Después de un año de campaña militar de la coalición árabe contra los rebeldes hutíes del Yemen, el país se ha hundido en una grave crisis humanitaria. Cerca del 80% de la población necesitada de ayuda.
La ofensiva, de la que se cumple mañana un año, ha logrado expulsar a los rebeldes de la provincia y la ciudad meridional de Adén y de otras cuatro sureñas, pero no ha puesto fin al conflicto en el país, lo que repercute en la vida de los civiles.
«La situación es muy difícil, ya que de acuerdo a nuestros cálculos, un 80 por ciento de los habitantes del Yemen necesita algún tipo de ayuda», dijo a Efe el jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios en el Yemen (OCHA), Trond Jensen.
En ese sentido, precisó que unos 19 millones de personas necesitan agua potable; más de 14 millones, ayuda alimentaria, y más de 300.000 niños afrontan el riesgo de sufrir una grave desnutrición.
«Lo que vemos es que las fuentes de supervivencia de cientos de miles de yemeníes, si es que no son millones, están amenazadas», recalcó Jensen.
«Lo que caracteriza este conflicto es el creciente número de muertos, especialmente civiles», agregó McGoldrick.
Según cifras de las organizaciones internacionales, más de 6.100 personas han muerto y más de 300.000 han resultado heridas, mientras que más de 2,4 millones se vieron obligadas a abandonar sus hogares.
El alto comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Zeid Ra’ad al Hussein, cifró recientemente en 3.218 a los civiles fallecidos y en 5.778 a los heridos, principalmente por los bombardeos de la coalición árabe.
Por su parte, el grupo rebelde de los hutíes elevó hoy ese balance, asegurando que un total de 8.946 civiles han muerto por los ataques de la alianza, entre ellos 2.180 menores de edad y 1.623 mujeres.
La crisis yemení comenzó cuando los hutíes irrumpieron en Saná en septiembre de 2014 y desbancaron del poder al presidente Hadi, que ahora mantiene la sede provisional de su Gobierno en Adén, mientras que los rebeldes controlan el norte y la capital Saná.
El líder del grupo rebelde, Abdelmalek al Huti, se comprometió hoy en un discurso con la tregua, pero advirtió de que su movimiento «resistirá» si la coalición árabe continúa sus bombardeos.
«Esperamos que triunfen los esfuerzos para cesar la agresión por el interés de todos», dijo Al Huti, quien destacó que pasado un año «los agresores (la coalición) no han podido ganar la batalla y no van a poder hagan lo que hagan».
En opinión del funcionario yemení Ozman Redman, «el pueblo yemení necesita ayuda humanitaria, pero más que eso necesita el cese de la guerra».
Mientras esperaba su turno para recibir ayuda del Programa Mundial de Alimentos en Saná, Redman dijo a Efe que el conflicto del Yemen es «una guerra olvidada, desigual e injusta, en la que se destruye al pueblo y su base económica y social».
Fuente:EFE