Coromotico y su esposo enmudecieron y ofrendaron a la eternidad sus expresiones de pueblo. Extrañan la plumilla que les dibujaba la marginalidad en piel pegada al hueso. Y hasta los camaleones, sapos y botas, que también surgieron del lápiz satírico de Pedro Zapata, aunque no comulgan con sus ideas, lloran el último respiro que dio en la madrugada de ayer su creador.
Más el caricaturista, humorista, escritor, artista y locutor tachirense se fue cómodo. Así lo advertió él mismo, en el documental Humoris Causa que el cineasta César Cortéz filmó a propósito del doctorado honoris causa que le concedió la Universidad Central de Venezuela, en un acto presidido por Laureano Márquez, Claudio Nazoa, Graterolacho, Oscar Yánez, Cayito Aponte, Rubén Monasterios, Otrova Gomas y caricaturistas. Todos vestidos de toga y birrete. Unidos para honrarlo en sus 40 años de trayectoria.
“La comodidad fundamental es la de sentirnos bien con nosotros mismos y dentro de nosotros mismos. Después de todo al ser humano le esperan siglos y siglos de comodidad en el futuro, cuando descanse”, refirió en aquel el documental el maestro, quien en la misma UCV había creado años antes, la Cátedra de Humor Aquiles Nazoa.
Zapata descansó a sus 85 años tras un paro respiratorio. Así lo confirmó su esposa, la ganadora del Premio Nacional de Periodismo Científico Mara Comerlati a El Nacional, diario donde Zapata estampó sus caricaturas editoriales llamadas Zapatazos, durante 50 años.
Sus restos serán velados en la funeraria Vallés, en la ciudad capital, apuntó Comerlati, con quien Zapata tuvo dos hijos: Alejandro y Mara. Y en un matrimonio anterior tuvo a Mariana, Elio, Pedro León y Liliana.
Ya en el año 2008 el corazón del maestro del humor inteligente lanzó una advertencia sobre su estado de salud. Por ello fue operado y permaneció un mes hospitalizado.
Ante los gastos de la estadía prolongada en el hospital, sus colegas artistas venezolanos donaron obras para una subasta que resultó exitosa, en la que, entre las piezas de Carlos Cruz-Diez, Víctor Valera, Rafael barrios, Milton Becerra y Cornelis Zitman, que sumaron las mejores pujas, también compitieron dibujos del mismo Zapata queamigos como el maestro de la gastronomía venezolana Armando Scannone las donaron por su vida. Y desde aquella intervención bajó notoriamente sus salidas públicas.
El músico Miguel Delgado Estévez, quien fue amigo cercano del artista y también su compañero en un programa de radio llamado Zapatancias, confirmó ayer en una entrevista radial que tras aquella operación vivió con una situación de salud delicada, pero su cerebro permanecía intacto y continuaba su labor.
Ese discernimiento fue lo que el caricaturista Eduardo Zanabria (Edo) resaltó: “Zapata nos deja la lucidez y el humor como norte”.
Ahora Zapata es otro “Conductor del país”, como los que plasmó en su mural al pie del Ávila. “Nos conduce desde el cielo”, musitó Delgado Estévez quien describió su partida: “Falleció como dormido, como tienen que partir los grandes hombres”.
Yesenia Rincón Castellano / Maracaibo
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