Aunque el más reciente informe sobre Venezuela del Departamento de Estrategia de Inversiones de Credit Suisse le da amplio crédito a la recuperación económica del país, al reestimar el crecimiento del PIB desde 5,5 % a 8,5 % en 2021, advierte a los tenedores de bonos venezolanos que sus posibilidades de comenzar a cobrar son «extremadamente bajas», ya que el chavismo luce políticamente estabilizado, por lo que la situación de default de la deuda nacional no cambiará, al menos en el corto plazo.
El informe no menciona el impacto de las sanciones, estadounidenses básicamente, en esta situación, pero este es un factor clave, cuya modificación depende de acuerdos políticos que, por lo pronto, no se ven probables; no obstante, el gobierno de Nicolás Maduro ha hecho dos propuestas de renegociación a los tenedores, cuyas bases son de alto riesgo para los acreedores, porque los obligan, en principio, a retar a la administración federal estadounidense y, además, a renunciar a cualquier tentativa de reclamo judicial.
Según el documento de Credit Suisse, Venezuela sigue sin tener una capacidad de pago clara, incluso para renegociar. Sus reservas internacionales -descontando los Derechos Internacionales de Giro (DEGs) que el Fondo Monetario Internacional asignó al país, pero que no han sido liquidados- son inferiores a 6.000 millones de dólares, y los analistas del banco de inversión proyectan que se mantengan entre 5.000 y 6.000 millones durante 2022.
La razón de este pronóstico es que la institución proyecta un mayor esfuerzo de intervención cambiaria por parte del Banco Central de Venezuela (BCV) y que, además, un monto importante del ingreso petrolero no ingresará al flujo de caja de la autoridad monetaria.
Por otra parte, «Venezuela ha perdido el 20 % de su población y su economía es apenas una cuarta parte de lo que era a principios de la década de 2010, lo que permite establecer que las perspectivas de recuperación de la deuda son bastante remotas».
El Credit Suisse estima la deuda venezolana en alrededor de 100.000 millones de dólares.
– 2022: El remanente del rebote –
Luego del «rebote» de la economía venezolana en 2021 que aprecian los analistas de Credit Suisse, 2022 se ve con una expectativa más moderada. De hecho, el Departamento de Estrategia de Inversiones del banco sostiene que habrá un incremento de 4,5 % del PIB este año, la misma cifra que manejaba en el reporte precedente.
Básicamente, una parte de este crecimiento se explica como un remanente del año anterior. «Si los niveles de producción se mantienen sin cambios a lo largo de 2022, según la estimación a fines de 2021, lograr un crecimiento del PIB real cercano al 3% interanual debe ser factible». Esto implica una previsión de desaceleración de la expansión económica este año.
Para los analistas de Credit Suisse, la recuperación de 2021 está firmemente atada al incremento de la producción petrolera. «Nuestra revisión (del pronóstico de crecimiento a 8,5 %) se deriva en gran parte de la mejora en la producción de petróleo, que no ha dejado de sorprendernos por lo positivo. Los datos disponibles muestran que el PIB petrolero aumentó aproximadamente entre 9 % y 10 % interanual en 2021, datos que duplican nuestra estimación de hace tres meses».
Por otra parte, el reporte añade: «la profundización de la dolarización, el aumento de las importaciones, la mejora de los ingresos fiscales y el incremento de la movilidad se encuentran entre los otros factores que respaldan nuestra visión de crecimiento económico en el país».
– La formación de precios –
Igualmente, el informe del Credit Suisse reconoce que los procesos de formación de precios en Venezuela han mejorado de manera sustancial, a tal punto que su proyección de la variación de la inflación al cierre de 2022 es de 150 %, un descenso muy considerable en comparación el alza de 686 % que recién reportó el Banco Central de Venezuela como aumento del INPC en 2021.
«El creciente uso de divisas extranjeras en las actividades cotidianas y la mejora en el suministro de bienes probablemente haya tenido un efecto favorable en los precios. Pero, la clave en la reciente desaceleración de la inflación ha sido la intervención del Banco Central en el mercado de divisas, que ha mantenido una clara estabilidad cambiaria y ha proporcionado un ancla nominal a la economía. La capacidad del Banco Central para mantener esta estrategia está en línea con el aumento de liquidez en divisas, derivada de las exportaciones de petróleo; esto será sostenible mientras el sector petrolero siga aportando los fondos para ello», señalan los analistas del banco de inversión.
Por otra parte, los datos que maneja Credit Suisse hablan de una importante recuperación de la tributación interna en Venezuela, la cual cayó 28 % en 2020 pero aumentó 55 % en 2021.
«En el sector externo, pronosticamos una cuenta corriente de la balanza de pagos algo más equilibrada en 2022. El aumento de las entradas de divisas relacionado con mayores exportaciones de petróleo, probablemente será compensado por el aumento de las importaciones, debido a la mejora del consumo interno», dice el reporte.
– El impacto de la covid-19 –
Los analistas del Departamento de Estrategias de Inversión del Credit Suisse estiman que la evolución de la pandemia de covid-19 en Venezuela se produzca en consonancia con las tendencias del resto de la región; es decir, habría un aumento importante del número de casos.
Por otra parte, el banco de inversión no respalda los indicadores oficiales de vacunación del gobierno al señalar que «aproximadamente el 75% de los venezolanos había recibido al menos una dosis de vacuna a fines del año pasado; alrededor del 50% de la población había sido completamente inmunizada«.
Básicamente, el riesgo está en que, de acuerdo con los datos que maneja la entidad, los niveles de movilidad en el país, comparados con los registrados antes de la pandemia, son los más elevados de América Latina.
«Interpretamos este dato concreto de dos maneras: (1) los efectos negativos de la pandemia en el sector real se han superado en gran medida; (2) una mayor movilidad, en relación con sus pares, es otro indicador de una aceleración de la actividad económica después de tocar fondo en 2020».
En cuanto a la dinámica política interna, el Credit Suisse no prevé sobresaltos en el status quo en el corto y, posiblemente, en el mediano plazo.
«El plan del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) es claro: convocar elecciones, crear un campo de juego desigual durante el proceso para promover la desconfianza y, por lo tanto, la abstención del electorado. Con este fin utilizar todos los recursos a su disposición para conseguir más votos que sus adversarios y permanecer en control. Si la oposición no participa en las elecciones, entonces gana el chavismo. Si la oposición participa con divisiones y falta de disposición de los votantes a participar, entonces gana el chavismo».
-Los datos del Credit Suisse –
– Crecimiento del PIB 2021: 8,5 %
– Crecimiento del PIB 2022: 4,5 %
– Aumento del PIB petrolero 2021: 9 % -10 %
– Inflación anual 2022: 150 %.
– Incremento de la tributación interna 2021: 55 %
– Porcentaje de vacunación antiCOVID-19 con pauta completa: 50 %
– Reservas Internacionales 2022: 5.000 – 6.000 millones de dólares
Fuente: Globovision