Las orejas quizás pueden representar uno de los órganos menos llamativos que posee nuestro cuerpo, pero definitivamente son imprescindibles y su utilidad indiscutible. A nivel estético, para algunas personas pueden convertirse en un problema, ya que en ocasiones varían de tal manera que llegan a interferir con la correcta fisonomía de la cabeza, deformando así la perspectiva del rostro, tal y como ocurre cuando se presentan demasiado grandes o muy inclinadas hacia afuera (lo que se conoce como orejas de Dumbo). Así como existen tratamientos e intervenciones para otras partes de nuestro cuerpo, dirigidas a cambiar su color, forma o características, para las orejas también existen alternativas que renuevan su apariencia. Conoce aquí las principales.
OPCIÓN QUIRÚRGICA
La Otoplastia es una cirugía utilizada para corregir las anomalías más frecuentes de las orejas que habitualmente son de tamaño y forma. A través de la misma es posible tratar las deformidades bien sea reposicionando, pegando, remodelando o disminuyéndolas dependiendo del caso y de las necesidades del paciente, para hacerlas más simétricas sin interferir con la parte auditiva, debido a que no trata el oído interno. El tipo de Otoplastia más común es el procedimiento que se utiliza para reducir las orejas conocidas como hiperproyectadas, de asas, prominentes o de pantalla, cuyo principal defecto reside en que están despegadas considerablemente de la cabeza. Las causas más frecuentes de orejas despegadas son la ausencia de un pliegue en el pabellón auditivo, lo que le da el aspecto de asas, o alguna desproporción grande de la cavidad auricular que produce la separación de la oreja respecto al cráneo.
La intervención consiste en realizar incisiones detrás de las orejas, bien sea para reestructurar su forma o reducir su tamaño, exactamente en el pliegue que se forma entre la oreja y la cabeza en favor de proporcionar o restablecer, tomando en cuenta los estándares considerados normales para las mismas, resultando una oreja más natural. Por su ubicación, la incisión no es visible, inclusive al recogerse el cabello o si se tiene el cabello corto. Lo más recomendable en caso de padecer algún tipo de defecto a nivel de las orejas, es realizar las correcciones a temprana edad, preferiblemente entre los 4 ó 6 años hasta los 14 debido a que así es posible evitar la exposición de la persona a trastornos psico-afectivos por comentarios indebidos de otros en cuanto a su aspecto. Otra de las ventajas de hacerlo durante la niñez es su efectividad, la cual es mayor porque se disminuyen los riesgos de que las orejas retornen a su antigua forma. Aún tomando en cuenta esto, si en la edad adulta se considera, o finalmente se toma la decisión de realizarse la cirugía, no existe dificultad de cuidado para ejecutarla.
CARACTERÍSTICAS DE LA OTOPLASTIA
REQUIERE asesoramiento de un especialista en cirugía plástica facial como toda intervención en el rostro.
ES DE CARÁCTER AMBULATORIO. Usualmente se emplea anestesia local para los adultos y anestesia general si se realiza a niños. Igualmente, todo dependerá de la decisión que se tome entre el paciente y anestesiólogo.
LOS RESULTADOS suelen verse a partir de la primera semana.
SU DURACIÓN se estima entre una y dos horas dependiendo de la complejidad del caso y el método quirúrgico empleado.
OTRA FORMA DE EMBELLECERLAS
Ahora bien, lejos de una opción quirúrgica para embellecer tus orejas, existe la posibilidad de simplemente decorarlas para que no solo complementen el atuendo del día sino también para disimular cualquier desperfecto genético que no puedas o quieras corregir. Los accesorios con los que con más frecuencia podemos adornar nuestras orejas y darles un aspecto más atractivo son los aretes, de los cuales existe variedad acorde con la personalidad, la forma del rostro, la proporción de las orejas y hasta la estatura de cada persona; asimismo, los encontramos en infinidades de modelos, materiales, colores y para todos los gustos, convirtiéndose actualmente en una excelente opción para hacerlas lucir mejor.
También llamados zarcillos, aros o pendientes, los aretes son objetos de carácter únicamente decorativo. Se recomienda usar los de forma opuesta a la del rostro, porque así favorecen más. Además, expertos aseguran que si eres de cuerpo grande y grueso utilices zarcillos también grandes y gruesos, y para quienes son de estatura baja y de contextura delgada, se recomienda utilizar aretes sencillos y pequeños.
Según tu tipo de rostro se sugieren los siguientes zarcillos:
REDONDO: preferiblemente los de corte alargado en cualquiera de sus formas.
CUADRADO: usar aretes alargados y ovalados en cualquiera de sus tamaños y argollas.
OVALADO: les favorece cualquier estilo de zarcillos.
TRIÁNGULO INVERTIDO Y CORAZÓN: de igual forma que al ovalado, le favorecen casi todo tipo de zarcillos, solo deben evitarse los que son anchos en la parte superior y terminan en punta abajo.
ALARGADO: aretes de corte circular y argollas.
FORMA DE DIAMANTE: en este rostro también lucen todo tipo de zarcillos.
Ahora bien, como la piel del lóbulo de las orejas es muy delicada, sensible y también expandible, es muy común ver que en muchos casos el orificio destinado al uso de zarcillos se deforme y que el propio lóbulo se estire bien sea de forma involuntaria o no. La primera usualmente ocurre por el uso de aretes muy pesados por períodos extensos de tiempo o podría ocurrir por algún tipo de accidente, como por ejemplo un fuerte tirón de la oreja; por su parte, el lóbulo o el orificio también pueden estirarse debido a la colocación de expansores o los llamados “túneles”. Estas deformidades se reparan de forma natural o en casos extremos, a través de cirugía plástica, todo dependerá del daño causado, tiempo durante el cual estuvo estirado el lóbulo y la edad de la persona.
Cuando la expansión o deformación del orificio de los zarcillos es leve, es posible que evitando el uso temporal de pendientes grandes o de los túneles, de forma gradual los lóbulos retornen a su forma natural. Sin embargo, en situaciones en que se presenta un estiramiento considerable o desgarrado se realiza una cirugía llamada Lobuloplastia, que consiste básicamente en cortar y volver a coser ambas partes del lóbulo para que pueda cicatrizar debidamente. Es una operación sencilla de carácter ambulatorio, en la cual se aplica anestesia local sin necesidad de hospitalización, tiene una duración máxima de una hora y se intervienen generalmente ambas orejas. La recuperación es de solo un día y luego de un tiempo estipulado por el médico tratante se puede volver a usar zarcillos.
¿CÓMO EVITAR LA EXPANSIÓN DEL LÓBULO?
EVITAR usar pendientes grandes y muy pesados.
NO USAR expansores.
EVITAR tirones fuertes de los lóbulos.
NO USAR prendas de materiales a los cuales seas alérgico.
¿PIERCINGS?
Cuando se hablar de “decorar” las orejas, los ‘piercings’ siempre hacen su aparición. Se colocan en ciertas partes del cuerpo, pero en el caso de las orejas, éstas pueden perforarse prácticamente en cualquier área y, de igual manera que los aretes, vienen en muchos modelos. El origen de esta tendencia aún no se conoce a cabalidad, pero se supone que su origen proviene de culturas de la antigüedad en las cuales poseer una de dichas prendas representaba o simbolizaba algún cambio importante dentro del grupo familiar o social. Sin embargo, con la llegada de la modernidad y aún hoy en determinadas sociedades su uso es mal visto.
Los tipos de ‘piercings’ más comunes de acuerdo al área de la oreja en la que se hagan son:
LÓBULO: es el ‘piercing’ más convencional. De hecho, es costumbre que al nacer a las niñas occidentales se les coloque zarcillos allí. En él también se realizan las llamadas expansiones o túneles.
INDUSTRIAL: requiere de doble perforación porque va de un extremo a otro de la oreja y está conformado por dos ‘piercings’ conectados por medio de una sola barra que generalmente se coloca de forma vertical.
HÉLIX: se perfora el borde del cartílago en la parte superior de la oreja.
TRAGUS: se ubica en el trozo de cartílago que está antes de comenzar la oreja, el cual sobresale del rostro muy cerca de lo que es el oído interno.
CARACOLA: su nombre se debe a la forma de la cavidad auditiva parecida a una concha de mar y se sitúa en el centro de la oreja.
SNUG: se coloca en el cartílago que está debajo del superior, el cual hace una especie de borde en la oreja.
ANTI-TRAGUS: su sitio es en el pedazo de cartílago que está sobre el lóbulo.
CUIDADOS POSOPERATORIOS
DURANTE LOS PRIMEROS DÍAS puede haber inflamación y aparición de hematomas que se reducen con el paso de los días de manera gradual y progresiva, por lo que es muy importante cumplir con el tratamiento a base de antibióticos y analgésicos que recete el médico tratante.
SE RECOMIENDA EL USO de bandas (diademas) para mantener las orejas pegadas a la cabeza, evitar inflamación mayor y para dormir, ya que permite mejor movilidad de la zona al paciente.
DEBE MANTERSE EL CHEQUEO con el especialista para evaluar el progreso y los resultados de la cirugía.
ALGUNOS POSIBLES RIESGOS de la Otoplastia incluyen problemas relacionados con la anestesia, mala cicatrización, sangrado o hematomas, infecciones, dolor persistente o aflojamiento de las suturas.
PARA DISIMULAR OREJAS PROMINENTES…
Existen otros trucos de belleza que permiten disimular las orejas que son muy grandes o prominentes y que no requieren de incisiones ni perforaciones. Si es tu caso puedes, por ejemplo, usar el cabello suelto y con cortes tipo flequillo hacia adelante. Este estilo ayuda a mantenerlas tapadas. También se sugiere evitar usar el cabello recogido y de hacerlo, realizar colas bajas dejando un poco de cabello sobre las orejas.
Utilizar algún corrector estético de orejas (por ejemplo las bandas o cintillos) siempre ayuda a disimular no solo el tamaño sino también la prominencia que tienen en algunos casos las orejas con respecto al resto de los componentes de rostro. Una opción muy favorable es usar los pañuelos o pañoletas para el cabello de distintas formas, procurando siempre que las orejas queden debajo de éstas y evitar los pendientes muy grandes y cintas o diademas que se usan echando todo el pelo hacia atrás.//AGM
Fuente: Esteticaysalud