X-Men, una de las sagas más sólidas del cine de superhéroes, tuvo en Hugh Jackman a uno de sus grandes personajes en la piel de Wolverine. Sin embargo, la encarnación del papel supuso esfuerzos “brutales” para el actor, como así lo revela quien fue su compañera en el proyecto, Anna Paquin.
La actriz, que interpretó a Rogue en la saga, reveló lo mal que lo pasó el actor australiano y de qué manera los productores lo exprimieron al máximo en las escenas de acción. Así lo contó en el programa The Jess Cagle Show, de Sirius XM, donde habló del afectuoso vínculo que entabló con su excompañero de reparto mientras rodaban.
“Hugh fue la persona con la que siempre tuve una relación más cercana porque hacía todas mis escenas con él”, explicó recordando los días de rodaje.
“Es un ser humano adorable y muy amable”, añadió tras recordar algunas de las secuencias más duras para el actor. “En la primera película lo exprimieron y nunca jamás se quejó. Con 40 grados bajo cero, lo lanzaban de espaldas desde un edificio una y otra vez. Y pese a ello tenía todo el tiempo del mundo para ser una persona normal y amable”, apuntó la actriz.
Y contó que fue ella quien “tenía que sacarle el cigarrillo de los dientes porque él no podía hacerlo sin hacerse daño”, según rememoró entre risas, en referencia a las características garras que llevaba el personaje. Además, Paquin destacó que su compañero permanecía con las prótesis durante las largas horas que pasaban entre el rodaje de las distintas escenas.
La ganadora del Oscar contó, además, que, como eran amigos, ella se sintió mal por los sacrificios físicos a los que era sometido Jackman en las distintas escenas.
Fuente: El Nacional
Por: Maria Laura Espinoza
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