómo paliar, dentro del país, la creciente crisis multiplural y multidimensional que nos aqueja. Nada indica medidas referidas a establecer acuerdos, estrategias y acciones necesarias para la construcción de urgentes soluciones a los problemas estructurales que enfrentamos.
La crisis del país comprende todas las áreas humanas de existencia y coexistencia, desde la gestación hasta la desaparición física, corroídas las bases de la confianza y la credibilidad que deben tener las instituciones públicas y sus autoridades y las corporaciones privadas y sus socios. Para el venezolano, el estado de bienestar ya no es ni siquiera un estado mental, llevándole a ser un individuo en estado de subsistencia, con arteros ataques al ejercicio de sus derechos fundamentales.
En todo esto, nada se dijo en esa conferencia. Y por ello es que se hace imprescindible continuar dialogando, continuar en la búsqueda de opciones y soluciones que lleven al cambio de posiciones dentro de la casta dirigente y permitir la alternabilidad, la gobernanza y la gobernabilidad.
El presidente Nicolás Maduro, al igual que el fallecido mandatario Hugo Chávez, no ha podido atender el mandato constitucional de construir una sociedad democrática, participativa y protagónica. Y nos ha llevado a compartir la coexistencia en un Estado de injusticia, totalmente centralizado, donde los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y el imperio de la ley; no han recibido el debido impulso para convertirse en los motores del desarrollo nacional para ésta y las futuras generaciones; y en el cual, día a día, se encuentran en grandes riesgos el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.
Debemos continuar con la construcción del camino del diálogo, y transitarlo, para dejar de ser el Estado de nombre “democrático y social de Derecho y de Justicia”, en el cual corren enormes riesgos la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y la preeminencia de los derechos humanos, la ética y, en grado extremo del riesgo, el pluralismo político.
Debemos, a través del encuentro y la concertación, construir el país al cual puedan regresar los millones de nacionales que alimentan la migración venezolana, dentro y fuera del país, y que no logra resolver la situación personal, pues la mayoría de venezolanos se encuentren en condiciones adversas muy diferentes a las que esperaron encontrar en la búsqueda de mejorar su calidad de vida.
De allí la importancia del proceso de encuentro y negociación. Éste debe ser más amplio, inclusivo. Debe atraer y contener la opinión de personalidades, organizaciones y activismo nacional, para que se puedan conocer las diferentes ópticas y visiones que deben necesariamente converger en la construcción del país que queremos. ¡El diálogo, por ninguna razón puede quedar estancado en la foto oficial de Bogotá!.
Ayudando a Venezuela a retomar sus caminos, se colabora de forma trascendental a la viabilidad en positivo de los propios procesos humanitarios y democráticos de los países que han abierto las puertas a nuestros nacionales.
Esperamos que el esfuerzo de ustedes se una a los avances del Diálogo en México, y logremos un concierto de naciones unidas en pro de la Venezuela democrática, plural y justa que se merece Latinoamérica.