En Margarita hay pan. Todo lo demás falta, fundamentalmente el agua, el azúcar, la harina de maíz precocida, el arroz y la pasta. La paciencia se está agotando y mientras tanto, como un anuncio del derroche que vendrá, desde la salida del ferry hasta Porlamar y más allá han colocado cada setenta metros unos depósitos de basura, del mismo color, dimensiones y características a los que el ex policía metropolitano y ex alcalde Freddy Bernal sobresaturó el centro de Caracas. Solo en una cuadra hubo siete.
A lo lejos parecen un dispositivo militar, una casita sin puertas ni ventanas, como las quinticas que diseñó un brillante arquitecto revolucionario para el gremio periodístico en los años setenta. Grises y de tapa roja, requieren que los camiones recolectores posean un dispositivo especial, que casi siempre se daña o es de difícil manejo. Pasan meses con la basura en sus entrañas y en los alrededores, pero dan buena impresión.
En los que dispuso el ex diputado Bernal, para evitar que los indigentes escarbaran en los residuos orgánicos buscando nutrientes, les agregaron una cerradura, pero fue rápidamente neutralizada por usuarios y usuarias.
Todavía Hidrocaribe no ha recuperado el tanque de Achípano, en Porlamar, que tiene una capacidad de 30 millones de litros de agua, que fue anunciado hace un año y que sería un importante paliativo, pero ya está casi listo el centro de convenciones, a todo lujo y con los últimos dispositivos electrónicos, que será la sede de la Cumbre de los Países no Alineados que se realizará del 13 al 18 de septiembre.
El comisionado presidencial de seguridad en el estado Nueva Esparta, Frank Quijada, anunció que en “el despliegue de seguridad” participarán 12 perros antidrogas y 3.500 funcionarios que operarán 206 vehículos y tanquetas antimotines, 180 motos, 16 embarcaciones, 3 clínicas, 11 ambulancias, 3 equipos antiincendios y, no menos importante, 53 camiones cisternas para garantizarle el baño y las abluciones a los invitados.
La colas en los supermercados no han desaparecido, solamente las ocultan en sitios de poco tránsito, pero el gobernador Carlos Mata Figueroa, como si fuese un discípulo de Juan Barreto, afirmó que Margarita convertirá en “epicentro mundial” con las 10.000 personas que constituyen las delegaciones de las 120 naciones participantes.
Los margariteños reciben “oficialmente” agua por tubería una vez cada 14 días y son recurrentes las protestas diarias, sobre todo en Santa Ana, que saben de reclamos desde hace más de 200 años. Las plantas desalinizadoras siguen siendo la gran promesa y continúan buscando dónde instalarlas. Vendo proyecto de país, sin mesías ni salvadores y solo los generales necesarios, 6 o menos.
@ramonhernandezg
