Tal parece que al fin Gustavo Petro cumplirá su sueño de llegar a la Casa Nariño. Las elecciones legislativas del domingo, que además se usaron como una especie de primarias, le dieron un poco más de 4 millones de votos y se convirtió así en uno de los candidatos con más opciones para la presidencia de Colombia por el partido Pacto Histórico.
Su discurso al comentar los resultados estuvo cargado de optimismo, de seguridad para enfrentarse a la primera vuelta de las presidenciales el 29 de mayo y ganarla. Sin embargo, analistas de su propio partido no se sienten tan optimistas, pues aseguran que en la segunda votación se las verá más difícil. Pero estas semanas de campaña le han servido indudablemente para posicionarse en la mente de los votantes colombianos, de sembrar su discurso de izquierdas y hasta de alejarse de la sombra del chavismo.
Tiene otros contendientes en la misma carrera. Además de Federico Gutiérrez y Sergio Fajardo, que ganaron la candidatura el domingo en las votaciones, están inscritos Rodolfo Hernández y Luis Pérez (independientes), Ingrid Betancourt (Verde Oxígeno), Jhon Milton Rodríguez (Colombia Justa Libres), Luis Gilberto Murillo (Colombia Renaciente) y Óscar Iván Zuluaga (Centro Democrático).
Pero es indudable que desde aquí se voltea a ver a Petro, pues su cercanía con Hugo Chávez lo hizo conocido por estas tierras. Lo que sucede es que el candidato y antiguo integrante del Movimiento M-19, al ver el desastre que ocurre en Venezuela, inteligente ha tratado de desmarcarse del socialismo del siglo XXI.
Sin embargo, a veces ha hecho afirmaciones que tienen triste resonancia entre los venezolanos. “Así como no expropiamos a nadie en la Alcaldía de Bogotá, jamás expropiaremos, porque de lo que se trata es de apropiar, de entregarle a la sociedad colombiana las condiciones libres para la riqueza, para la producción, para el bienestar”, ha dicho, como alguna vez lo hizo Chávez. También afirma que Colombia será una “potencia mundial para la vida”.
Los colombianos expresaron su opinión, y por eso deben sentirse afortunados, pues además renovaron los puestos en el Senado y de la Cámara de Diputados. De acuerdo con los resultados, el próximo Congreso será un ejemplo de democracia, pues prácticamente ningún partido pudo hacerse de la mayoría, por lo que imperarán los pactos entre organizaciones afines. Este panorama debe ser tomado en cuenta por el que resulte electo presidente, pues la balanza se inclinará dependiendo de los acuerdos. Si gana Petro y las alianzas son de derecha, la gestión no será fácil.
Pero sea lo que sea, el 29 de mayo se sabrá. Ojalá los colombianos aprovechen esta oportunidad para definir un futuro sin las sombras y los errores que se han cometido en otros países.
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