El miércoles pagan la primera de las cuatro partes de los aguinaldos a aproximadamente 5 millones de trabajadores, pensionados y jubilados venezolanos. Es decir, un mes de sueldo que no llega a 20 dólares, pero la excusa para hacerlo de esta manera es que el gobierno chavista está cuidando que no incida en la inflación.
“La idea es pagar el aguinaldo por partes para no dar un solo golpe que genere aumento inflacionario. Los trabajadores tienen que saber dosificar”, afirmó sin escrúpulos Carlos López, encargado de dar la gran noticia y coordinador general de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores, es decir, el grupete de sindicalistas chavistas que respaldan todas las barbaridades de Miraflores en contra de la clase trabajadora.
De acuerdo con López, el millón de empleados públicos y los cuatro de jubilados tienen que hacer el esfuerzo para “dosificar” un mes de sueldo que les van a pagar el miércoles como si alcanzara para mucho. Debe ser que este dirigente sindical no se ha enterado de que la canasta alimentaria en agosto llegó a 459 dólares y que esos 130 bolívares de sueldo mínimo lo que alcanzan es para un día de manutención.
Pero imagínense, encontraron la excusa perfecta porque cuando les pagaron (como era lo correcto) el bono vacacional completo a los profesores y maestros se disparó el dólar. Resulta que la cuenta de los 120 días de aguinaldo apenas pasa los 60 dólares, tampoco es que se trata de una gran suma de dinero, y mucho menos hay que pensar en “dosificarla” como recomienda López porque con eso no se compra nada.
Lo que están haciendo es diluir por completo un beneficio laboral que se merecen los trabajadores por su dedicación y su esfuerzo. Es un reconocimiento a su sacrificio durante un año tan difícil. Y ni hablar de los pensionados y jubilados, que se merecen mucho más, porque le dieron a la patria sus mejores años laborales, y ahora les pagan esta prebenda como si fuera un favor que les están haciendo.
¿Es que van a salir los del gobierno chavista a decir que con 520 bolívares los trabajadores van a comprar el Niño Jesús, los estrenos, los ingredientes de las hallacas, la pintura para las paredes de la casa? No, aquí los únicos que tienen derecho de mantener esas tradiciones de fin de año son los que tienen un cordón umbilical directo con Miraflores.
Seguramente esos aguinaldos se irán en pagar alguna deuda de condominio, mandar a arreglar la nevera que se descompuso por los apagones y los que tengan más suerte tendrán para comprar completo los medicamentos de un mes, pero eso será si las cuatro partes del pago sobreviven sin gastarse hasta el 15 de diciembre. Imposible.
Cuesta creer que el coordinador de la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores esté convencido de lo que dice y más cuando remata que la medida de fraccionar el aguinaldo «ayudará» a que el dinero no se le vuelva sal y agua a los empleados y jubilados. ¿En qué cabeza cabe? ¿Es en serio, señor López?
Qué desgracia. Millones de venezolanos no tendrán ni siquiera para una cena de Navidad con todas las de la ley, pero dentro de pocos días saldrá Nicolás Maduro en la televisión mostrando los venaditos y los arbolitos con los que adornó Miraflores. ¡Qué concepto tan equivocado de querer al pueblo!
Editorial de El Nacional
