La doctora sudafricana Sonnet Ehlers, descubrió algo que le cambió la vida. Ella tenía sólo 20 años en ese tiempo y tuvo que auxiliar a una mujer que había sido violada. Recuerda lo devastada que estaba la víctima, ese día prometió ayudar a las personas que se encontraran en su caso.
“Ella me miró y me dijo: “si sólo hubiera tenido dientes ahí abajo”. dijo la doctora. Cuarenta años después, la doctora Sonnet creó Rape-aXe, un condón femenino que tiene poderosos dientes que se incrustan en el pene de los agresores. El dispositivo se inserta como si fuera un tampón.
Una vez que el violador lo tiene adherido, sólo puede ser quitado por un doctor. Esto hace que las autoridades puedan efectuar el arresto con mayor facilidad.“Duele, él no puede orinar ni caminar cuando está puesto. Si trata de removerlo, los dientes se incrustarán aún más… sin embargo, no rompe la piel y no hay peligro de derrame de fluidos”.
Los críticos afirman que el dispositivo no es una solución a largo plazo y que hace que las mujeres puedan sufrir más violencia de parte de los agresores. Sin embargo, puede ayudar a las mujeres en caso de un ataque.
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