El regreso de Paraguay a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) marcará la cumbre del bloque que se celebra el viernes en Surinam, en medio de la crisis entre Brasil y Bolivia por la fuga de un senador opositor boliviano.
Los mandatarios de Brasil, Perú, Venezuela, Bolivia, Paraguay y Ecuador, entre otros, asistirán a la cumbre, en la que el mandatario peruano Ollanta Humala entregará la presidencia temporal de Unasur al presidente de la excolonia holandesa, Desi Bouterse, protegido por una ley de amnistía en un proceso por ejecución sumaria de opositores en 1982.
Bouterse, cabecilla de dos golpes militares y cuya inmunidad presidencial también lo ha librado de la condena en ausencia por narcotráfico que recibió en Holanda en 1999, liderará el bloque durante un año.
El jueves está prevista una reunión de cancilleres previa a la cumbre, donde también se rendirá homenaje al fallecido líder venezolano, Hugo Chávez, ferviente partidario de la integración de los países latinoamericanos, el viejo sueño del libertador Simón Bolívar.
El gran tema de la cumbre, que se celebrará la tarde del viernes en Paramaribo, será el retorno al bloque de Paraguay, suspendido en junio 2012 tras la destitución del presidente izquierdista Fernando Lugo.
Será la primera cita internacional del flamante mandatario paraguayo Horacio Cartes, recordó Ike Antonius, jefe de la delegación de Surinam, quien aseguró que “Cartes y el presidente venezolano Nicolás Maduro ya resolvieron sus diferencias”.
Caracas y Asunción, sin embajadores desde la destitución de Lugo, acercaron posiciones en la última cumbre del Mercosur, en la que el país petrolero asumió la presidencia de turno y abogó por un “pronto retorno” de Paraguay al bloque, del que también fue expulsado a insistencia de Chávez.
Cartes no obstante decidió no reintegrarse por el momento al Mercosur, disconforme con el ingreso que califica de ilegal de Venezuela, pues se dio mientras Paraguay estaba suspendido.
Fortalecimiento institucional
Antonius detalló el martes que en la cumbre, la séptima del bloque, se abordará “el desarrollo de una visión estratégica de Unasur, el fortalecimiento institucional de la Secretaría, así como el establecimiento de grupos de trabajo sobre derechos humanos y juventud”.
“Se espera que habrá una nueva declaración sobre las Islas Malvinas, la situación en Oriente Medio y el proceso de paz de Colombia”, explicó.
Dos miembros del bloque, Venezuela y Ecuador, han rechazado una eventual intervención militar de Estados Unidos y sus aliados occidentales, que acusan al régimen de usar armas químicas contra civiles.
El martes, el presidente venezolano reclamó “prudencia” a Washington y sus aliados y pidió “que el mundo se ponga de pie” y rechace “la intervención militar contra Siria (sobre) el ataque militar que ya tienen decidido”.
“Un ataque podría ser el inicio de una conflagración contra Siria. Sería el inicio de una guerra desastrosa. Nosotros abogamos por la paz en Siria, por la búsqueda de fórmulas pacíficas”, agregó el mandatario, junto al alto mando militar venezolano y la tripulación del buque ruso “Moscú” -Rusia rechaza también la intervención-, de visita en Venezuela.
El internacionalista venezolano Milos Alcalay, exembajador en Brasil, Israel y otros países, explicó a la AFP que Unasur, donde cohabitan gobiernos políticamente diversos, no debería identificarse con el “lenguaje antinorteamericano” de Venezuela y aliados como Ecuador y Bolivia.
“Tomar parte hacia el lado de Bashar al Asad, como han hecho bastantes países, entre ellos Venezuela, sería una situación bastante difícil. Argentina está presidiendo el Consejo de Seguridad de la ONU, Brasil deberá tener una posición más cautelosa, al igual que Colombia y Paraguay”, opinó Alcalay.
Crisis Brasil-Bolivia
La cumbre podría ser el escenario propicio para que los presidentes Dilma Rousseff (Brasil) y Evo Morales (Bolivia) aborden la crisis tras la fuga a Brasil el pasado fin de semana del senador opositor boliviano Roger Pinto, ayudado por un diplomático de la embajada brasileña en La Paz, donde estaba refugiado desde hacía 15 meses tras ser acusado de corrupción.
El caso provocó la renuncia del canciller brasileño Antonio Patriota, que será sustituido por el hasta ahora representante de Brasil ante la ONU, Luiz Alberto Figueiredo, quien se estrenará en esta cumbre, mientras que Rousseff lamentó que se pusiera en riesgo la vida del senador boliviano.
Bolivia manifestó su indignación por el caso y estudia la solicitud de extradición de Pinto, pese a que Brasil le ofreció asilo.
El caso podría ser discutido en bilateral o analizado por el bloque, como ocurrió con la crisis postelectoral en Venezuela, después de que el líder opositor Henrique Capriles desconociera la estrecha victoria de Maduro el 14 de abril.
Fuente: Agencias