Seguramente tienes algún familiar, amigo o conocido con una enfermedad mental. O quizás tú misma hayas pasado por algún episodio de depresión o ansiedad. Si ya es difícil lidiar con este tipo de problemas de salud, más difícil todavía es enfrentarse al estigma que los acompaña. Una mamá que acaba de dar a luz y le hace rechazo a su bebé, posiblemente debido a una depresión después del parto, podría tratar de ocultar lo que está sintiendo para que no la consideren “una mala madre”; y un padre de familia haría cualquier cosa por no tener que decirle a su médico que necesita ayuda para que no lo vean como un “flojo”.
Aunque cada día se conoce más sobre el cerebro y su funcionamiento, son muchos los misterios que nos quedan por delante, quizás a eso se deba que haya tantos mitos en relación con la salud mental. Siempre Mujer te trae algunos de los más comunes para que estés informada y ayudes a cambiar la forma en que vemos a quienes padecen esta enfermedad.
1.-Los enfermos mentales son violentos y peligrosos
Contrario a lo que muestran las imágenes comunes en el cine y la televisión, solo una minoría de las personas con problemas de salud mental se manifiestan de manera violenta. Por otra parte, como afirma la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, la mayoría de las personas que realizan actos de violencia no padecen de enfermedades mentales.
2.- Los problemas de la mente son biológicos o genéticos
Muchas enfermedades mentales tienen origen genético y están relacionados con la química del cerebro, pero en realidad se deben a una combinación de factores que también incluyen los sociales. Una persona puede ser propensa a sufrir de depresión, pero no padecerla si el entorno contribuye a evitarla. A veces el estrés y la ansiedad son desatados por nuestros pensamientos y acciones, pero estos no son los causantes.
3.- No existen tratamientos eficaces para las enfermedades mentales
En la actualidad hay muchos medicamentos que ayudan al tratamiento de las enfermedades mentales. Aunque algunas personas responden de manera positiva a las terapias psicológicas, en otros casos se debe recurrir al tratamiento con fármacos, que siempre deben ser recetados y controlados por un profesional.
4.- Los tratamientos solo conducen a los hospitales psiquiátricos
Quizás motivadas por las imágenes negativas de los manicomios que abundan en nuestra cultura, con frecuencia evitamos recibir tratamiento y tratamos de resolver los problemas con ayuda de la familia. El primer paso para sobreponerse a cualquier enfermedad mental es recurrir a la ayuda de los profesionales y empezar un tratamiento. Solo en casos graves las personas terminan en un hospital, o cuando constituyen un peligro para ellos mismo o para quienes los rodean.
5.- Las personas con tendencias suicidas son locos
Son incontables los trastornos mentales que pueden llevar a una persona a considerar el suicidio o a obsesionarse con esa única salida. La depresión, el trastorno bipolar y situaciones de estrés requieren comprensión y tratamiento lo más pronto posible en cuanto se detecten las señales de esa inclinación.
6.- No hay relación entre la salud mental y la salud física
No es una exageración hablar, como los antiguos, de una “mente sana en un cuerpo sano”. Las investigaciones han confirmado que el estilo de vida, la dieta equilibrada y los ejercicios físicos ayudan a evitar la depresión y otras afecciones sicológicas como el estrés. Además de consumir alimentos ricos en nutrientes y limitar las proteínas de origen animal, el yoga y la meditación pueden ser las mejores medicinas contra muchos males de la mente.
7. Los niños no tienen problemas de salud mental
Los pequeños también sufren de enfermedades mentales. Es importante observar y detectar los comportamientos inusuales, ya sea en la escuela o en la casa, para diagnosticar y darle tratamiento a tiempo a cualquier afección. Los psicólogos infantiles también pueden ayudar a los padres a entender y tratar a sus hijos con problemas.
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Por Confirmado: María González