El índice de homicidios en el país se redujo en 1%, según cifras manejadas por el Cicpc, durante los dos primeros meses del año, en comparación con el mismo periodo de 2012.
Y es que el número total de asesinatos durante los meses de enero y febrero de este año cerró en 2.576, mientras que en el mismo lapso del año pasado se registraron 2.601.
Esa diferencia de 25 crímenes menos no opaca la ola de violencia que sigue ganando terreno en el país.
De ese total de homicidios, 367 se registraron en el estado Miranda, el cual, según el Cicpc, lidera la lista como la entidad más violenta. Le sigue el Distrito Capital con 352 muertes (15 menos que Miranda), Carabobo con 283 homicidios, el Zulia con 213, y Aragua con 175.
Esos son los cinco estados con mayor índice de criminalidad, según el Cicpc. Representan el 60% de todos los casos.
Pese a las cifras, que el propio vicepresidente de la República, Nicolás Maduro, tildó de «macabras», la noche del jueves durante la presentación de la Memoria y Cuenta en la Asamblea Nacional, donde además reveló que el año pasado hubo 16.038 crímenes en el país, los habitantes lo que exigen es atención en materia de seguridad, que se deje de lado la política y la guerra sucia entre bandos y se dediquen a ofrecer planes eficientes que minimicen la ola delictiva.
Cabe señalar que, según fuentes del Cicpc de forma extraoficial, el año pasado se contabilizaron 21.600 homicidios en todo el territorio nacional.
Sin embargo, cuando Maduro reconoce solo 16.038, deja en evidencia la segmentación que existe con este delito, pues no contabilizan las muertes tipificadas como resistencias a la autoridad y casos por investigar. Lo mismo puede haber pasado con las cifras ofrecidas en los dos primeros meses del año.
Maduro reconoció también el alto índice de impunidad que existe en el poder judicial, que contribuye con el incremento de la violencia.
No en vano, expertos en materia de seguridad y criminalística como Fermín Mármol García, destacan que la impunidad alcanzó el 90% en los últimos diez años, es decir, que de cada diez casos de homicidio, nueve quedan sin ningún tipo de solución ni llegan a tribunales.
Crearon conmoción
Durante los dos primeros meses del año, hubo casos que causaron conmoción en el país, debido a la forma de como ocurrieron los homicidios.
Por ejemplo, cuando José Alberto Valero, de 44 años, fue detenido por haber asesinado a su madre, la madrugada del 14 de enero de este año, los vecinos del sector El Ojito del municipio Independencia, en el estado Táchira, se quedaron sorprendidos.
El hombre no solo mató a su madre, sino que le cortó los brazos y piernas y, además, le prendió fuego al cadáver.
Todo esto lo hizo enmarcado en un supuesto ritual religioso que tenía como finalidad «sanar al presidente Chávez».
En Miranda, el asesinato de Alejandro Fermín, de 34 años, hijo del dirigente político Claudio Fermín, ocurrido el 4 de febrero frente al portón principal de la urbanización El Rosario, en Los Chorros, continúa esperando por una solución.
Hasta el momento, las autoridades del Cicpc lo que han dicho es que están muy cerca de esclarecer el hecho.
En Carabobo un hombre mató a sus tres hijos, de 9, 10 y 12 años, porque su mujer los abandonó. Luego se quitó la vida. Eso ocurrió el sector La Yaguara de Tocuyito el 18 de febrero.
Y en el Distrito Capital, ocurrió un caso que alarmó a la población la madrugada del 3 de febrero. Un efectivo de la Policía Nacional Bolivariana fue asesinado por un motorizado en la avenida Lecuna. El sujeto lo atacó a tiros porque lo detuvo en un punto de control.
Fuente: EU
