Maxim Ross La economía productiva no petrolera

Comparte esta noticia:

Maxim Ross La economía productiva no petrolera

Siempre que hablamos de Venezuela lo hacemos de petróleo, al punto que repetimos que somos una Nación petrolera con las consecuencias económicas, sociológicas e, inclusive, psicológicas y culturales que ello implica. No en vano nos hemos acostumbrado y caracterizado de ser un país que vive de la “renta” petrolera, de ser el “país rentístico”, cuestión que ahora refuta el deterioro y la mengua de esa industria.

Tanto es asi que, al menos en lo que a lo económico se refiere, el país ha sido pensado sobre la base, casi únicamente, de una doctrina económica petrolera. Ese sesgo se expresa en temas tan significativos como política de precios petroleros, sea para defenderlos o valorizarlos, internamente o a través de la participación en la OPEP. Temas como el cambiario derivan de lo que suceda en ese marco y “regalía” y tributos han sido la marca de fabrica de la Venezuela petrolera. La industria fue nuestro “portaviones” durante casi 100 años con sus elementos de costos y beneficios, pero que en el neto nos ha llevado a la dolorosa situación actual, ahora completamente contaminada por su elevado componente político, nacional e internacional.

     La economía productiva no petrolera  

Llegados a este punto, cabe preguntarse si esa es la única opción de crecimiento y desarrollo que tiene Venezuela, a pesar del sobrepeso que aun tiene lo petrolero dado el nivel de reservas que tenemos y de las amplias posibilidades que brinda en competitividad y captación de inversiones. Nuestra respuesta va en una dirección distinta, porque hay una Venezuela Productiva no Petrolera a la que no le hemos dado las oportunidades que le corresponde, siendo que ha venido representando un valor relevante en la constitución del PIB y del empleo formal. En ambos casos con cifras cercanas al 90% y al 70%.

Resulta ser que detrás de esas cifras está toda la producción nacional agrícola, agroindustrial, industrial, del comercio y los servicios y puede demostrarse que, muy a pesar de la destrucción productiva que se produjo en los últimos años, aun sostiene a todo el país con lo que hace y produce. Puede decirse que, por razones eminentemente ideológicas y de interés político, esa Venezuela Productiva ha sido puesta de lado y ha llegado el momento de que la defendamos y recuperemos para bien del país. Para bien del país económico, del país social y del país político. Solamente hace falta que esa economía productiva comience por reconocerse y tome conciencia de sí misma como tal.

Caracas, octubre de 2025

Las opiniones emitidas por los articulistas  son de su entera responsabilidad y no comprometen la línea editorial de Confirmado.com.ve