Treinta y siete detenidos en las salas de custodia de la sede principal de Polimiranda iniciaron una huelga de hambre para exigir al Ministerio de Servicios Penitenciarios los cupos que necesitan para ser remitidos a los centros de reclusión donde pagarán sus respectivas condenas.
Los reos se niegan a probar alimento; sólo reciben líquidos para evitar la deshidratación. Carmen Sosa, madre de un recluido, refirió que en el lugar no deberían albergar a más de 30 hombres, algunos de los reos tienen más de un año y el tiempo máximo en la celda no debería exceder los 10 días.
Según el director de Polimiranda, Elisio Guzmán, desde enero del pasado año no les han asignado ninguno de los cupos solicitados a las autoridades. “Continuaremos enviando las solicitudes a la Ministra de Servicio Penitenciario, al Ministro de Interior, Justicia y Paz, a la Fiscalía, al Fiscal Superior, al Juez Rector, al Defensor del Pueblo y a todos los organismos necesarios para que obtener alguna respuesta”.
Fiscales del Ministerio Público se reunirán hoy con los privados de libertad para evaluar cada una de las peticiones y efectuar los traslados.
Fuente: ÚN










