Comenzó con una conversación informal en la décima edición de los premios de la Academia de Latina de la Grabación, en 2009. El maestro José Antonio Abreu, fundador del sistema de orquestas, fue distinguido con el Premio del Consejo Directivo, un reconocimiento especial que da la directiva del Grammy Latino a aquellas personas que han realizado importantes contribuciones en el campo de la grabación durante sus carreras. Tenía 70 años de edad y allí coincidió con Yordano. “Lo conocí personalmente y fui invitado por él para acompañarlo”, recuerda desde Nueva York. “Para ese momento aún no existía la sede de El Sistema, pero hablamos sobre la posibilidad de, algún día, hacer algo”. Pero no era un compromiso, era un sueño, un deseo de ambos.
Pero para Yordano los sueños no mueren al despertar.
Entre julio y agosto de este año regresó a Caracas. Se presentó en el Centro Cultural BOD y se reencontró con su público. La pandemia retrasó el lanzamiento de su decimoctavo álbum y el primero en cuatro años, Después de todo (2020), bajo el sello Sony Music, así como la gira que tenía pautada por Estados Unidos y Latinoamérica. Además de repasar su vasto repertorio, recibió una invitación de El Sistema para conocer los programas de formación musical y sus agrupaciones. “Yo quedé impresionado. Vimos todas las orquestas. Recuerdo a los jóvenes del núcleo 23 de enero, que tocaron salsa. Escuchamos metales, cuerdas, coros. Y, al terminar el paseo, estaba la banda Venezuelan Sound System y cantaron ‘Madera fina”.
Un éxito de los 90 interpretado por cuatro jóvenes que no pasan de los treinta años. Y Yordano se les unió. Eventualmente, tenía la idea de colaborar con El Sistema desde hace más de una década: “Uno sueña con algo, se despierta y, a veces, te das cuenta de que no va a poder ocurrir. Pero hay sueños que no mueren al despertar, que se quedan como meta, como algo por lograr”. Así Giordano Di Marzo se presentará con la más reciente agrupación de El Sistema, el 4 y 5 de diciembre en la Sala Simón Bolívar del Centro Nacional de Acción Social por la Música (Cnaspm).
Encabezada por Humberto Baralt, Deborah Briceño, Sofía Castillo y Vibert Reinozo, y dirigida por el pianista Jesús Milano, debutó el 29 de octubre con covers de Earth, Wind&Fire, ABBA, Michael Jackson, Elton John y Queen, entre otros, en un espectáculo con entradas agotadas. “Para mí será algo novedoso, porque tengo más de dos años sin tocar con una banda. Estas últimas veces he estado yo solo en escena. No será un concierto sinfónico. Será una banda: teclado, guitarra, bajo, coros…”, agrega Yordano. Lo acompañarán, además, el percusionista Nené Quintero y Trina Medina, que lo acompañó en la mayoría de sus conciertos entre la década de los años 80 y 90.
Pero tampoco descarta el concierto sinfónico. Los lazos -y los sueños- no terminan en diciembre. “Será el año que viene. Hay un anteproyecto que se está trabajando”.
Para ese primer fin de semana de diciembre prevé un paseo por toda su historia. «Hay unos temas que yo rescato, porque me gusta mucho tocarlos. También habrá canciones del álbum Después de todo. El repertorio será con todas las canciones que no pueden faltar”. Allí estarán, entonces, “Perla negra”, “Vivir en Caracas”, “Lejos”, «Manantial de corazón” y “Días de junio”, entre muchas otras del vasto cancionero de Yordano.
Entre Nueva York y Caracas se organiza el concierto. La banda ya recibió el programa para preparar los arreglos. “Pero muchas cosas se terminarán allá. Lo que he hecho en los últimos dos años son conciertos a solas y, de alguna manera, quiero que se sienta en lo que vayamos a hacer: complementar los arreglos. Habrá tiempo de ensayar. Los ensayos son importantísimos”.
Será su segundo concierto en Caracas en un mismo año. En BOD el aforo fue de 200 personas y se agotó. Antes se paseó por algunas ciudades de Estados Unidos: Orlando, Houston, Dallas, Austin, Chicago, Minnesota, Indianapolis y Columbus formaron parte del tour. Sigue promocionando su último disco Después de todo, esa producción que hizo entre la vida y la muerte y que le ha devuelto de nuevo a los escenarios. Un álbum que la pandemia retrasó una primera vez y que llevó a cerrar los teatros para hacer del mundo virtual el único lugar posible para la cultura y el entretenimiento.
“Desde que salió la vacuna había una luz al final del túnel. Fue horrible la pandemia por la cantidad de víctimas que hubo. Pero también hubo otras tragedias. Empezamos a promocionar el disco justo antes de que comenzara la pandemia, con la gira que se hizo en España en febrero-marzo de 2020. Se tuvo que suspender uno de los toques en Milán, porque allí fue donde comenzó fuerte; una de las primeras ciudades europeas que se cerró. Se pensaba que serían uno o dos meses y retrasamos la salida del disco de abril para mayo, pero en mayo seguíamos en plena pandemia y la vida siguió”, cuenta Yordano.
Agrega: “Al final salió el disco, los videoclips, se hicieron las entrevistas por internet, todo virtual, pero no es lo mismo. Teníamos una gira de 15 fechas que iba a apoyar el disco, pero nada de eso pasó. La tragedia es que eso no pasó. Los Zoom se pueden hacer con o sin pandemia, pero no puedes hacer la parte activa: las presentaciones en televisión, el concierto en vivo, las entrevistas de radio… El mundo virtual no es igual. Yo puedo ver mil veces por WhatsApp o Facetime a mis nietas o a mis hijas, pero no es lo mismo almorzar con ellas y abrazarlas. No es lo mismo”.
Lo que sí es igual, y a la vez distinto —a pesar de lo contradictorio que suene— es tocar en Venezuela y tocar para venezolanos en el exterior. Se siente, en ambas direcciones, la nostalgia por lo que no es y por los que no están, expresa Yordano. “Aunque no todo tiene que ver con la nostalgia. También hay un reencontrarse consigo mismo. La música tiene ese poder. Uno no es solo presente o pasado. El presente está contigo, pero estás recibiendo algo que hace que reconectes contigo, con lo que fuiste y con lo que eres, porque si aún te conmueve es porque eres esa persona. La música tiene la particularidad de atravesar las defensas ante los sentimientos y llegar finalmente”.
A finales de noviembre estará de nuevo en Caracas para ensayar y darle los toques finales a una velada que invita al reencuentro y, sobre todo, a vivir su sueño compartido con el maestro Abreu.
Yordano: personal (con Venezuelan Sound System, Nené Quintero y Trina Medina)
4 y 5 de diciembre de 2021
Hora: 3:00 pm
Centro Nacional de Acción Social por la Música, Quebrada Honda
Entradas: a partir de $30 en Goliive
Fuente: El Universal