Si pensamos en la alimentación y rutina de una estrella de Hollywood venida a futura princesa de Inglaterra, nos imaginaremos una dieta estricta, libre de grasas y carbohidratos y pocas concesiones con respecto a «alimentos prohibidos». Sin embargo, Meghan Markle ya ha demostrado no ser una princesa al uso en muchos ámbitos, y ahora sabemos que tampoco lo es en su alimentación.

Las comidas de Meghan Markle en su día a día suelen basarse en ensaladas completas, batidos con semillas y lácteos, platos combinados de pasta y pescado, frutas y huevos. Lo que cualquiera entendería por una dieta equilibrada. Eso sí, hay dos placeres a los que Meghan Markle no renuncia: las patatas fritas y el vino. «Podría comer patatas fritas todos los días. Y me encanta la pasta. Bueno, me encantan los carbohidratos, pero, ¿a quién no?», declaró Meghan Markle en su momento. «Y me ocurre lo mismo con el vino. Por supuesto que voy a tomarme esa copa de vino, es delicioso y lo disfruto. Todos deberíamos hacer las cosas con las que disfrutamos dentro de lo razonable».

Por supuesto, Meghan Markle cuida su alimentación a diario y le gusta tener y cocinar productos frescos y saludables. De hecho, reconoce que esta pasión por los productos frescos y naturales le viene desde muy pequeña por tradición familiar, ya que en su casa de California cultivaban sus propias frutas y verduras. Además, reconoce que su amor por la cocina se remonta años atrás. Pero, ¿qué tiene Meghan Markle en la nevera? «Hummus, zanahorias, zumos verdes, leche de almendra o un pudding de semillas de chia que hago cada semana. Es fácil de hacer y está delicioso. Realmente amo cocinar», declaró Markle.

Fuente: Harpersbazaar