Aunque es excelente saber cómo funciona el cuerpo de tu pareja, a veces es aburrido atenerse a la misma rutina que ya todos conocen. Cuando te tocan de la misma forma y en el mismo lugar todo el tiempo tu cuerpo se terminará acostumbrando, es por eso que deben seguir intentando cosas nuevas y buscando posiciones, juguetes y lugares diferentes.
Labios
Ya sabes besar, ¿no? Entonces es más que obvio que has explotado tus labios al máximo. Te sorprenderá que esto no es cierto y hay un lugar escondido en el borde de tus labios que te hará sentir algo completamente diferente.
Esta área es extramadamente sensible al tacto pero es cosntantemente olvidada ya que nos enfocamos más en los labios en general. Intenta tocar suavemente con la punta de los dedos esa parte del cuerpo de tu galán y lo verás experimentar una sensación extraña.
En el mero momento de la acción, no te enfoques en besarlo solamente, también puedes jugar con toda la parte de su boca con tu lengua, dedos y dientes. Será raro al principio pero ambos lo disfrutarán bastante, ya que esta técnica funciona en ambos así que ¡aprovechen!
Cuello
Toda el área ubicada en medio de la quijada y hombros es una zona erógena. Afortunadamente hay un lugar en particular que te hará sentir algo más placentero. El lugar, donde se conecta tu cuello con la clavícula, es súper sensible ya que la piel ahí es más delgada y no hay mucho tejido graso debajo. Así que las sensaciones ahí son más fuertes.
Besar el cuello es tan común como el juego previo en su totalidad así que dale un toque atrevido y sensual al utilizar toda tu boca en esa parte del cuerpo de tu galán para intensificar el placer.
La combinación del calor y el tacto relaja tu cuerpo y te excita pero, si tu chico se encarga de tocarte en tu cuello, todo tu pecho se volverá más sensible lo cual incrementará el placer.
Torso
De las costillas, a la cadera, hay un nervio poderoso el cual se conecta directamente con el clítoris para las chicas y el pene para el hombre. Cuando tocas esa área, instintivamente los músculos de la pelvis se contraerán y la excitación incrementará.
Necesitas ser más firme en esa zona pues también es la más común para encontrar cosquillas. Empieza debajo de las costillas, acaricia con tu mano y alterna el tacto con los besos para dirigirte a la pelvis lentamente.
Notarás que el trabajo del juego previo estará casi terminado pero realmente apenas estará empezando ya que, acariciar esta zona de tu cuerpo no solamente es placentera, sino que también te ayuda a acercarte a un excelente orgasmo.
Espalda
En la base de tu espina dorsal se encuentra un gran nudo de nervios que fácilmente puedes aprovechar. Para sacarles ventaja puedes empezar besando su espalda hasta llegar a esa zona.
Suavemente toca su espalda con tu mejilla, el inesperado contacto de piel con piel será suficiente para despertar sensaciones. Sigue utilizando tu boca, lengua y manos para acariciarlo y emocionarlo como nunca lo habías hecho.
Muslos
Esa zona está tan cerca de tu área íntima que es más que obvio que disfrutarás si alguien la toca. Es muy sensible y te recomendamos trabajarla lentamente con tus dedos, lengua y labios.
Este lugar debe ir al último para que terminen por completo el juego previo y empiecen con la verdadera acción.
Una vez que sientas las manos de tu galán en ese lugar sentirás que tu respiración te falla y las sensaciones se intensifican. Esa zona indirectamente estimula a los genitales ya que los nervios de ahí están enviándole señales a tu cerebro de la cercanía.
¿Las conocías? /JM
Fuente: Veintitantos