La Iglesia cree que la única opción para el 15 de octubre es ejercer el derecho constitucional al sufragio y decidir sobre los destinos de cada región que afectan de forma directa a los ciudadanos. El clero considera que los comicios son una oportunidad prístina para continuar la lucha hacia los cambios que exige el país, reseña El Nacional.
“Si la gente se queda en su casa propicia el camino para el fraude en las elecciones regionales. Hay que ir a votar. Las demás son consideraciones muy respetables, pero dejan abierta la puerta para que el gobierno implante su aplanadora roja y haya lugar para los abusos”, subrayó el cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas.
Añadió que mientras más gente concurra a los 13.559 centros de votación dispuestos por el Consejo Nacional Electoral para los venideros comicios será difícil que haya fraude. Indicó que así se evidenció en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, cuando el oficialismo no pudo ocultar la victoria opositora.
“Estas elecciones van a demostrar el rechazo del pueblo al gobierno. La mejor encuesta son las elecciones. Allí se puede manifestar que no se está de acuerdo con la represión, con la inflación que el gobierno ha permitido, ni con la delincuencia que ha dejado crecer, ni con la imposición de una asamblea nacional constituyente fraudulenta”, indicó el cardenal.
Urosa Savino refirió que quienes han manifestado consecuentemente en las calles contra el abuso del gobierno en los últimos meses tienen razones para participar en el proceso electoral. “Debe tenerse claro que la participación en los comicios de gobernadores no es para legitimar al CNE ni tampoco al gobierno, sino para ejercer un derecho que tenemos. Estamos llamados a votar pese a las condiciones que pone y malpone el CNE. Estos comicios son un modo claro de expresar el rechazo al gobierno. No se puede dejar de lado esta oportunidad”, indicó.
El cardenal aseveró que la comunidad internacional se ha percatado de que el gobierno actúa ilegalmente y en contra de la Constitución. Añadió que esta situación es un motivo más para ir a votar el domingo. “La opinión pública internacional está absolutamente en contra de Nicolás Maduro y hay una gran cantidad de países que no reconoce a la ANC. La Conferencia Episcopal tampoco la reconoce”, acotó.
Señaló que la oposición actuó acertadamente al retirarse de las reuniones exploratorias para el diálogo con el gobierno que se realizaron en septiembre. El prelado advirtió en su momento sobre el carácter extemporáneo del acercamiento y dijo que la prioridad eran las elecciones regionales que debieron realizarse en diciembre de 2016, cuando venció el período de los gobernadores electos en 2012.
El primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José Luis Azuaje, coincidió con el cardenal Urosa en que quedarse en casa solo favorece la gestación de cualquier tipo de fraude. Afirmó que la grave situación del país requiere que todos los ciudadanos se expresen libremente en la contienda del 15 de octubre.
“Cada uno tendrá su misión en las elecciones y aquí es fundamental la función de los testigos de mesas. El 30 de julio no es un referente porque en la elección de los miembros de la constituyente solo había un sector participando. Pero en las elecciones del 15 de octubre habrá posiciones bien demarcadas y antagónicas. Que cada uno defienda la suya. Es natural que haya escepticismo con respecto al CNE, siempre lo hemos tenido. De allí los llamados a que sus funcionarios trabajen en función del pueblo y no a favor de alguna parcialidad. No se pueden adueñar de una institución que debe ser democrática”, puntualizó monseñor Azuaje, quien también es obispo de Barinas.
Agregó que pese al totalitarismo que se vive en Venezuela, es importante que se abran las vías para las decisiones soberanas del pueblo. “Es fundamental que, con mecanismos constitucionales, los ciudadanos puedan decidir sobre su ámbito local, sobre las regiones. Después de que en el país se abrió el paso a la descentralización, en los últimos años se ha profundizado el centralismo y, al final, los perjudicados son los habitantes de cada estado”, dijo el primer vicepresidente de la CEV.
Monseñor Azuaje llamó a fortalecer las regiones del país. Afirmó que los gobernadores deben ser actores clave del progreso regional. “Hay que fortalecer la democracia local y abrir el camino hacia la nacional que debe darse con las elecciones presidenciales del próximo año”, afirmó.
Vencer la abstención
Monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal y segundo vicepresidente de la CEV, subrayó: “Hay mucha desilusión en la gente, pero la abstención es el enemigo a vencer en las elecciones de gobernadores. De lo contrario no habrá excusas. Es necesario motivar a todos a la participación ciudadana”.
El prelado expresó que los próximos comicios “deben ser el preludio de las elecciones generales del año 2018. Frente al proyecto totalitario que se pretende imponer, este acto electoral debe hacer sentir la voz de un pueblo que quiere de verdad la democracia como régimen de gobierno y estilo de vida ciudadana”.
Moronta indicó que el proceso del 15 de octubre se levanta como una luz dentro de los sufrimientos del pueblo venezolano. “En medio de la crisis agravada que sufre el país, estas elecciones constituyen una esperanza y una luz en el camino para quienes creemos en la democracia”, resaltó el segundo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.
El Dato
Monseñor Ovidio Pérez Morales, obispo emérito, dijo que “la elección de gobernadores debe aprovecharse como un paso fuerte hacia la liberación del país y la entrada real en el nuevo siglo y milenio”. En su cuenta de Twitter, el prelado reiteró que los obispos del país llaman a la participación masiva en la elección del 15 de octubre. Pidió mostrar una mayoría democrática y “denunciar al régimen opresor”.
Por SOFÍA NEDERR | SNEDERR
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