Por más emocionante que puede ser pensar en ponerte tu vestido con 10 kilos menos en tu peso… la pregunta inmediata que te harás será: “¿Y cómo diablos voy a lograrlo?”. Respira profundo, no te estreses, y sigue leyendo

Hacé un plan de largo plazo: La pérdida de peso sustancial no es una carrera, ni siquiera es un maratón. Es el resto de tu vida. Cuando tratas de bajar una buena cantidad de peso, es importante encontrar el camino perfecto que podrías adoptar para tu vida cotidiana; es decir, un deporte que te guste, y una dieta que puedas llevar a largo plazo. Será difícil al principio, pero no es imposible.

Especializate en lo grande: Bajar de peso es como crear una escultura. Cuando esculpís algo, tenés que primero construir una base, mucho antes que entrar en los detalles. Es decir, tenés que empezar con los cambios generales primero (como integrar más vegetales a tu dieta o desayunar todos los días), y luego afinar los detalles más pequeños.

No te obsesiones con la balanza: No necesitas bajar más de 1 kilo a la semana, independientemente si necesitas bajar 50 o 100 kilos en total. Es por eso que, en lugar de obsesionarte con la balanza, poné atención a los demás cambios en tu vida, como tus horas de sueño, tu energía, e incluso tu mejoría en el deporte. Hay muchas señales que podrán resaltar tu progreso, el chiste es que no pasen desapercibidos.

Bájale a las calorías progresivamente: Para bajar de peso, necesitás comer menos calorías que las que quemas cada día. Pero entre más vayas bajando, tu cuerpo no necesitará tantas calorías para subsistir como lo hacía antes. Como sabrás, las calorías son energía, y si tu cuerpo va empequeñeciendo, necesitará menos energía durante el día.

Básicamente, requerís pocas calorías para mantener tu nuevo peso, lo cual te ayudará a comer menos y menos, hasta llegar a una cantidad aceptable. Es recomendable bajarle 500 calorías a lo que ya comes, y así poco a poco de la mano de un especialista para llegar a un consumo calórico ideal.

Cargá algo pesado: Cuando hablamos de pérdida de peso, es necesario saber que el entrenamiento de fuerza es lo mejor. Éste no sólo acelera el metabolismo, sino que también fortalece y construye músculo, lo cual también quemas calorías. Lo recomendable es entrenar de 3 a 5 veces a la semana, pero esto dependerá enteramente de tu resistencia y condición física.

Ama tu cuerpo: Aunque no lo creas, amar tu cuerpo podría ayudarte muchísimo a bajar ese peso. Esa confianza en ti misma es crucial para permanecer motivada en la búsqueda de un estilo de vida saludable. Sólo tienes que concentrarte en cuidar de tu cuerpo y motivarte a seguir haciéndolo, no por cuestiones estéticas, sino porque es la mejor decisión para ti.

Eme de Mujer

Por Andrea Bouchot

Aunque lo veas solo como una deliciosa manera de mantenerte hidratada, el agua de coco le aporta múltiples beneficios a nuestro cuerpo. Así que puedas adquirir este producto no dudes ni por instante. Si no nos crees, a continuación recopilamos todas las propiedades que tiene:

Es 94% agua: no contiene grasas ni colesterol.

Ideal para tratar la diabetes: mantiene los niveles de glucosa.
Excelente para los huesos, cabellos, uñas y dientes.
Su contenido de fibra combate la ansiedad por comer.
Favorece la pérdida de peso.
Estimula el buen funcionamiento de los riñones.
Ayuda a mantener la presión sanguínea.
Mejora la circulación de la sangre.
Cuida la vista gracias a su aporte de vitamina A.
Eleva el sistema inmunológico y aumenta las defensas.
Alivia el estreñimiento.
Promueve la regularidad intestinal y estimula la digestión.
Tiene propiedades diuréticas: sirve para eliminar toxinas.
Ayuda a mantener la piel suave y lisa.
Previene enfermedades del corazón, hígado y vesícula.
Es considerado un suero natural: perfecto para hidratarnos.

 
¡Apostá por lo natural! Como decía Hipócrates, deja “que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”. Ya ves, el agua de coco es una de esas bebidas con propiedades milagrosas que hidrata, nutre, desintoxica y ayuda a mantenernos sanas. ¿Qué esperas para tomarla?

Eme de Mujer

Esta tendencia de no utilizar soutien, que se ha hecho cada vez más frecuente entre las famosas, parece tener aún más beneficios de los que pensábamos y la medicina apoya el llamado Free The Nipple.

El quemar los sostenes durante los años 70 era un acto de liberación femenina, pero actualmente el dejar de utilizar esta prenda de ropa interior recibe apoyo de la medicina al develar que tiene beneficios para la salud. Por algo las mujeres nos sentimos aliviadas al llegar a casa y soltarnos el sostén, este suele ser un momento de relajación.

Un estudio realizado en Francia demostró que no impide que el pecho se caíga, sino que ayuda a que los senos se vuelvan flácidos con el pasar del tiempo. Esto termina con uno de los mitos que las mujeres hemos creído por años, el que aseguraba que el utilizar sostén día y noche impedía que la gravedad hiciera de las suyas.

 
En el estudio participaron cerca de 330 mujeres entre 18 y 35 años de edad, la evaluación se realizó durante 15 años, lo suficiente para evaluar la evolución de cada una y la llamada turgencia de pecho. Aquellas que no utilizaban sostén, es decir que siempre han practicado el Free The Nipple, tenían senos más firmes, con menos estrías y con mayor volumen, que quienes usaban la prenda diariamente.

Los expertos sostienen que el uso de esta prenda íntima impide el crecimiento de los tejidos, lo que propicia el deterioro del músculo. Quienes no se pusieron sujetador dejaron que sus músculos trabajaran en libertad. Así, la conclusión principal fue ésta: “Médica, fisiológica y anatómicamente el pecho no se beneficia de verse privado de la gravedad. Al contrario, languidece con un sujetador”, explicaron los responsables del estudio.

Además se observó mejoras en el dolor de espalda, en la postura de la mujer y en su respiración. Este estudio se realizó con una muestra pequeña y limitada, por lo que no nos dice si Kendall Jenner tiene razón a defender el Free The Nipple, pero queda en cada una de nosotros si queremos adoptarla o no.

Eme de Mujer