El Ministerio Público imputó a Antonieta Mendoza de López (66), madre de Leopoldo López, por la presunta comisión del delito de peculado doloso con ocasión a las presuntas irregularidades en dos donaciones efectuadas por la empresa estatal Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa) en fechas 11 de septiembre y 23 de diciembre de 1998, a la Asociación Civil Primero Justicia.

Los fiscales 50º nacional y auxiliar contra la Corrupción, Daniel Guédez y Lucy Correa, respectivamente, imputaron a la mujer por la presunta comisión del referido delito, conforme con lo previsto en el artículo 58 de la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público, vigente para la fecha cuando ocurrió el hecho.

Dicha norma establece que cualquier funcionario público “que se apropie o distraiga, en provecho propio o de otro, los bienes del Patrimonio Público o en poder de algún organismo público, y cuya recaudación, administración o custodia tenga por razón de su cargo, será penado con prisión de tres a diez años y multa del veinte al sesenta por ciento del valor de los bienes objeto del delito…”.

Una vez que la madre del exalcalde de Chacao fue imputada por los representantes del Ministerio Público, adquiere los derechos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y lo establecido en el Código Orgánico Procesal Penal, que le permiten solicitar y evacuar diligencias y experticias.

Vale destacar que con relación a este mismo caso, fue imputado Leopoldo López el pasado 28 de febrero, por la presunta comisión del delito de tráfico de influencias.

Fuente: Globovisión

El fallecido presidente Hugo Chávez se caracterizó por sus relaciones internacionales que en muchas ocasiones, a lo largo de sus años de gobierno, lo llevó al centro de la críticas por los innumerables gastos que originaban sus múltiples giras. En el ámbito nacional, los impasses con la prensa, empresarios y opositores estuvieron «a la orden del día».

Un sinnúmero de países recorrió Chávez. En todos sus viajes llevaba una comitiva de seguridad y un equipo que era integrado por representantes de su gobierno, personal médico, equipo de prensa y hasta un cocinero.

Pese a los esfuerzos del presidente Chávez por mantener el fortalecimiento de las relaciones bilaterales, algunos roces acapararon la prensa nacional e internacional: Al expresidente de Estados Unidos, George Bush, lo calificó de “caballerito”, “gran ignorante” y “burro”. “Borracho, burro, donkey, mister Danger, cobarde, alcohólico, eres de lo peor que ha habido en este planeta”, le espetó el denominado «líder de la revolución venezolana».

Además, lo comparó con el diablo al mencionar “aquí huele a azufre”, esto poco después de subir al podio de la ONU donde días antes había mencionado un discurso el mandatario estadounidense.

A la exsecretaria de Estado de Estados Unidos, Condolezza Rice, le dijo “analfabeta”, al expresidente del gobierno español, José María Aznar, lo comparó con Adolfo Hitler: “Un tipo que da es asco y da lástima, un verdadero lacayo de George W. Bush”.

A la alemana Angela Merkel la comparó con los nazis, al expresidente de México, Vicente Fox, lo tildó de “cachorro” de Estados Unidos. El expresidente de Perú, Alán García, era un “bandido” y “corrupto de siete suelas”, según Chávez.

El exmandatario de Colombia, Álvaro Uribe, llegó a ser su “archi-enemigo” hasta el punto de romper las relaciones diplomáticas en dos oportunidades. “Lacayo”, “entreguista” y “mentiroso”, recibió Uribe por parte de Chávez.

Por otra parte, Chávez se mostró siempre cercano al gobierno de Cuba considerando al expresidente y líder de la “revolución”, Fidel Castro, como un “padre”. El presidente de Bolivia, Evo Morales; el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega; la presidente de Argentina, Cristina de Fernández y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, llegaron a encajarse en el círculo más cercano del Jefe de Estado venezolano.

Chávez fue infinitivamente criticado por sus encuentros con los fallecidos Muammar Al Gadafi y Sadam Hussein, el presidente de Irán Mahmud Ahmadineyad y el zimbabuense Robert Mugabe.

Ya en su país, el presidente Chávez declaraba de utilidad pública terrenos, empresas y otros, a través de la palabra «exprópiese” o con la coloquial frase «ven a mí que tengo flor».

“¡Marisabel, prepárate, que esta noche te voy a dar lo tuyo!», esto lo dijo el Presidente en cadena nacional durante un día de los enamorados. Muchos los criticaron por denigrar la figura de la mujer, mientras otros tomaron a chiste el comentario.

«Justicia social», sentenciaba Chávez cuando firmaba con la «rabo e´ cochina» y en tinta roja.

«Victoria pírrica», vociferó Chávez al perder el referéndum de reforma a la Constitución. El Jefe de Estado tildaba a la oposición de «burguesitos, oligarcas, majunches, escuálidos».

«It’s my new look (es mi nueva imagen)», sentenció Chávez al mostrarse sin cabello después de sus primeras sesiones de quimioterapia debido al cáncer.

La última frase mencionada por el Presidente y que se convirtió en eslogan para el oficialismo: «Chávez somos todos».

Fuente: Globovisión