Como hemos denunciado desde la Internacional Socialista, Nicolás Maduro y su régimen han continuado poniendo en marcha su plan de hacer desaparecer los partidos políticos de la oposición, únicos pilares democráticos que subsisten en el universo del autoritarismo y la dictadura en Venezuela.

Después de haberles ordenado a sus subordinados del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela, el que cumple con todas y cada una de las instrucciones de Maduro, de intervenir e instalar a operadores de su confianza y lealtad a su régimen en las directivas de Acción Democrática, partido miembro de nuestra Internacional, y luego del partido Primero Justicia, también del mundo democrático, hace ahora lo mismo en el día de ayer con el partido Voluntad Popular, miembro igualmente de nuestra organización, cuya trayectoria y compromiso democrático y de su Líder, Leopoldo López, son ampliamente conocidos, partido del cual también proviene Juan Guaidó, Presidente de la Asamblea Nacional.

La estrategia de Maduro de intentar eliminar uno a uno a los partidos democráticos traspasándoles su dirección a seguidores de su régimen o a quienes están a la expectativa de asumir liderazgos de su mano, no será nunca reconocida por los verdaderos demócratas o por la comunidad internacional. Hoy lo que se comparte a través de la geografía global y se conoce es el dolor de los venezolanos, de quienes han perdido familiares en la represión, de aquellos que están hoy injustamente en prisión o perseguidos, de los enfermos sin auxilio en estos tiempos de pandemia, de los emigrados, exiliados y desplazados que desean retornar a su país y de todos los que sufren las duras consecuencias del autoritarismo y de las carencias de hoy en el país.

El único camino y alternativa, y como lo escuchamos de nuestros compañeros de Venezuela, es el camino de la libertad, del respeto de los derechos de todos y de la democracia. Los intentos de mantener el poder por parte de los responsables del régimen a través del autoritarismo, a espaldas de sus ciudadanos y de la mano de la represión solo auguran más dolor, pobreza y desgobierno. Sólo unas elecciones libres y justas cuanto antes, con la participación plena de todos quienes respeten las reglas de la democracia, podrán abrir las puertas para la instalación de un gobierno para todos, que priorice la vida, derrote la pobreza y garantice las libertades y derechos de todos los venezolanos.

8 de julio 2020