La giardiasis (también conocida como Giardia) es una causa común de enfermedades transmitidas por agua en los seres humanos. Es causada por un parásito microscópico (Giardia lamblia), que vive en los intestinos de las personas y los animales. Se encuentra en los alimentos, superficies, tierra o agua que ha sido contaminada con las heces de animales infectados o los seres humanos, produciendo quistes (huevos) que pueden sobrevivir en el ambiente por mucho tiempo.

Las personas se infectan después de ingerir el parásito y es comúnmente transmitido a través del agua contaminada, y a través del contacto de la familia. La giardiasis causa diarrea y es una enfermedad frecuente.

¿Cuáles son los factores de riesgo para contraer giardiasis?Tus factores de riesgo de contraer la giardiasis aumentan si tu o un miembro de la familia han estado expuestos a cualquiera de los siguientes medios para la transmisión de la giardiasis:
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Instrucciones:

1.Han tomado agua contaminada, como agua potable o hielo hecho con fuentes contaminadas como agua de lluvia del techo, ríos, arroyos, pozos contaminados por animales y personas infectadas.

2.Alimentos contaminados: esto puede ser causado por alguien que ha manipulado la comida sin lavarse las manos después de cambiar un pañal o ir al baño. Has estado en contacto con personas infectadas.

3.No te has lavado las manos después de tocar animales. Los niños pequeños han chupado los juguetes contaminados.

4.Los síntomas de la giardiasis no aparecen hasta 7-10 días después de haber sido infectado, aunque a veces puede tomar hasta tres semanas antes de que se muestre. Los síntomas incluyen:

Malestar estomacal. El estómago se puede hinchar con muchos gases o puedes tener muchos calambres abdominales.

Los movimientos de grasa intestinal tienden a flotar.

Nauseas y cansancio.

Diarrea que suele ser de mal olor.

A veces vómitos.

Posible pérdida de peso.

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La salmonelosis es una de las intoxicaciones alimentarias más comunes, causada por el contagio de la bacteria salmonella. Esta se encuentra normalmente en el intestino de los animales, especialmente de las aves de corral. Haber estado en contacto con la salmonella y luego manipular alimentos sin tomar las medidas de higiene suele ser una causa de contagio, aunque en su mayoría las personas se intoxican al consumir huevos y aves mal cocinadas.

Instrucciones:

1.Una vez que la salmonella ha ingresado en nuestro sistema, los síntomas se presentan entre 8 y 72 horas, por lo que resulta sencillo determinar qué alimento nos produjo la intoxicación.

2.Esta infección es considerada como un tipo de gastroenteritis, por eso sus señales son similares. Los primeros síntomas de la salmonelosis incluyen nauseas y vómitos. Usualmente el paciente no consigue retener por mucho tiempo los líquidos y alimentos que ingiere.

3.Estas señales vienen acompañadas de una fuerte diarrea, un mecanismo de defensa natural del organismo para intentar eliminar la infección. Es especialmente importante mantener al paciente hidratado para evitar que el cuadro empeore.

4.Otro síntoma de la salmonelosis es el dolor abdominal, similar a punzadas en distintos puntos de nuestra barriga. Esta infección además puede venir acompañada de fiebre y escalofríos, otra señal clara de que hay presencia de bacterias.

5.Algunas veces las infecciones por salmonella producen también dolores musculares y sangrado en las heces. Los síntomas pueden durar entre cuatro días y una semana, y si no se atienden con precaución el paciente podría sufrir de un cuadro de deshidratación y desnutrición.

6. Si sospechas que tienes salmonelosis lo más recomendable es acudir a un médico para recibir un tratamiento apropiado. Esto es especialmente importante en el caso de niños pequeños y personas ancianas, que pudieran sufrir de manera intensa los síntomas de esta enfermedad y caer rápidamente en un cuadro de deshidratación.

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La intoxicación alimentaria se produce cuando se comen alimentos contaminados. Esto es más probable que ocurra después de comer productos de carne, huevos o productos lácteos que contienen bacterias dañinas, tales como E. Coli. Si presentas una intoxicación por alimentos, es probable que experimentes al menos uno de los siguientes síntomas: náuseas, malestar estomacal, diarrea, escalofríos, vómitos y fiebre.

Los medicamentos contra las náuseas o la diarrea son prácticamente inútiles contra la intoxicación alimentaria, que es esencialmente una infección bacteriana. Lee a continuación para obtener lo que puedes hacer para ayudar a aliviar estos síntomas, pero no olvides que lo más importante es que te pongas en manos de un médico para que estudie tu caso.
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Instrucciones

1.Mantente hidratado. Los efectos de la intoxicación alimentaria te deshidratan y te hacen sentir peor. Bebe agua y otros líquidos, pero evita la cafeína, que actúa como un diurético y te hará orinar con más frecuencia. Bebe sólo líquidos claros, como el caldo de pollo o caldo de verduras, cuanto más claro es el líquido más agua contiene. El objetivo es reemplazar los líquidos que has perdido a través de diarrea o vómitos.

2.Come. Probablemente no quieras, porque no te sientes bien, pero debes comer para mantener tu energía. Come alimentos secos, como tostadas o galletas. Cuanto mas blanda la comida, es más probable que seas capaz de digerirla. No comas alimentos picantes o frutas que serán difícil de digerir mientras estás enfermo.

3.Toma algunos suplementos probióticos o come yogur con cultivos vivos. Los probióticos son microorganismos vivos que son beneficiosos para el cuerpo y puede ayudar a prevenir o tratar los síntomas causados por las bacterias dañinas, incluyendo el tipo que causan dicha intoxicación. También se promocionan por su capacidad para estimular tu sistema inmunológico y prevenir infecciones. Se pueden encontrar en forma de píldora o cápsula, pero también se encuentran en el yogur que contiene cultivos vivos de ella.

4.Los yogures que contienen bífidus o cultivos vivos, por lo general están especificados en la etiqueta. Trata de mantenerte alejado de la clase de yogur que contiene una gran cantidad de azúcar, ya que esto puede irritar tu estómago aún más.

5.Debes ser paciente. Puede tomar algunos días limpiar las toxinas de la intoxicación alimentaria. Descansa lo más que puedas y abstente de hacer ejercicio vigoroso hasta que estés bien de nuevo. Lee las advertencias a continuación.

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Es totalmente normal que cuando el cuerpo necesita comer oigamos cómo una especie de rugido procedente de nuestro estómago. Sin embargo, los ruidos no solo pueden aparecer cuando estamos hambrientos, sino que también puede ocurrir que, justo después de comer, nuestra barriga empiece a producir sonidos que no paran de repetirse cada cierto tiempo. Estos «gruñidos» pueden ser del todo normales, ya que los produce el organismo cuando está digiriendo y haciendo la digestión de los alimentos que acabamos de ingerir.

Sin embargo, si estos sonidos están acompañados de cierto malestar, entonces es muy probable que estés padeciendo algún trastorno estomacal o intestinal.

Seguimiento de una dieta estricta

Cuando pasamos de un día para otro de llevar un plan alimenticio dónde comemos todo tipo de alimentos, a una dieta demasiado estricta, nuestro organismo no tendrá tiempo para digerir bien y adaptarse a este cambio de nutrición tan brusco. Las dietas alimentarias donde están prohibidos una gran lista de alimentos y, además, también nos restringimos a consumir un determinado número de calorías al día, puede ocasionar que el estómago haga ruidos después de las comidas principales. Esto sucede debido a que, a pesar de que hemos comido, seguimos con el vientre vacío, por lo que el sistema digestivo sigue enviándonos señales de que aún tiene hambre.

Consumo frecuente de bebidas con gas

Cuando comemos, nuestro sistema digestivo se encarga de que los alimentos que hemos consumido pasen desde la boca hasta el ano, para ser procesados y expulsados de forma correcta. Para ello, cuando la comida pasa por el estómago, es mezclada con los jugos gástricos creando un bolo alimenticio. Mientras el sistema digestivo lleva a cabo este procedimiento, el cuerpo produce gases, los cuales, se aprietan en las paredes del estómago en forma de burbujas hasta reventar y, por eso, escuchamos estos sonidos estomacales.

Sin embargo, cuando consumimos a la hora de comer un exceso de bebidas con gas, la cantidad de burbujas producidas por el organismo, durante el proceso que hemos explicado, aumenta de manera muy considerable. Si escuchamos las tripas más de lo normal, es porque a nuestro cuerpo no le da tiempo a expulsar tantos gases, ya sea a través de eructos o flatulencias, por lo que se encargará de hacerlo el estómago reventado dichas burbujas en sus paredes.

Las tripas suenan después de comer por intolerancia alimentaria

Las intolerancias alimenticias también pueden producir más sonidos después de comer en las tripas. Cuando nos alimentamos de comidas con algún compuesto que el estómago no es capaz de digerir bien, dicho componente se queda más tiempo de lo normal en esta parte de nuestro cuerpo. Cuando esto sucede, las bacterias que se activan debido a la intolerancia, intentan eliminar ese compuesto nutricional y, para ello, producen más residuos en forma de burbujas o gases dentro de las tripas.

Es por esto que, además de que nos suene más de lo debido el vientre, también podamos tener otros problemas digestivos como pesadez, dolor abdominal o diarrea, entre otros síntomas de la intolerancia.

Ruidos en las tripas después de comer por úlcera gástrica

La úlcera gástrica o péptica es una especie de llaga que aparece en la mucosa que envuelve las paredes del estómago o, también, puede aparecer en el duodeno (primera parte del intestino delgado). Esto sucede debido a que los ácidos estomacales, en lugar de ayudar a digerir los alimentos, provocan daños en estas paredes.

Aunque los síntomas más comunes de una úlcera gástrica son el dolor abdominal y el ardor en el estómago, también pueden darse ruidos en el vientre después de comer alimentos que empeoran este trastorno. Sin embargo, a diferencia de las otras causas explicadas en los apartados anteriores, cuando es la úlcera la que provoca los sonidos en la barriga, estos suelen ser muy constantes y más fuertes de lo normal.

Síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable es una enfermedad digestiva crónica que se caracteriza por sufrir síntomas como dolor abdominal y una alteración del ritmo intestinal. Es un trastorno muy poco común que puede suceder a cualquier edad y, del cual, no se saben con seguridad las causas que lo provocan.

Las personas que padecen el síndrome del intestino irritable, también suelen tener sonidos en el estómago muy similares a los de la úlcera gástrica. Sin embargo, la diferencia entre las dos enfermedades, es que en el caso de sufrir este síndrome, los ruidos suelen estar acompañados de dolores en el estómago muy fuertes, especialmente, después de comer.

Cuándo acudir al médico

Es necesario saber cuándo hay que acudir al médico cuando existe este problema de sonidos en el sistema digestivo incluso después de haber comido:

Dolor abdominal intenso y/o frecuente

Aerofagia

Exceso de gases

Diarreas y vómitos

Cuando solo sucede con ciertos alimentos

Aparecen síntomas de alergias

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Las encías sangrantes son un problema muy común que lo padecen, generalmente, aquellas personas que no siguen una correcta higiene dental. Aunque este trastorno puede ser un signo de padecer una enfermedad más grave, normalmente se debe al exceso de sarro o placa en la línea de las encías.

El sangrado de encías es un problema que debe tratarse inmediatamente ya que, en el caso de no hacerlo, puede derivar a otras afecciones como gingivitis o, incluso, a una periodontitis.

Causas del sangrado de encías

Aunque la causa más común de las encías sangrantes es la acumulación de placa dental en ellas debido a una mala higiene, también podría ser un síntoma de estar teniendo otros problemas de salud dental. Estas son las posibles causas del sangrado de encías:

Gingivitis o inflamación de las encías.

Cepillado muy brusco de los dientes.

Aparato de dientes u otras prótesis mal puestas.

Uso incorrecto de hilos dentales.

Cambios hormonales, especialmente en el embarazo.

Escorbuto (deficiencia de vitamina D).

Deficiencia de vitamina K.

El sangrado dentro de nuestra boca también puede estar causado por otros trastornos que no tienen nada que ver con nuestros dientes como los siguientes: factores genéticos, leucemia, diabetes, cardiopatía y/o trastorno en la coagulación.

Uso correcto del cepillo de dientes

Una de las formas más sencillas para evitar este problema en las encías es haciendo un uso correcto del cepillo de dientes. A veces pensamos que, por cepillar con mucha fuerza el esmalte dental, vamos a conseguir que esté más limpio. Sin embargo, lo único que conseguiremos es empeorar el sangrado de encías. Si quieres mejorar tu higiene bucal, sigue estos consejos sobre el cepillado de dientes:

Escoge un cepillo de cerdas suaves, ya que es la opción más correcta para aquellas bocas más sensibles y con tendencia a sangrar.

Lávate los dientes dos veces al día de forma adecuada: evita los movimientos bruscos y haz círculos suaves con el cepillo por todos los lugares de tus dientes.

Considera utilizar un cepillo de dientes eléctrico, ya que elimina mejor las acumulaciones de sarro.

Si tienes dientes muy sensibles, es necesario que cepilles con más suavidad (casi como dando un masaje) las zonas que sangren con mayor frecuencia.

Intenta que el cepillado dental dure más de 3 minutos.

Incorpora el hilo dental a tu higiene bucal

El uso del hilo dental una vez al día puede prevenir muchos problemas bucales, entre ellos, el sangrado de nuestro esmalte. Pero primero, debemos qué tipo de hilo usar y cómo emplearlo adecuadamente:

La seda dental puede ser de dos tipo: con o sin cera. Si no has utilizado nunca este utensilio, es preferible que escojas con cera, ya que son más suaves y previenen el daño en los tejidos de las encías y, en consecuencia, su sangrado.

También existen varios modelos según los espacios interdentales: podemos encontrar el hilo para espacios normales; la cinta para espacios más grandes; y el super floss, específico para la limpieza de ortodoncias.

Si quieres usar el hilo dental correctamente, debes sostenerlo en forma de U, de manera que quede tirante y deslizarlo con suavidad de arriba a abajo entre los huecos dentales. Es importante que para evitar que se resbale y llegue de golpe a la encía dañándola, cuando hagas el gesto de introducir el hilo entre los dientes lo hagas presionando ligeramente hacia uno de los dos dientes, de lado, en vez de directamente hacia la encía.

No fuerces la seda de dientes, ya que podrías cortar las encías y, en consecuencia, aumentar el sangrado.

Enjuagues bucales para el sangrado de encías

Otra manera de mejorar tu higiene bucal y, además, de reducir el sangrado en las encías, es utilizar enjuagues con ingredientes naturales después del cepillado de dientes. En este artículo te recomendamos los siguientes enjuagues caseros que podrás hacer tú mismo en casa:

Enjuague con agua y sal: cuenta con propiedades antibacterianas que impiden el desarrollo de estos microorganismos y además alivian la inflamación y la sensibilidad de las encías.

Enjuague bucal de limón: este alimento es un potente antiinflamatorio y antiséptico por lo que se recomienda su jugo para tratar diferentes problemas en el esmalte y las encías.

Gel de aloe vera: es una planta con propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antibacterianas, por lo que resulta muy eficaz para aliviar la hinchazón y el sangrado de encías.

Enjuague de bicarbonato sódico: este compuesto, además de ser un potente blanqueador, es un producto muy eficaz para posibles inflamaciones en la zona bucal debido a sus propiedades antisépticas.

Aceite esencial de clavo de olor: se puede utilizar para hacer gárgaras, ya que contiene propiedades calmantes, que alivian el dolor provocado por las encías sangrantes, y propiedades antifúngicas y antibacterianas, que eliminan la acumulación de placa dental y sarro y ayudan a evitar infecciones bucales.

Otras recomendaciones para curar el sangrado de las encías

Además de tener en cuenta todo lo comentado hasta ahora, es bueno tener también presentes otros consejos sobre cómo curar el sangrado de encías y prevenirlo, como los siguientes:

Intenta seguir una dieta más rica y sana. Evita los azúcares y aumenta el consumo de alimentos ricos en vitaminas (especialmente en vitaminas C, D y K).

Si eres fumador, considera dejar el tabaco ya que este producto aumenta la inflamación de encías y las enfermedades periodontales.

Aumenta el consumo de agua. Intenta beber 8 vasos de agua diarios para prevenir la acumulación de bacterias y sarro.

Visita, aunque sea una vez al año, a un especialista para que revise la salud de tus dientes.

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Si sufres de estreñimiento leve y estás buscando alguna alternativa natural que te ayude a remediar la situación, entonces debes conocer las maravillosas propiedades laxantes del aceite de oliva y su capacidad para mejorar la digestión y regular el tránsito intestinal. El estreñimiento es una afección que puede estar provocada por muchos factores, como malos hábitos alimentarios, deshidratación, llevar una vida sedentaria, el embarazo, el estrés excesivo, etc., y puede acarrear el padecimiento de síntomas muy molestos, además de evacuaciones de heces difíciles y dolorosas.

Beneficios del aceite de oliva para el estreñimiento

El aceite de oliva virgen extra actúa como un laxante suave natural muy beneficioso en caso de estreñimiento leve. Además de incluirlo en la dieta diaria para aprovechar todas sus propiedades, también se puede utilizar como remedio natural para tratar el tránsito intestinal lento y favorecer la evacuación de las heces. Veamos a continuación cuáles son los principales beneficios de tomar aceite de oliva para el estreñimiento:

Regula el tránsito intestinal

El aceite de oliva es rico en vitaminas E y K, ácidos grasos omega 3 y 6, hierro y antioxidantes, los cuales son excelentes para mejorar el proceso de la absorción y la digestión de los alimentos que ingerimos. Esto ayuda a mantener un tránsito intestinal regular y a prevenir el padecimiento de estreñimiento.

Ablanda las heces

El consumo habitual de aceite de oliva ayuda a ablandar las heces duras, logrando así que las evacuaciones no sean tan difíciles y produzcan dolor u otras condiciones, como hemorroides, por ejemplo. Esto es gracias a que cuando se toma este aceite, se impulsan las contracciones musculares en los intestino, lo cual a su vez promueve el flujo de la bilis.

Disminuye la inflamación intestinal

También es un producto que favorece la relajación del intestino y evita su inflamación e irritación. De esta forma, se permite que las heces se muevan con más facilidad y se alivie el malestar abdominal asociado al estreñimiento.

Tomar una cucharada de aceite de oliva antes de dormir o en ayunas

Hay varias formas posibles de tomar el aceite de oliva para el estreñimiento y seguidamente mostraremos cuáles son las más efectivas, tanto las destinadas al uso interno como externo de este producto.

Uno de los remedios con aceite de oliva para el estreñimiento más populares y que puede servir tanto para prevenir como combatir el tránsito intestinal lento es el de tomar una cucharada de aceite de oliva antes de irse a dormir y/o en ayunas. Para consumirlo de la forma correcta y lograr que haga efecto, toma nota de las siguientes indicaciones:

Ingredientes

1 cucharada de aceite de oliva virgen extra

jugo de limón

Tratamiento

Añade unas gotas de jugo de limón recién exprimido en 1 cucharada de aceite de oliva y toma la preparación resultante por la mañana en ayunas o antes de irte a dormir. En el caso de que decidas hacerlo por la noche, lo mejor es que lo tomes bastante antes de acostarte, por ejemplo antes de la cena, para que así no entorpezca ni dificulte tu descanso nocturno. Puedes realizar este tratamiento durante unos cuantos días seguidos hasta que el estreñimiento se alivie.

Así mismo, para potenciar sus efectos, es conveniente que después de tomar este remedio, durante el almuerzo o la cena, ingieras alimentos ricos en fibra que estimulen los movimientos de los intestinos y faciliten las deposiciones. En el siguiente artículo te ayudamos a descubrir cuáles son los mejores alimentos para combatir el estreñimiento.

Jugo de naranja con aceite de oliva para el estreñimiento

Otra forma de tomar aceite de oliva para el estreñimiento es uniendo las propiedades de este preciado líquido dorado con las de una fruta como la naranja. Esta es muy rica en fibra y, además de regular el tránsito intestinal, ayuda a disolver todos los residuos acumulados, mejora la digestión y favorece la eliminación de líquidos. Por todo ello, un estupendo remedio casero para aliviar el estreñimiento es tomar el siguiente jugo de naranja con aceite de oliva:

Ingredientes

4 naranjas

1 cucharada de aceite de oliva virgen extra

Tratamiento

Solo tienes que exprimir las naranjas para obtener un jugo natural y, luego, agregar la cucharada de aceite de oliva. Para mejores efectos, toma este jugo por las mañanas en ayunas durante una semana, verás cómo consigues un alivio mucho más rápido.

Aplicar aceite de oliva en el ano

También existe la posibilidad de usar el aceite de oliva para el estreñimiento aplicándolo de forma directa en el ano, un método muy utilizado para aliviar el estreñimiento en bebés y niños. Al parecer, se consigue ablandar la materia fecal, relajar y lubricar las paredes rectales y favorecer las evacuaciones.

Solo tienes que verter unas gotas de aceite de oliva en tu dedo índice y aplicarlo dentro y en los márgenes del ano del bebé. También se puede utilizar un hisopo de algodón para llevar a cabo la aplicación. El aceite de oliva es también un buen remedio para reducir la inflamación en la zona y prevenir así la formación de hemorroides.

Masaje con aceite de oliva para el estreñimiento

Además del remedio anterior, otra manera de usar el aceite de oliva para el estreñimiento en bebés y niños es utilizándolo como producto para realizar un masaje abdominal. Los masajes en esta zona del cuerpo pueden ayudar a estimular los movimientos intestinales y facilitar la expulsión de las heces, al mismo tiempo que se alivian los dolores provocados por esta condición.

Vierte unas gotas de aceite de oliva en las palmas de tus manos, frótalas entre ellas y, luego, empieza a masajear la zona abdominal mediante movimientos circulares suaves que sigan el sentido de las agujas del reloj. Es importante que estos masajes se llevan a cabo unas 3 horas después de haber comido para no entorpecer el proceso de la digestión.

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