La utilización del agua como agente terapéutico, en cualquier forma, estado o temperatura, existe desde un pasado remoto. En ello se basa la hidroterapia. Con múltiples posibilidades (piletas, duchas, baños, vapores), es una herramienta muy utilizada para el tratamiento de diferentes problemas (traumatismos, trastornos digestivos o respiratorios, etc.) y para relajarte.
Los tratamientos de hidroterapia se pueden aplicar mediante diversas técnicas muy sencilas:
–Baños simples: en una bañadera, fríos o calientes. Son ideales para el rélax.
–Baños parciales: aplicados en una parte concreta del cuerpo.
–Baños de vapor: sobre una zona concreta, o desintoxicantes en general, como el sauna.
–Baños de contraste: se aplica agua a diferentes temperaturas de forma alternativa.
–Baños de remolino: su efecto radica en la presión que ejerce el agua sobre una determinada parte del cuerpo.
–Hidromasaje termal: con agua azufrada, activa la circulación.
–Duchas: su efecto se produce por la presión que ejerce el agua. Existen diferentes tipo de aplicaciones, como la ducha escocesa.
–Chorros: emisión de agua a alta presión a través de un único agujero, a diferentes presiones y temperaturas. Permite concentrar la terapia sobre un punto determinado.
–Aditivos. La acción del agua puede complementarse mediante la adicción de sustancias en el baño, como los aceites esenciales.
–Lavados: se realizan pasando un paño húmedo sobre la piel.
–Compresas: son un tipo de envolturas a las que se adicionan hierbas.
–Abluciones: el agua es derramada directamente sobre el cuerpo.
¿Fría o caliente?
El agua caliente relaja y estimula el sistema inmunológico. Entre otras cosas, limpia el organismo de toxinas y ayuda a eliminar los desechos. El agua fría, por su parte, es ideal para reducir las inflamaciones, ya que constriñe los vasos sanguíneos. Además, tonifica los músculos debilitados.
Las hierbas más usadas
Para aumentar el efecto terapéutico de un baño, se le puede agregar hierbas, aceites y minerales al agua, que se consiguen en negocios naturistas. Algunos aceites esenciales de uso habitual en la hidroterapia son la manzanilla (para el dolor de cabeza, los nervios y problemas digestivos), jazmín (para la ansiedad, la depresión y como analgésico), la rosa (cicatrizante, antidepresiva y relajante) y la lavanda (para el insomnio, los dolores muscular y descongestiva).
Hidroterapia en casa
Baño de inmersión. Con agua a 36 grados alivia trastornos digestivos, estreñimiento, reumatismo, estrés y ansiedad.
Ducha. Con agua caliente relaja la mente y el cuerpo y estimula el sistema inmunológico.
Baño de vapor. Elimina la congestión nasal y destapa los bronquios. Es muy efectivo como tratamiento estético para la piel.
Compresas y paños. Son muy eficaces para tratar la ciática, los cálculos biliares y cólicos menstruales. En caso de fiebre, se utilizan compresas frías sobre la frente.
Hielo. Es eficaz contra los traumatismos con inflamación, como golpes y torceduras.
Baño de asiento. Consiste en sumergir la pelvis en agua caliente o fría. Con agua caliente es ideal para cólicos, dolor de ovarios y hemorroides. Con agua fría, sirve para el estreñimiento.
Baño de pies y manos. Alivia el insomnio, cólicos, resfríos, dolores de cabeza y calambres.
Un buen consejo: llená la bañera y dedicá un rato a relajarte. Dedicate un rato para vos aprovechando los beneficios de algo tan simple como el agua. /JM
Fuente: EM