Han pasado casi nueve años desde que finalizó el programa ‘The Simple Life’, sin embargo, el mundo sigue recordando a Paris Hilton como la «joven pija» con voz infantil y poco acostumbrada a trabajar para ganarse el sustento.

Lejos de molestarse por esa reputación que la sigue precediendo, a la ahora empresaria, diseñadora y DJ le encanta demostrar a todo el que la conoce en persona que con el paso de los años ha cambiado y madurado.

«Es muy interesante, me resulta gracioso porque cuando la gente me conoce espera que me ponga a hablar con voz chillona de bebé y que diga cosas como: ‘¡Eso es supergenial!’. Mucha gente alucina y se sorprende cuando me conoce y eso me encanta. Hay muchas ideas erróneas sobre mí. Me encanta demostrar lo equivocada que está la gente. Me hace sentir bien», reconoció en una entrevista al portal Aol.

Con veinte fragancias en el mercado y planes para abrir su propia cadena de hoteles, Paris -que además ejerce como DJ residente en la discoteca Amnesia de Ibiza por cuarto año consecutivo- ha conseguido construir todo un imperio empresarial, siguiendo el valioso ejemplo de su padre, Richard Hilton -actual director de los hoteles Hilton-, y su abuelo Barron Hilton, hijo del fundador de la cadena.

EFE